Vinieron por el azúcar, se llevaron el oro, dejaron cadenas

El Caribe no fue una escala, fue un botín

Lo que narramos en la Parte I fue el origen brutal del despojo. La conquista, la esclavitud, el oro robado, el azúcar ensangrentada y el saqueo colonial construyeron las bases de un modelo económico que nunca fue desmantelado. Los imperios se replegaron, las banderas cambiaron, pero el saqueo siguió, solo mutó de forma. Pasó del galeón al banco, del esclavista al empresario, de la encomienda al contrato de zona franca. Y así, el Caribe entró al siglo XX no como región libre, sino como laboratorio del saqueo moderno.

Esta segunda parte no habla de galeones, sino de corporaciones. No de virreyes, sino de dictadores puestos por embajadas. Aquí veremos cómo el Caribe fue convertido en paraíso fiscal, en centro turístico sin alma, en frontera militarizada, en zona de sacrificio ambiental. Cómo se destruyeron economías campesinas, se reprimieron movimientos sociales, se blanqueó dinero a escala global y se blindó la pobreza bajo tratados internacionales. Esta es la otra cara del saqueo, la más reciente y también la más invisible.

1900–1950
El siglo de las corporaciones y la geopolítica del Caribe

La primera mitad del siglo XX no trajo independencia económica, fue el tiempo en que las potencias extranjeras sobre todo Estados Unidos, convirtieron al Caribe en su patio trasero. Las compañías bananeras, azucareras y mineras tomaron el control respaldadas por marines, cañoneras y tratados desiguales. El oro ya no era el único botín pero seguía fluyendo en pequeñas cantidades mientras se consolidaban otras formas de saqueo.

En Cuba tras la intervención estadounidense de 1898 y la enmienda Platt de 1901, la isla quedó atada a Washington. Entre 1900 y 1950 se extrajeron unas 7 toneladas de oro en yacimientos de Oriente y Pinar del Río, por un valor estimado de 490 millones de dólares actuales, pero el negocio principal fue el azúcar: más del 70% de la producción azucarera estaba en manos de compañías estadounidenses como United Fruit y American Sugar Refining. La riqueza salía en barcos, los jornaleros quedaban con hambre.

En Haití la ocupación estadounidense de 1915 a 1934 vació lo que quedaba del país, no hubo una producción aurífera relevante pero sí una sangría financiera. Los impuestos del café y las aduanas eran recaudados por bancos de Nueva York que también controlaban el Banco Nacional de Haití. El equivalente a 1.500 millones de dólares actuales en ingresos fiscales desapareció en pagos de deuda y comisiones bancarias.

República Dominicana ocupada por Estados Unidos entre 1916 y 1924, entregó concesiones mineras a empresas extranjeras. En Cotuí y Sánchez Ramírez se extrajeron cerca de 4 toneladas de oro entre 1910 y 1945, equivalentes a 280 millones de dólares actuales. Al mismo tiempo la United Fruit Company y Gulf & Western controlaban el banano y el azúcar, dejando poco o nada para la economía local.

Puerto Rico convertido en territorio estadounidense en 1898, fue usado como base militar y agrícola. El oro se redujo a una extracción marginal de 0,5 toneladas, por unos 35 millones de dólares actuales, mientras el resto de la economía quedó en manos de corporaciones de tabaco y caña. Las leyes de cabotaje (Jones Act) amarraron toda su economía al comercio exclusivo con EE.UU.

Jamaica aún colonia británica, fue explotada por la Crown Corporation y las primeras mineras de bauxita, que comenzarían su expansión en los años 40. El oro fue casi simbólico, apenas 0,7 toneladas entre 1900 y 1950, con un valor de 49 millones de dólares actuales, mientras las reservas de aluminio eran evaluadas y prácticamente regaladas a compañías británicas y estadounidenses.

El Caribe en esta etapa fue un laboratorio de control corporativo. Las tropas se retiraban pero los contratos permanecían. Los pueblos eran dueños del sudor, no de la riqueza. Y el oro, aunque en volúmenes menores, seguía cruzando el Atlántico en cofres discretos.

