Miles de afiliados a las organizaciones Cobas, Clap, Sgb y Cub (aunque la USB y realidades estudiantiles como la USB, Osa y “Cambiare Rotta” optaron por una concentración en Montecitorio (a la que se sumaron muchos manifestantes una vez terminada la marcha general) recorrieron Roma pasando cerca de algunos Ministerios y, en primer lugar, frente al Ministerio de Transportes, dirigido por uno de los exponentes más indecentes de este mezquino entramado que tenemos por Gobierno, el más derechista en Italia desde la posguerra.

Una huelga que, sin ambigüedades, se posiciona claramente contra el genocidio en Gaza y el rearme italiano y europeo; razón por la que se sangra y desvían los recursos de suyo destinados a las trabajadoras, los trabajadores, activos y jubilados, y al “Estado del bienestar”, empezando por la sanidad, la escuela y la cultura (*).
Al frente, la pancarta de la «Tripulación de Tierra» contra la economía de guerra. «Stop genocide», mientras otra pancarta de militantes reclama: «Nunca más huelgas separadas». Un gran número de estudiantes de Educacón Secundaria, entre ellos los afiliados a la “Red del Conocimiento” y a los “colectivos autónomos”, se ven muchas banderas palestinas y kurdas.




La reflexión obvia es que las divisiones infantiles entre las organizaciones lastran sin duda el éxito y el potencial de estas movilizaciones. Aunque, con todo, es ya un movimiento que no pierde su pulso vivo y se mantiene imparable.













