En Filipinas, decenas de miles de manifestantes marcharon en la capital del país, Manila, para pedir la dimisión del presidente Ferdinand Marcos Jr., luego de que un escándalo de corrupción revelara que su Gobierno recibió miles de millones de dólares en sobornos relacionados con proyectos defectuosos de control de inundaciones. Las grandes pérdidas causadas por dos tifones recientes, que se cobraron la vida de más de 250 personas, provocaron críticas generalizadas. Marcos se ha comprometido a encarcelar antes de diciembre a al menos 37 funcionarios gubernamentales implicados en el escándalo de corrupción, pero los manifestantes afirman que muchos más funcionarios deberían estar pronto en la cárcel.

David San Juan señaló: “Han pasado cinco meses desde que estalló el escándalo del control de inundaciones y ningún alto funcionario ha sido encarcelado. Después de que el defensor del pueblo Remulla dijera que al menos el 10% del Congreso está involucrado en las irregularidades relacionadas con los proyectos de control de inundaciones, se ha presentado una demanda y se ha emitido una orden judicial contra una sola persona. Los senadores y los congresistas involucrados aún no han sido encarcelados”.

El artículo original se puede leer aquí