CARTA ABIERTA

Al Presidente Gabriel Boric Font

“Un llamado desde la humanidad que compartimos” 

Hasta marzo 2026, la Ley 21.325 le proporciona una herramienta para realizar un acto de humanidad y para dejar un legado.

Michel-Ange JOSEPH*

Instagram: @michelange.cl

 

Señor Presidente:

Escribo a título personal como alguien que ha mirado a los ojos a madres que no duermen por miedo a que las separen de sus hijos. He visto cómo trabajadores entregan sus fuerzas en la sombra y he escuchado a niños que preguntan por qué su familia “no tiene papeles”. Le escribo desde la certeza de que usted, más allá de su cargo de Jefe de Estado, también conoce esa humanidad vulnerable. La ha defendido toda su vida. En su discurso de asunción, afirmó que gobernaría “escuchando primero el clamor de los más sufrientes” (Boric Font, 2021). Hoy ese clamor es el silencio ansioso de miles de personas migrantes.

Su trayectoria no ha sido la de un político impersonal y lejano del pueblo, sino la de quien se indigna ante la injusticia. Recuerdo sus discursos en las marchas estudiantiles, su firmeza al hablar de los derechos humanos, esa convicción visceral de que la política debe tocar la piel de la gente, especialmente de quienes más sufren. Hoy, esa convicción enfrenta quizás su prueba más difícil y urgente.

Entiendo que la política es compleja. Sé qué en las campañas electorales, el silencio a veces parece la opción más prudente. El miedo es un instrumento poderoso, y es preferible no alimentar la polarización sobre temas sensibles tales como la migración. Pero ese tiempo ya pasó. Ahora estamos en un momento distinto, más íntimo con la conciencia. El ruido electoral se apagó, y en este silencio de transición se escuchan con más fuerza las voces calladas de miles y miles.

No son números. Son José, que repara techos en Independencia y desde 2019 no ve a su hija en Venezuela porque salir sería no poder volver. Su situación es la que el Informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (2023) califica de “vulneración multidimensional”. Son Mariana, de Colombia, que cuida con ternura a un adulto mayor en Providencia, pero ella misma, por falta de RUT, no puede pagar un seguro de salud y se queda atrapada en el vacío que describe el artículo 8 de la Convención sobre los Derechos de los Trabajadores Migratorios (ONU, 1990). Son el pequeño Benjamín, nacido en este país, que va a un colegio municipal y no entiende por qué su papá de origen haitiano “no existe” para el país que él cree suyo: un conflicto directo con el “interés superior del niño” que Chile se comprometió a proteger desde hace más de 30 años (Tratado Internacional sobre los Derechos de la Niñez).

José, Mariana, Benjamín y miles más confiaron en la promesa humanitaria implícita del proceso de empadronamiento. Más de 200.000 personas migrantes dieron un paso adelante con la expectativa de poder por fin salir de las tinieblas. Tragando su miedo, dieron sus nombres y apellidos. Sin embargo, Chile no ha cumplido. Años después, siguen esperando.  Ahora existe el riesgo real de que la información que dieron de buena fe sea utilizada para expulsarlos.

Usted los ha visto en sus visitas a barrios, en los perfiles resaltados por los informes de su equipo y en las cifras que ya no son cifras cuando se les pone rostro. Estas personas no son un “problema migratorio”. Son el resultado de un mundo fracturado por desigualdades que Chile también refleja. Han construido una vida aquí con las manos vacías y el corazón lleno de esperanza. Y ahora, esa esperanza pende de un hilo.

Señor Presidente: lo que viene no es una simple alternancia política. Es un cambio de mirada sobre lo que vale una vida. El presidente electo ha dicho claramente que su prioridad será la expulsión, el control severo, el fin de las regularizaciones (Kast, 2024). No es una especulación; es una promesa de campaña. Cuando su gobierno termine, esas madres, esos trabajadores, esos niños chilenos por afecto -pero sin condición legal- quedarán a merced de una máquina que los verá como cifras a eliminar, no como vidas a proteger. El Sistema Interamericano (2019) ya ha advertido contra políticas que “desconozcan el arraigo y la dignidad”.

