Por Mauricio Matos, director de SISEMPPA y coordinador del Núcleo Pará de la Auditoría Ciudadana de la Deuda.

El 9 de julio de 2025 cayó una bomba en las redacciones que producen noticias sobre política y economía en Brasil. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, publicó en su red social Truth Social una «carta» dirigida a Lula, presidente de Brasil.

De inmediato, dos temas pasaron a ser el centro de los debates en torno a la «Carta de Trump a Brasil». El primero, y más impactante, fue la amenaza de imponer un arancel sobre las exportaciones brasileras a los Estados Unidos. La carta dice: “A partir del 1º de agosto de 2025, cobraremos a Brasil un arancel del 50 % sobre todas y cada una de las exportaciones brasileras enviadas a los Estados Unidos, independientemente de todos los aranceles sectoriales existentes”.

A continuación, la prensa brasilera dio gran relevancia al primer párrafo de la carta, tratado como un intento de interferencia en el Poder Judicial del país y una fuerte señal de apoyo al expresidente Jair Bolsonaro. Trump escribió: “La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato, incluso por Estados Unidos, es una vergüenza internacional. Este juicio no debería estar teniendo lugar. ¡Es una caza de brujas que debe terminar INMEDIATAMENTE!”.

Casi toda la izquierda brasilera también siguió el camino trazado por los medios burgueses, limitándose a cuestionar solo estos dos temas (el arancel del 50 % y el apoyo a Bolsonaro) y las diversas ramificaciones que se derivan de ellos, como la soberanía nacional, la traición de Eduardo Bolsonaro, etc. Pero hay otros aspectos destacados de igual o mayor importancia en la carta para comprender su verdadero objetivo.

Trump presenta tres motivos para determinar el arancel del 50 % sobre las exportaciones de nuestro país:

1) ataques del Supremo Tribunal Federal “contra las elecciones libres” en Brasil (Bolsonaro inelegible);

2) “violación fundamental de la libertad de expresión” de los ciudadanos estadounidenses (multas impuestas a las empresas de Elon Musk);

3) “aranceles y barreras arancelarias y no arancelarias” de Brasil contra EE. UU.

La carta dice: “En parte debido a los insidiosos ataques de Brasil contra las elecciones libres y a la violación fundamental de la libertad de expresión de los estadounidenses (…), a partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a Brasil un arancel del 50 %”. Y también: “Además, (…) hemos llegado a la conclusión de que debemos alejarnos de la larga y muy injusta relación comercial generada por los aranceles y las barreras arancelarias y no arancelarias de Brasil”.

Y apunta una salida (chantaje): que las empresas brasileras fabriquen productos dentro de los Estados Unidos. O que Brasil “abra su mercado” a los productos estadounidenses.

“Si desea abrir sus mercados comerciales, hasta ahora cerrados a los Estados Unidos y eliminar sus aranceles, políticas no arancelarias y barreras comerciales, tal vez podamos considerar un ajuste en esta carta. Estos aranceles pueden modificarse, al alza o a la baja, dependiendo de la relación con su país”, escribió. Por lo tanto, no es cierto que la amnistía o absolución de Jair Bolsonaro sea la principal concesión para impedir el arancel del 50 %, como intenta hacer creer la servil mayoría de la prensa brasilera.

Pero hay un elemento más, que no se menciona en la carta. Este sí es el principal motivo de preocupación del gobierno de Trump y del imperialismo estadounidense. Algo que se volvió a plantear en la reunión de la Cumbre del BRICS, celebrada en Brasil y que concluyó dos días antes de la publicación de la carta.

Trump, el multimillonario y sus negocios

Donald Trump es el presidente más rico de la historia de Estados Unidos. Según la revista Forbes, asumió su segundo mandato con una fortuna valorada en 6700 millones de dólares, figurando entre los 500 empresarios más ricos del mundo. En enero de 2025, cuando asumió la presidencia de la república, nombró a otros 10 multimillonarios para ocupar puestos importantes en su gobierno.

Por lo tanto, todos sus pasos se dan en función de la posibilidad de obtener más ganancias y más poder. La divulgación de la carta al gobierno brasilerño, por ejemplo, se produjo en Truth Social, una plataforma de redes sociales que busca rivalizar con X/Twitter y Facebook. Lanzada en 2022 por Trump Media & Technology Group (TMTG), sus acciones se revalorizaron casi un 60 % tras el atentado sufrido por Trump durante la carrera presidencial. El multimillonario tiene su propia plataforma de redes sociales para difundir las posiciones del gobierno e interactuar con sus seguidores.

Jair Bolsonaro ¿un poderoso aliado (vasallo)?

Aún no está muy claro qué movimientos entre bastidores llevaron al presidente de los Estados Unidos a escribir el primer párrafo de su carta, en el que elogia a Bolsonaro y pide el fin de lo que califica como “caza de brujas”. Al parecer, sus asesores están mal informados y han sido inducidos a error por empresarios y políticos bolsonaristas que siguen sobrevalorando el poder de los Bolsonaro en la actual coyuntura política de Brasil. O tal vez solo se trate de una cortina de humo para ocultar los verdaderos objetivos de la “carta”.