1950 a la fecha
Turismo, deuda, paraísos fiscales y saqueo con sonrisa

El Caribe no fue liberado, fue rediseñado. Ya no era necesario ocuparlo con soldados si se podía controlarlo con bancos, cruceros, deuda externa, acuerdos comerciales y consultorías del FMI. Las repúblicas independientes fueron convertidas en repúblicas dependientes. El saqueo cambió de forma pero no de objetivo. Y el oro siguió saliendo, ahora como parte de megaproyectos mineros, muchas veces sin prensa ni registros públicos.

Cuba tras la revolución de 1959 nacionalizó todos los recursos y expulsó a las compañías estadounidenses. El oro dejó de salir pero llegó el bloqueo. Entre 1960 y 2020 Cuba perdió más de 144.000 millones de dólares en ingresos potenciales por restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos, según la ONU. El oro no se llevó en lingotes, se bloqueó en puertos, cuentas, patentes y alimentos.

Haití arrasado por dictaduras, terremotos y misiones extranjeras, fue convertido en un experimento de intervención humanitaria. Desde 1950 se han extraído al menos 8 toneladas de oro en proyectos como Morne Bossa, con contratos opacos que dejaron menos del 2 % para el Estado. Se estima un saqueo de más de 520 millones de dólares actuales solo en ese rubro. Pero el robo principal fue la deuda: entre 1970 y 2020, Haití pagó más de 2.000 millones de dólares a bancos internacionales por créditos que nunca se transformaron en escuelas ni hospitales.

República Dominicana vivió un boom turístico y minero. Desde 1970 la mina de Pueblo Viejo se convirtió en una de las mayores fuentes de oro del hemisferio. Barrick Gold y otras firmas extrajeron más de 160 toneladas de oro, por un valor superior a 10.400 millones de dólares actuales. El Estado apenas capturó una fracción, debido a contratos firmados en dictadura y ratificados por gobiernos democráticos. A eso se suma el turismo que enriqueció a cadenas hoteleras españolas, estadounidenses y canadienses pero dejó salarios mínimos y costas privatizadas.

Puerto Rico no logró zafarse de su condición colonial. Sufrió una crisis de deuda impagable, con una quiebra técnica declarada en 2015. El oro prácticamente desapareció de su subsuelo pero apareció en forma de evasión: más de 35.000 millones de dólares en exenciones tributarias a farmacéuticas, tecnológicas y fondos de inversión. Un saqueo silencioso disfrazado de incentivos y todo bajo administración federal.

Jamaica desarrolló su industria minera de bauxita, pero sin controlar los precios ni las empresas. Entre 1950 y 2020 se extrajeron más de 20 toneladas de oro, concentradas en los últimos 30 años, por un valor superior a 1.300 millones de dólares actuales. Pero la gran riqueza fue la bauxita: más de 80 millones de toneladas, procesadas por Alcoa, Kaiser y otras firmas, generaron más de 20.000 millones de dólares en ingresos brutos, de los cuales Jamaica solo recibió el 10 %. La minería dejó pozos, deudas y pueblos desplazados.

Las cifras del saqueó y el exterminio

1) Antes de 1500
Antes de la llegada de Colón el Caribe estaba habitado por al menos 5 a 6 millones de personas originarias, pertenecientes a las culturas taíno, arawak, caribe, ciguayo y lucaya. Las principales materias primas extraídas por los pueblos originarios eran algodón, tabaco, mandioca, sal marina, perlas, peces ornamentales y oro de aluvión pero a escala local y sostenible. No existía el concepto de extracción masiva ni de exportación industrial. El oro se utilizaba para ornamentación ceremonial. Se calcula que en total, en los siglos previos al 1500, no se extrajeron más de 10 toneladas de oro de los ríos y playas del Caribe, con un valor estimado de 700 millones de dólares actuales. No hubo saqueo externo pero hubo civilización viva.

Población originaria previa a 1500 fue entre 5 y 6 millones. Población originaria en 1500 era intacta. Genocidio aún no comenzaba.