Usted tiene desde hoy hasta marzo del 2026, un poder profundo: aquel poder de proteger. No necesita nuevos congresos ni grandes debates. La misma Ley 21.325, la que su gobierno impulsó su creación, le proporciona el mecanismo en sus artículos 9° y 69, que facultan al Ejecutivo para regular por razones humanitarias y de orden público. Basta un instructivo, una orden administrativa, una firma. Puede ordenar que se regularice a estas más de 200.000 personas migrantes empadronadas que ya están aquí, echando raíces en nuestro suelo común. No es un acto contra nadie. Es un acto a favor de la decencia más básica y del principio de no devolución que Chile suscribe: reconocer y proteger al que ya es parte de la comunidad.

Imagine por un momento el alivio. Imagine a esa familia que, por primera vez en años, respira sin un nudo de ansiedad en el estómago. Imagine al trabajador que puede hacer valer sus derechos sin que lo amenacen con denunciarlo, chantajearlo. Imagine la tranquilidad de un niño que ve a sus padres caminar tranquilos por las calles. Eso no es ideología. Es humanidad aplicada. Es la gobernanza migratoria con enfoque de derechos de la que habla la doctrina.

Y luego piense en el otro Chile, el que nadie ve venir. Piense en las redadas, en las familias fracturadas por una acción administrativa, en la desesperación de quien es expulsado de su hogar. Piense en el Chile que nacerá de esa crueldad normalizada. ¿Es ese el país que usted quiso cambiar cuando entró a la política? ¿El que describió en sus Cuentas Públicas (2022, 2023), donde la dignidad era el “eje rector”?  No lo creo.

Usted ha hablado de dignidad como un eje de su ser. Señor presidente, la dignidad no es una retórica discursiva. Es una realidad concreta: es un carnet (RUT vigente) que te dice “existes, perteneces, puedes proyectar tu vida”. En sus manos está dar esa paz a estas más de 200 mil . No mañana. Hoy. El marco legal está listo. La justificación humanitaria, sobrada. El momento político, único.

La historia no juzgará a Gabriel Boric por sus informes de gestión en marzo de 2026. Lo juzgará por las decisiones tomadas cuando solo quedaba el poder para hacer el bien, sin ningún rédito político a la vista. Lo juzgará por si, en el momento decisivo, optó por la compasión valiente o por la prudencia fría. Por si fue coherente con los principios que dijo defender en foros internacionales y en la plaza pública.

Le pido, no como una ciudadana ante el presidente de esta gran nación, sino entre un ser humano a otro: no los deje solos. No entregue a estas familias al espanto que viene. Use la atribución que la Ley 21.325 le confiere. Firme la orden. Haga lo humanamente correcto y jurídicamente sólido. A veces, el legado más perdurable no está en las grandes obras, sino en la protección silenciosa de los más frágiles. Esa protección es su última y gran oportunidad de gobernar con coherencia absoluta entre lo que siempre dijo creer y lo que hace.

Con la esperanza puesta en nuestra humanidad compartida y en la fuerza de un Estado que elige proteger,

Atentamente.

Michel-Ange JOSEPH*

Instagram: @michelange.cl

Licenciada en Trabajo Social. Presidenta del Consejo de la Sociedad Civil del Servicio de Migraciones (COSOC-. SERMIG). Presidenta de la Fundación Cónclave Investigativo de las Ciencias Jurídicas y Sociales (CUYS). Integrante del Frente Internacional de Mujeres Afro-Políticas

 

Referencias:

  • Boric Font, G. (2021, 11 de marzo). Discurso de asunción presidencial. Presidencia de la República de Chile.
  • Boric Font, G. (2022, 1 de junio). Cuenta Pública Presidencial 2022. Gobierno de Chile.
  • Boric Font, G. (2023, 1 de junio). Cuenta Pública Presidencial 2023. Gobierno de Chile.
  • Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios (1990). Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. Naciones Unidas.
  • Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). (2023). Informe anual: Situación de los derechos humanos en Chile 2022. Capítulo: Personas Migrantes y Refugiadas.
  • Kast, J. A. (2024). Programa de Gobierno Presidencial 2025-2029. Partido Republicano de Chile.
  • Ley N° 21.325. Ley de Migración y Extranjería. Diario Oficial de la República de Chile, 11 de abril de 2021.
  • Sistema Interamericano de Derechos Humanos. (2019). Principios Interamericanos sobre los Derechos Humanos de todas las personas migrantes, refugiadas, apátridas y víctimas de trata de personas. Resolución 04/19, CIDH.