Bolsonaro se encamina hacia un creciente aislamiento político y pierde cada vez más espacio en la extrema derecha. Los líderes bolsonaristas disputan públicamente su legado político con el objetivo de ocupar su lugar. Incluso con su “mito” amenazado de prisión, las manifestaciones callejeras a su favor son cada vez menores, lo que demuestra que “Seu Jair” sigue perdiendo también el apoyo popular, además de la reducción del apoyo entre los militares de alto rango y los grandes empresarios. En esta situación de decadencia política ¿amenazará el presidente multimillonario la relación con un buen socio comercial como Brasil, por culpa del clan Bolsonaro? No es creíble esta disposición a realizar un mal negocio, salvo que esté recibiendo información falsa que le lleve a una caracterización errónea.

Y, aparentemente, “ha empezado a caer la ficha”. En una entrevista el 15/07/25 en los jardines de la Casa Blanca, respondiendo a preguntas de periodistas brasileros, Trump afirmó: “No es amigo mío. Es alguien a quien conozco. Y lo conozco como representante de millones de personas, brasileros, un gran pueblo”. ¿La reciente operación de registro y confiscación de la Policía Federal en la casa de Jair Bolsonaro y la colocación de un brazalete electrónico harán que Donald Trump ajuste su relación con el expresidente? ¿O provocará una mayor represalia por parte del gobierno estadounidense para ayudar a su supuesto “aliado”? Las respuestas se verán en los próximos días.

¿Por qué Trump amenaza a los BRICS?

No es la primera vez que Trump hace amenazas económicas. El 30 de noviembre de 2024, como presidente electo, anunció: «”Exigimos que estos países se comprometan a no crear una nueva moneda BRICS ni a apoyar ninguna otra moneda que sustituya al poderoso dólar norteamericano, de lo contrario sufrirán aranceles del 100 % y deberán decir adiós a las ventas a la maravillosa economía estadounidense”. El 2 de abril de 2025 anunció que gravaría los productos chinos con un 145 % y ante la reciprocidad anunciada por el Gobierno chino (125 %), el fanfarrón multimillonario subió el tono y habló de tasas del 245 % (16 de abril). Pero debido a la repercusión negativa, comenzó a hablar con más suavidad y señaló aranceles del 80 % (9 de mayo), hasta llegar a finales de mayo imponiendo un arancel del 30 %, con 90 días para negociar un nuevo pacto comercial.

Por lo tanto, no fue una mera coincidencia la divulgación de la “Carta de Trump” solo dos días después de la finalización de la reunión de la Cumbre del BRICS celebrada en Río de Janeiro los días 6 y 7 de julio de 2025. Y poco más de una semana después, Trump volvió a amenazar a los países miembros del BRICS, haciendo comentarios sobre la posibilidad de utilizar una moneda alternativa al dólar estadounidense para las transacciones comerciales entre los países del bloque: “Tenemos este pequeño grupo llamado BRICS, que está desapareciendo rápidamente. Pero los BRICS querían intentar dominar el dólar, el dominio del dólar, el patrón del dólar. Y yo dije: a cualquiera que esté en el consorcio de naciones del BRICS, les vamos a aplicar un arancel del 10 %”.

A continuación, completó la amenaza: “La moneda de reserva es muy importante. Si la perdemos, sería como perder una guerra mundial. Golpeé a los BRICS muy, muy duro. Si algún día se convierten en algo significativo, acabarán muy rápido”. Esta frase es muy reveladora sobre cómo actuará el imperialismo estadounidense si su dominio mundial sobre la economía se ve amenazado.

En una entrevista concedida a la filial brasilera de un canal de televisión norteamericano el 18/07/25, el exdirector general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, afirmó que “la pérdida del uso del dólar como moneda de valor internacional es un golpe mortal para la economía estadounidense (…) decir eso es casi una declaración de guerra”.

¿Se acerca el fin del patrón dólar?

En 2011, cuando el patrón dólar cumplió 40 años, un artículo del periódico británico The Financial Times afirmaba que era improbable el regreso del patrón oro, pero advertía que el mercado mundial del oro estaba “reclamando su lugar en el centro del sistema financiero”, mientras que el dólar se encaminaba hacia la estancamiento.

Y esta transición hacia un nuevo patrón monetario internacional está en marcha, aunque no hay consenso entre las principales economías mundiales sobre el camino a seguir. En el caso de Brasil, desde 2014 el Banco Central utiliza el SML (Sistema de Moneda Local), un sistema de pagos internacionales que permite realizar transacciones comerciales y financieras entre Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, utilizando las monedas de estos países. Y en agosto de 2023 se realizó la primera transacción comercial entre Brasil y China sin involucrar al dólar estadounidense, utilizando únicamente el real y el yuan, para la exportación de 43 contenedores de celulosa al país asiático.

La creación de un sistema que permita el uso de las monedas locales de los países miembros del BRICS parece ser la alternativa más concreta en desarrollo hoy en día, mientras la posibilidad de instituir una moneda única se presenta más como una bravuconada. Por otro lado, la creciente reducción de la participación del dólar en las reservas internacionales de los bancos centrales es un hecho que llama la atención. Según los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Composición en Monedas de las Reservas Cambiarias Oficiales (COFER), las reservas de dólares estadounidenses han caído del 70 % (1999) al 58 % (2024).

Por otro lado, en los últimos cinco años se ha producido una nueva «fiebre del oro». Según un informe reciente del Banco Central Europeo, en 2024 el oro superó al euro como segundo activo de reserva mundial, alcanzando el 20 %, frente al 16 % de la moneda única del Viejo Continente.

Ni Bolsonaro, ni el STF. La verdadera preocupación de Donald Trump al escribir sus cartas y hacer amenazas arancelarias en todo el mundo es la crisis (¿terminal?) del dólar como moneda de referencia internacional.

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