Con sorpresa recibimos la noticia esta mañana. El escenario era bastante especial, la Central Única de Trabajadores entraba en huelga general hoy día, en conjunto con el Colegio de Profesores y algunos dirigentes sociales se dirigían a al palacio de La Moneda, para entregar una carta al Pesidente Piñera. Pero fueron reprimidos por Carabineros y diez de ellos detenidos. Más tarde Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, señaló tras la detención de los dirigentes que la carta contenía las demandas de la agrupación, las que esperan sean consideradas en las negociaciones del mundo político.

Porque eso era justamente lo que estaba ocurriendo esta mañana: una importante negociación política a cargo de la presidenta del Senado, Jasna Provoste, quien concurrió junto al presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen, a conversar con Piñera y salieron ufanos a declarar a la prensa que habían acordado «una “agenda de mínimos comunes” para trabajar en un instrumento universal –que llamaron renta básica– financiable a través de la revisión de exenciones tributarias», que es lo que acordaron las mesas del Senado y la Cámara de Diputadas y Diputados con el Gobierno en la reunión convocada este viernes por el Presidente Sebastián Piñera, buscando un entendimiento para sofocar la crisis  provocada por la polémica del tercer retiro de fondos desde las AFP y las ayudas sociales del Estado en pandemia.

De hecho, la crisis social está explotando por todas partes. Fueron los empleados portuarios quienes la semana pasada pararon sus faenas y hoy el llamado fue a paralizar el trabajo presencial y vía telemática, como una medida extrema ante la falta de apoyo gubernamental, precariedad laboral y agotamiento de los trabajadores de la salud, entre otros.

La propuesta política de “agenda de mínimos comunes” era justamente la aspiración de la presidenta del Senado, la demócrata cristiana Yasna Provoste, que llegó al palacio de gobierno con el objetivo de que el Presidente se abriera a discutir una renta universal de emergencia, idea que desde la oposición vienen empujando desde hace ya varias semanas, pero sin encontrar mayor eco en el Ejecutivo.

Por cierto que la posibilidad de una renta básica universal, como se la concibe internacionalmente, no fue tema de discusión. Hoy sólo se habló de «mínimos comunes» para palear el descontento creciente, asegurando una agenda legislativa y la realización de las elecciones -que tendrán lugar en 15 días más- antes de que se pueda producir un nuevo estallido social.

Sea cual sea el nombre del mecanismo al que han llegado, la senadora Provoste dijo que lo que se concordó en esta agenda de mínimos comunes «es tener un instrumento universal que llegue rápido a las familias y que esto lo hagamos en el más breve plazo».

Para ello, Piñera comisionó a sus ministros de Hacienda, Rodrigo Cerda, y de la Segpres, Juan José Ossa, junto a su comité político para coordinar el trabajo veloz con el Congreso. Esta urgencia especial fue destacada por el diputado  Diego Paulsen, quien sostuvo que “esperemos tener un contacto pronto con los ministros para comenzar a trabajar, pues tenemos un plazo definido. Nos hemos puesto un plazo breve de no más de una semana para llegar con la ayuda a la gente», dijo.

Sin duda que el encuentro permitió acercar posiciones entre la Presidencia y el Congreso, después de semanas de tensiones, y la senadora subrayó que se trata de un trabajo “institucional” en el ámbito del Congreso. “Nadie podría decir que esta es una conversación entre cuatro paredes”, indicó, desechando de plano la idea de una «cocina» de negociaciones con La Moneda.

En cuanto a los mecanismos de financiamiento para esta renta básica de emergencia, Paulsen señaló que “quienes más tengan, colaboren más para poder salir de esa crisis”. Y Provoste precisó que “el Presidente ha manifestado su disposición respecto a temas de exenciones tributarias», dejando a un lado por este momento una reforma tributaria que tanto incomodaba a Piñera. “En esta agenda hemos colocado en primer lugar el tema de la protección social, en segundo término cómo se generan esos ingresos en forma inmediata, y no queremos pensar que estas urgencias se coloquen con una reforma tributaria sobre la mesa, porque esa es una discusión más larga”, explicó la senadora.

Para agregar que “esta agenda de mínimos comunes que establece protección social y la entrega de ayuda universal nos permite cambiar el eje. Al menos nosotros, como representante y senadora de oposición, forma parte de nuestros valores fundamentales. No creemos en la lógica que frente a una situación de emergencia utilice la lógica del «sálvese quien pueda», el que tenga ahorros individuales tenga la posibilidad de salir de la crisis. Por eso hemos dicho siempre que nosotros aspiramos a tener un instrumento de carácter universal, que no tengan que despojar sus ahorros individuales que están definidos para su vejez”, dijo la senadora Provoste.

Veremos en los próximos días cómo evolucionan estos «mínimos comunes» que han definido y si efectivamente se llega o no a una respuesta de emergencia que favorezca a todos y todas, en el contexto de esta emergencia social y económica que se está acelerando, empeorando día a día.