No permitamos que Palestina caiga en el olvido porque, como decía Mejía Vallejo, alguien (algo) realmente muere cuando le olvidan
No, no y mil veces no, no olvidemos Gaza
No, no y mil veces no, no dejemos de hablar del pueblo palestino
No podemos normalizar la muerte y la violencia
No debemos perder la memoria
No seamos cómplices del silencio
No participemos del genocidio
No le demos pábulo a la vergüenza
No le cedamos voz a la ignominia
No leamos los medios que callan y blanquean los crímenes
No escuchemos los micrófonos que niegan el hambre y el exterminio
No veamos las imágenes que ocultan la tragedia
No aplaudamos la hipocresía
No hagamos de la vida la tumba, ni de la muerte la salvación
No profesemos religiones que matan
No respaldemos ejércitos que todo lo arrasan
No paguemos balas que todo lo aniquilan
No votemos políticos que todo lo corrompen
No comerciemos con empresas que todo lo contaminan
No sigamos alimentando monstruos
No, no y mil veces no a la muerte
No, no y mil veces no a la guerra
No, no y mil veces no a la estulticia
No, no y mil veces no a la barbarie
Vida, paz y justicia
Palestina libre
¡PAZLESTINA!
Blancas son nuestras obras / negras son nuestras batallas / verdes son nuestros campos / rojas son nuestras espadas (Safi al-Din al-Hilli, poeta árabe del s. XIII)













