La organización de derechos humanos Cristosal alertó que El Salvador ha dado un paso hacia el autoritarismo tras la reciente aprobación de reformas a su Constitución, impulsadas por la mayoría oficialista en la Asamblea Legislativa.

De acuerdo con Noah Bullock, director de Cristosal, las reformas permiten la reelección presidencial indefinida, extienden el período presidencial de cinco a seis años y eliminan la segunda vuelta electoral. Para Bullock, estas medidas no representan una modernización del sistema político salvadoreño, sino más bien el cierre de un proceso sistemático de concentración de poder.

“El Salvador se suma a la lista de países con regímenes autoritarios. Estas reformas se traducen en la pérdida progresiva de derechos y libertades fundamentales”, afirmó Bullock, quien además denunció que el contexto en el que se aprueban estas medidas ha estado marcado por la represión a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.

El 31 de julio, la Asamblea Legislativa —controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas y sus aliados— aprobó y ratificó, en un solo día y sin mayor discusión pública, las reformas a los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Constitución.

A nivel internacional, la medida ha generado preocupación. La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) advirtió que este tipo de reformas son parte de un patrón de manipulación constitucional que, a lo largo del tiempo, termina por desmantelar la democracia.

Aunque la reforma habilita al presidente Nayib Bukele para optar a un tercer mandato consecutivo, hasta el momento el mandatario no ha confirmado si se postulará nuevamente.

Cristosal y otras organizaciones defensoras de derechos humanos han llamado a la comunidad internacional a mantenerse vigilante ante el rumbo político que ha tomado El Salvador.