Apenas 48 horas después del anuncio de Obama de enviar 30 mil militares a Afganistán, los miembros de la alianza trasatlántica respondieron afirmativamente a la solicitud, la cual podría exceder los cinco mil hombres, aseveró Appathurai en conferencia de prensa en la sede de la organización en Bruselas.

En la cifra de los 20 países no están contabilizadas las aportaciones de naciones que, como Alemania, sólo decidirán sus envíos adicionales después de la conferencia sobre Afganistán, prevista para finales de enero en Londres.

Appathurai indicó que en el encuentro, los 43 integrantes de la OTAN pondrán sobre la mesa sus disponibilidades reales en el número de hombres y equipamientos, así como en cuanto a su contribución monetaria.

Hasta el momento Gran Bretaña anunció el envío de otros 500 soldados, Polonia 600 y España 200, a los que se suman los mil de Italia, los 100 de República Checa y unos mil más de Georgia, país que dio su disposición, pese a no ser miembro de la OTAN.

Por su parte, el general Eric Tremblay, vocero de la Misión Internacional de Seguridad en Afganistán (ISAF), señaló que *»la OTAN no sólo busca soldados, sino también batallones, brigadas y equipos para adiestramiento de patrullas de vigilancia»*.

Sobre este particular, tanto la OTAN como la ISAF admitieron este jueves que existen dificultades en el número de instructores destinados a preparar a los militares y policías afganos.

Según Appathurai, la formación de las Fuerzas Armadas afganas constituye la premisa fundamental para la retirada de las tropas de ocupación, prevista para julio de 2011, según la estrategia de Obama.

Entre tanto, las declaraciones de los Portavoces de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, emitidas desde el Lincoln Memorial en Washington, rechazan la decisión de Obama y declaran que «la paz no se logrará aumentando las acciones militares».

Tomás Hirsch, vocero del Nuevo Humanismo para Latinoamérica lo exortó diciendo: «Sr. Presidente: en tanto nominado para el Premio Nobel de la Paz, muéstrele al mundo su compromiso con la paz y el desarme, comenzando de inmediato el proceso del retiro de las tropas de los países invadidos».