En el marco de la campaña 24hAssange, ayer sábado, se proyectó en Barcelona la película Hacking Justice, de los directores Clara López Rubio y Juan Pancorbo. La película se estrenaba por primera vez en España. La proyección se realizó en el Teatre Gaudí y la actividad fue organizada por el colectivo Spain4assange.

Esta película es una versión actualizada de la que ya se presentó en 2017 y hace un seguimiento del caso Assange durante la última década. Fiel al principio del colectivo Cypherpunk “privacidad para los débiles, transparencia para los poderosos”, Julian Assange creó en 2006 WikiLeaks, una herramienta de publicación cifrada que ha filtrado millones de documentos secretos. Estos documentos revelan la corrupción inherente a las grandes multinacionales y las prácticas irregulares, incluyendo espionaje, propaganda, asesinatos y tortura, de algunos estados.

Los documentos filtrados a WikiLeaks en 2010 por la ex analista del ejército estadounidense Chelsea Manning son las revelaciones más importantes en la historia de los crímenes de guerra. A partir de ese momento, Assange se convirtió en un objetivo a eliminar. Siguiendo paso a paso la defensa del fundador de WikiLeaks, coordinada por Baltasar Garzón, los realizadores tejen a lo largo de casi diez años el relato de un caso sin precedentes, con profundas implicaciones políticas para la democracia y la libertad de información.

Clara López Rubio, codirectora de la película, hizo una presentación a los participantes previa a la proyección: “empezamos la película en el año 2012, e hicimos una primera versión, que se presentó en el 2017, llamada Garzón / Assange, el juez y el rebelde. Dos años después, la televisión alemana nos pidió actualizarla, esta nueva versión, que actualiza el caso Assange hasta hoy, es la que presentamos esta noche por primera vez en España”.

Tras la proyección se desarrolló un debate entre los participantes y Juan Pancorbo, el otro codirector de la película. Respecto a las últimas novedades sobre la situación de Assange, Juan comentó que el equipo legal estaba esperando que la High Court of Justice de Reino Unido aceptase o rechazase su apelación, aunque cree que la solución ha de ser política, que no vendrá por la vía de los tribunales. También recordó que el estado de salud de Assange es preocupante, ahora ha contraído el Covid y se encuentra incomunicado en su celda. El director comentó la profunda angustia que le había producido entrar en una instalación que había sido montada por una artista alemana en Berlín, que consiste en una recreación de la pequeñísima celda de la prisión de Belmarsh en la que ahora vive Assange. Así mismo, celebró que Julian Assange, junto con el pueblo ucraniano y la Comisión de la Verdad de Colombia, haya sido uno de los tres finalistas para recibir el premio Sajarov de 2022.

El público realizó las siguientes preguntas al director.

¿Cómo surgió el proyecto de la película?

En 2010, Clara y yo empezamos una película que al principio no tenía relación con Assange, era un proyecto sobre justicia universal y nos dirigimos a Baltasar Garzón para tratar con él este tema. En ese momento, a Garzón le llegó la propuesta de asumir el caso de Assange, así que acabaron incluyendo en la película. Se trata de un caso de justicia transnacional y un caso de derecho a la información y así, a medida que se fue desarrollando la historia, se fue construyendo la película.  

¿Os provocó dudas, en relación al proyecto, la denuncia de delito sexual a la que se acusó a Assange?

Ha habido diversas campañas de difamación de Assange, la acusación de delito sexual no fue la única. Previamente se le acusó de que había puesto en peligro la vida de muchas personas, con el tiempo se vio que no había sido así. Al principio nos confundieron esas campañas, pero, cuando profundizamos, nos cambió la percepción y entendimos que solo eran campañas de desprestigio.

La película no empezó con una motivación política, pero al mostrar la situación de injusticia que sufre Assange acaba siendo teñida por una motivación política. A nosotros nos parece que si este hombre es condenado tendrá grandes repercusiones, significará que no se podrá trabajar como periodista de investigación.

¿Qué podemos hacer para presionar políticamente en la liberación de Assange?

En Francia hay diputados que han cursado una solicitud de asilo para Assange en Francia. Assange explica que la calidad de una sociedad está en relación con la calidad de información pública que existe, así que este tema sobre la transparencia en la información nos afecta a todos los ciudadanos, no solo a los periodistas. De todos modos, supone un gran avance que numerosos colectivos de periodistas se haya dado cuenta de la importancia de este caso.

¿Que habéis sentido los directores de la película?

Rabia, impotencia, que los argumentos jurídicos no van a ningún lado. También nos animaba el coraje de esta gente, son personas que no se rinden, que creen en el derecho y agotan todas las vías hasta el final. Hemos visto un aspecto de la realidad desconocido, que la justicia no siempre funciona. Yo me llevo como recuerdo todo el tiempo compartido con gente inspiradora, valiente y muy capaz.

¿Cómo podemos ayudar a que la película se difunda?

La primera versión de la película se estrenó en Barcelona, esta versión actualizada se está proyectando ahora en Francia y Alemania.  Se podrían buscar cines interesados en proyectarla. De todos modos, nosotros la cedemos encantados a colectivos, asociaciones, centros docentes etc.

¿Qué opinión ha tenido el público sobre la película y qué reacción tuvo Assange?

Nuestra experiencia con el público ha sido siempre muy positiva, ha abierto debates interesantes. A Assange le gustó, nos apoyan cuando hacemos eventos con la película y consideran que apoya a la causa. El equipo nos ayudó cediéndonos imágenes de la vida dentro de la embajada.

¿Os planteáis una tercera parte?

Hemos acabado agotados y no tenemos ningún proyecto sobre la mesa. Aunque si alguien nos hace un encargo nos lo pensaremos.