Más de veinte organizaciones sociales brasileñas se han unido para organizar una flotilla de solidaridad con Cuba, una iniciativa que busca denunciar el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a la isla y reafirmar el apoyo de los pueblos latinoamericanos al proceso soberano del país caribeño.

El anuncio fue realizado desde la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF), sede del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), en Guararema, durante la sesión plenaria nacional del Capítulo Brasil de Alba Movimientos. La flotilla forma parte de las acciones preparatorias rumbo a la IV Asamblea Continental de Movimientos del ALBA, que tendrá lugar en La Habana en mayo de 2026.

Inspirada en experiencias internacionales de solidaridad, como las flotillas humanitarias hacia Gaza, la iniciativa busca enviar un mensaje contundente: romper el silencio ante el bloqueo económico que por más de seis décadas ha afectado la vida del pueblo cubano.

“Será un acontecimiento histórico. Los pueblos no somos espectadores, somos protagonistas de la historia”, afirmó Giovanni Del Preti, miembro de la coordinación nacional del Movimiento Brasil Popular, al destacar la dimensión política del proyecto.

Durante el encuentro, organizaciones como el MST, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y la Marcha Mundial de las Mujeres acordaron que la flotilla será solo una de las múltiples expresiones de solidaridad internacional que se impulsarán en los próximos meses.

Entre las actividades previstas figuran ciclos de debates, exposiciones culturales y jornadas de denuncia pública sobre el impacto del bloqueo estadounidense y otras políticas de dominación económica y política en América Latina.

“Fortalecer la resistencia común frente a la ofensiva imperialista es una tarea urgente. La solidaridad no es caridad, es compromiso político”, señaló Ana Priscila Alves, representante de la Marcha Mundial de las Mujeres, quien subrayó la necesidad de construir mecanismos de apoyo mutuo entre los pueblos del continente.

El encuentro reafirmó además que Cuba, Venezuela, Haití y Palestina continuarán siendo prioridades en la agenda de solidaridad internacional de los movimientos latinoamericanos, como parte de un proyecto de integración autónomo y popular.

Los movimientos también acordaron impulsar un mecanismo de autofinanciamiento para garantizar la participación equitativa de las delegaciones en la Asamblea de 2026. “Autofinanciarnos es un acto de solidaridad y soberanía. No podemos depender de estructuras que condicionen nuestra voz”, agregó Alves.

Desde su creación, ALBA Movimientos ha promovido una agenda antiimperialista y de integración popular en América Latina. La tercera asamblea, celebrada en 2022 en Argentina, marcó la reactivación de los encuentros presenciales tras la pandemia.

La IV Asamblea, prevista para 2026 en Cuba, se centrará en definir estrategias de resistencia frente a la creciente agresión económica y política de Estados Unidos en la región.

“Si a Cuba le va bien, a Brasil también. El internacionalismo no es un discurso, es una estrategia de lucha”, concluyó Del Preti, resaltando el espíritu de unidad que anima la convocatoria.