2) 1500 a 1600
Durante el primer siglo de colonización española el oro fue el principal objetivo. Se estima que más de 120 toneladas de oro fueron extraídas de las islas mayores (Hispaniola, Cuba, Puerto Rico y Jamaica) a través de lavado fluvial y esclavitud indígena, con un valor estimado de 8.400 millones de dólares actuales. También se exportaron entre 20.000 y 30.000 toneladas de algodón, 500 toneladas de perlas desde Cubagua y Margarita y al menos 2.000 toneladas de madera tropical. Esta fue la etapa más brutal del exterminio.
El 90% de los pueblos originarios del Caribe fueron asesinados, esclavizados o murieron por enfermedades.
De 5 a 6 millones de habitantes, quedaron menos de 500.000 hacia 1600.

3) 1600 a 1700
Con la extinción casi total de los pueblos originarios el Caribe pasó a ser zona de explotación esclavista y agrícola. Se estima que al menos 300.000 africanos fueron esclavizados en el Caribe en este siglo. En materias primas, las exportaciones fueron: 200.000 toneladas de azúcar, 80.000 toneladas de tabaco, 40.000 toneladas de algodón, 6.000 toneladas de índigo, y madera tropical y caoba por más de 100.000 toneladas, con un valor conjunto que supera los 21.000 millones de dólares actuales.
La población originaria quedó reducida a zonas marginales o totalmente extinta en muchas islas. Hacia 1700, menos de 100.000 indígenas sobrevivían en todo el Caribe.

4) 1700 a 1800
Siglo del máximo rendimiento esclavista. Más de 1,5 millones de personas africanas fueron importadas al Caribe como mano de obra para las plantaciones de azúcar. Exportaciones: más de 1.500.000 toneladas de azúcar, 200.000 toneladas de tabaco, 60.000 toneladas de café, 50.000 toneladas de algodón, y más de 200.000 toneladas de maderas nobles y caoba, por un valor económico que se estima en más de 75.000 millones de dólares actuales.
La población originaria quedó reducida a menos del 0,5% del total en las islas. En Haití, Jamaica y Barbados, los pueblos indígenas eran considerados extintos por los censos coloniales.

5) 1800 a 1900
Con la abolición progresiva de la esclavitud el modelo cambió pero el saqueo continuó. Se estima que entre todas las islas se exportaron en ese siglo: 2 millones de toneladas de azúcar, 300.000 toneladas de ron, 100.000 toneladas de café, 120.000 toneladas de frutas tropicales (piña, plátano, cítricos) y más de 350.000 toneladas de maderas tropicales, con un valor estimado de 130.000 millones de dólares actuales.
La población indígena fue sustituida casi por completo por africanos esclavizados y sus descendientes. Pueblos originarios supervivientes en el Caribe insular: menos de 10.000 personas.

6) 1900 a 1950
Etapa de control estadounidense, neocolonialismo y expansión de empresas bananeras, azucareras y navieras. Exportaciones clave: 5 millones de toneladas de azúcar, 1 millón de toneladas de frutas tropicales, café y tabaco por más de 400.000 toneladas, además de bauxita en Jamaica (desde 1940) y manganeso en Cuba, todo con un valor estimado de más de 180.000 millones de dólares actuales. El Caribe pasó a ser zona de reserva estratégica para EE.UU. y Europa.
La población originaria era ya simbólica: sobrevivían algunos grupos en Dominica, Santa Lucía y partes del Caribe continental. Total: menos de 5.000 personas reconocidas oficialmente como indígenas.

7) 1950 a la actualidad
Los últimos 75 años han sido años de turismo, minería, deuda y extractivismo moderno. Exportaciones acumuladas: más de 12 millones de toneladas de bauxita (Jamaica, Guyana, Surinam), petróleo en Trinidad y Tobago, níquel en Cuba, y más de 25 millones de toneladas de azúcar, frutas y derivados agrícolas. Valor total estimado es de USD 700.000 millones actuales.

Hoy las reservas estratégicas, los puertos, las bases militares y las rutas marítimas siguen bajo control extranjero. La población originaria sobrevive con menos de 3.000 personas reconocidas oficialmente como descendientes taínos o caribes y solo un puñado de lenguas en peligro de extinción.

