El Servel (Servicio Electoral chileno) confirmó que 13 colectividades no alcanzaron el umbral legal para sobrevivir luego de los comicios realizados ayer.
La noche electoral dejó en la oscuridad a los partidos pequeños y con baja representación parlamentaria, disminuyendo notablemente las opciones democráticas futuras y concentrando en las fuerzas mayoritarias en espectro político nacional.
Trece colectividades no lograron superar los requisitos que exige la ley para mantener su existencia: obtener al menos un 5% de los votos en la elección de diputados o elegir cuatro parlamentarios en dos regiones distintas. Con los resultados del Servicio Electoral (Servel) a la vista, la mayoría de estas fuerzas políticas quedan fuera del tablero pese a los esfuerzos de campaña que desplegaron para evitar la disolución.
Entre los afectados aparecen el Partido Acción Humanista y la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), que habían advertido los riesgos de competir fuera de la lista mayoritaria de la izquierda. Acción Humanista obtuvo solo un escaño en la Cámara, el de Ana María Gazmuri; mientras que la FRVS eligió a Jaime Mulet, René Alinco y Miguel Ángel Calisto, este último ingresando ahora al Senado. Aun así, ninguna de las dos colectividades alcanzó los mínimos legales. A este grupo se suman el Partido Humanista, Igualdad, el Partido Trabajadores Revolucionarios, Alianza Verde Popular, el Partido Popular y el Ecologista Verde.
Además perdió su personalidad jurídica el Partido Radical, uno de los más antiguos del país, que tiene sus raíces en el siglo XIX y que gobernó Chile durante 14 años con tres presidencias consecutivas. Demócratas tampoco logró sortear el umbral. Amarillos por Chile, que no consiguió ningún escaño y solo obtuvo un 0,72% de la votación nacional.
Por su parte en la derecha, Evópoli y el Partido Social Cristiano han quedado fuera del escenario legal.
Así, en Chile se reduce el abanico de posibilidades dejando instaladas únicamente a las formas políticas más propias del sistema imperante.
