El gobierno de Claudia Sheinbaum tiene muchos problemas internos como cualquier gobierno. Ya lo hemos ido explicando en artículos anteriores: resolver la inseguridad, seguir cumpliendo todos los planes de bienestar comenzados por AMLO y aumentados en el Plan México, preocuparse de lo que ocurre en su partido Morena, luchar contra el narcotráfico y otras bandas de delincuentes, designar a sus colaboradores, etc, etc, etc.

Pero ella tiene un problema nuevo que antes jamás existió y que ahora lo tienen todos los países del mundo: lidiar con Donald Trump, lo que para México es muy complicado porque es su mercado natural, vecino y regido por el Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 1994.

1.Los aranceles

Parece que este problema se está transformando en el principal y el más difícil porque un día Trump dice una cosa y al otro día la contraria. Le pone aranceles a todo, después los posterga, luego los quita y al día siguiente los vuelve a poner.

A consecuencia de esto, la incertidumbre causa estragos en las Bolsas de valores.

Obviamente, una de las medidas que se deben tomar en México es fortalecer el mercado interno, lo que ya se está haciendo con el aumento del salario mínimo. Pero la mayor exportación de México hacia Estados Unidos son automotores y las autopartes. Dentro de este rubro, lo más importante son los camiones que aquí se usan menos porque es un país más pequeño y se están priorizando los ferrocarriles. Ellos usan muchos camiones pues es un país más extenso y aunque tienen trenes, éstos no se detienen en cada pueblito. Conocí a unos hermanos chilenos exiliados, que vivieron años en un camión –no tenían casa- trabajando de repartidores por todo el país.

México también podría buscar otros mercados y tendrá que hacerlo: Brasil, toda Latinoamérica, China o el que sea. Pero siempre las ventas van a salir más caras por el transporte. En cambio EE.UU. está al lado, con tres mil y tantos kilómetros de frontera, por lo que es su mercado natural.

Ahora les puso el 17 por ciento de arancel a los tomates –aquí se llaman jitomates- lo que no me parece demasiado grave. Acá tendremos que consumir más y ellos se quedarán sin su adorado ketchup, que se lo ponen a todo. Se cultivan tomates allá, pero no alcanzan para toneladas de ketchup.

Desde luego, la mayoría de los empresarios mexicanos están apoyando al gobierno porque les conviene. No se da cuenta Trump de que no sólo está provocando un terremoto en las relaciones internacionales, que ya no se ajustan a ninguna norma, sino que está influyendo en la política interna de cada país, que tendrá que ir pensando, para bien de todos, en independizarse de Estados Unidos.

Y no son solamente los aranceles que pone o pretende poner Trump lo que afecta a México y a su gobierno. Son muchas otras cosas y se las voy a ir diciendo de a poco

2.Los migrantes mexicanos, que son más de 35 millones, o sea ya tres generaciones: padres, hijos y nietos, muchos nacidos allá. Pero Trump les quiere quitar la nacionalidad por nacimiento.

Todos los norteamericanos tienen ancestros extranjeros, europeos o africanos, porque hay muchos negros. Los que poblaban ese país antes de la colonia eran indios, pieles rojas y otros. Les pongo un ejemplo: personas norteamericanas han ganado 420 premios Nobel, pero de éstas, el 40 por ciento no es nacida en Estados Unidos, la mayoría es oriental.

El gobierno de Claudia se ha preocupado mucho de atender y defender a sus connacionales. Se ha instruido a todos los consulados mexicanos para que los atiendan con todo cuidado. Ella misma les dijo a los inmigrantes en EE UU que se manifiesten para defender sus derechos. Esa declaración fue interpretada de mala fe por la encargada de seguridad de aquel país, que señaló que Claudia les había dado instrucciones para que hicieran manifestaciones violentas, lo que es totalmente falso.

Fíjense que basta que una persona sea un poco más morenita, tenga la piel un poquito más oscura que otras, para que la policía la agarre en la calle, en su trabajo o hasta en su casa y la golpee, la patee en el suelo y luego la mande a la cárcel de los caimanes aunque sea un honesto trabajador.

Claudia es muy cuidadosa en sus relaciones con EE UU porque lo necesita como socio comercial. Quizás piense que a ella le quedan cinco años de mandato y a Trump sólo tres, y que todo el mundo lo tendrá que aguantar esperando que termine. Y yo pienso que a lo mejor su propio partido lo saca antes mediante una acusación constitucional o algo así, porque se está enemistando con el mundo entero y también con sus propios votantes norteamericanos.

3.Las remesas.

El dinero que envían a sus familias los mexicanos que viven y trabajan en EE.UU. son alrededor de unos 400 dólares mensuales por persona y suman cerca de 64 mil millones de dólares anuales, más de lo que produce Pemex y cualquiera otra industria. Ahí pueden ver ustedes cómo el espíritu de familia, la generosidad y la solidaridad humana se manifiestan en los inmigrantes, lo que no ocurre con la gente de allá. A menudo en las familias típicamente norteamericanas, los hijos mayores se van a otro Estado o a cualquier otro lugar y no ven más a sus padres. Si acaso, los llaman por teléfono para Navidad. Eso lo sabemos todos ¿no?

CONTINUARÁ