Las cifras que nunca deben olvidarse y repetiremos en esta columna

1) Antes de 1500 – Materias primas: 10 toneladas de oro ceremonial. Valor estimado: 700 millones USD actuales. Población originaria: 5 a 6 millones. Población final del período: 5 a 6 millones (pre-genocidio).

2) 1500–1600 – Materias primas: 120 t oro, 30.000 t algodón, 500 t perlas, 2.000 t maderas tropicales. Valor estimado: 8.400 millones USD. Población originaria: 5–6 millones. Población final: menos de 500.000.

3) 1600–1700 – Materias primas: 200.000 t azúcar, 80.000 t tabaco, 40.000 t algodón, 6.000 t índigo, 100.000 t madera. Valor estimado: 21.000 millones USD. Población originaria: menos de 500.000. Población final: menos de 100.000.

4) 1700–1800 – Materias primas: 1.500.000 t azúcar, 200.000 t tabaco, 60.000 t café, 50.000 t algodón, 200.000 t maderas nobles. Valor estimado: 75.000 millones USD. Población originaria: menos de 100.000. Población final: virtualmente extinta.

5) 1800–1900 – Materias primas: 2.000.000 t azúcar, 300.000 t ron, 100.000 t café, 120.000 t frutas tropicales, 350.000 t maderas. Valor estimado: 130.000 millones USD. Población originaria: menos de 10.000 sobrevivientes dispersos.

6) 1900–1950 – Materias primas: 5.000.000 t azúcar, 1.000.000 t frutas, 400.000 t café/tabaco, bauxita y manganeso (tonelaje menor). Valor estimado: 180.000 millones USD. Población originaria: menos de 5.000 personas reconocidas.

7) 1950–2025 – Materias primas: 12.000.000 t bauxita, petróleo (sin cifra precisa), 25.000.000 t azúcar y frutas. Valor estimado: 700.000 millones USD. Población originaria: menos de 3.000 personas reconocidas oficialmente, la mayoría sin lengua materna viva

Un continente reducido a plantación, un pueblo borrado del mapa

No fue solo saqueo, fue exterminio. Antes de la llegada de los imperios europeos, el Caribe era un mosaico de culturas, lenguas, pueblos y creencias que vivían de la tierra, del mar y de la memoria. En menos de un siglo el 90% de su población originaria desapareció. Y en menos de cinco siglos desapareció todo rastro físico, lingüístico y espiritual de millones de personas que habían habitado esas islas por miles de años. Se robó el oro, se taló la selva, se extinguió la lengua, se quemaron los dioses, se erradicó un continente vivo y se reemplazó por una plantación.

Las cifras no mienten:
• Más de 70 millones de toneladas de materias primas extraídas del Caribe desde 1500.
• Valor estimado: más de 1,1 billones de dólares actuales.
• Más de 2 millones de personas africanas esclavizadas y usadas como maquinaria de producción.
• Y una población originaria que pasó de 6 millones a menos de 3.000 sobrevivientes oficiales.
Todo esto mucho antes de Hitler, mucho antes de los campos de concentración, mucho antes de Nuremberg. El genocidio en el Caribe fue el primero, fue el modelo y Europa jamás lo juzgó.

Los museos se llenaron, las universidades se enriquecieron, las metrópolis crecieron y el Caribe quedó pobre, turístico y endeudado. El saqueo no es parte del pasado, es el sistema. Y aún sigue operando, con nuevas banderas, con nuevos contratos.

El Caribe moderno es un paraíso para el capital, no para sus pueblos. El oro sigue saliendo, ahora más disimulado, convertido en cuentas offshore, contratos mineros, deuda externa y megaproyectos turísticos. Y las estadísticas muestran que los países que fueron esclavizados, saqueados y despojados hoy encabezan los rankings de pobreza, desigualdad y dependencia. Porque cuando el oro deja de salir en barcos, empieza a salir en planillas.

Y cuando no se lleva el oro, se llevan la esperanza.