La Presidenta de México tiene apellidos, pero para todos es Claudia. Seguramente hay muchas Claudias, pero para el pueblo  mexicano, Claudia es Claudia.

Cuando llegamos al exilio en México, sólo estaba del PRI (Partido Revolucionario Institucional, porque aquí  todos son revolucionarios) El PRI era México, era el gobierno, era el dinero, era el poder, era el trabajo, era todo. Se organizaba en grupos, fracciones o como se quiera llamarlas, existía el grupo de tal y el de grupo de cual. Las diferencias no eran políticas, sólo eran grupos de amigos ligados por cuestiones personales, familiares u otras.
Todos los que se interesaban por la política se metían al PRI. No había nada más. El Partido Comunista Mexicano (PCM) se fundó en 1919 y dejó de existir como partido independiente en 1981 cuando se fusionó con otros grupos. Y luego desapareció.

Pero había personas de izquierda que en 1989 crearon el PRD (Partido de la Revolución Democrática: ya les dije, por acá todos son revolucionarios). Ahí estaba Andrés Manuel López Obrador, AMLO, a quien siempre hemos llamado el Peje, aunque a él no le gusta porque se refiere al pejelagartu, un animalito de su Estado de Campeche. También estaba en el PRD Cuauhtemoc Cárdenas, que fue candidato presidencial dos veces, en 1994 y 2000 pero salió derrotado.

En el año 2000 hasta 2006, AMLO fue elegido Jefe de gobierno (equivalente a Alcalde) del Distrito Federal, como se llamaba antes la Ciudad de México. Pero la derecha, el PRI, sorprendidos y escandalizados, lo atacaron con furia. Hasta intentaron desaforarlo por haber abierto una calle que permitía la entrada a un hospital, pero finalmente el desafuero no prosperó. Fue una lucha muy dura en que los chilenos exiliados también estuvimos.

Ya muy conocido en todo el país, fue candidato presidencial en 2006 y en 2012, oportunidades en que lo vencieron con malas artes, trampas que eran normales en México. Pero la tercera fue la vencida: ganó la presidencia en 2018 en forma arrolladora: 30 millones de votos contra 12  millones de su contrincante. Ahí no hubo fraude posible.

Y al terminar su sexenio, la candidata a la sucesión fue Claudia.

Muchos desconfiaban un poco del nuevo gobierno, porque pensaban que AMLO lo había hecho todo y que como él no habría dos. Pero el Peje se fue a una pequeña quinta que tiene en Chiapas y se llama “La Chingada” y nunca más dio señales de vida. Ese fue su compromiso y lo ha cumplido a pie juntillas.

Entonces Claudia se las ha tenido que batir sola, tiene ministros, ayudantes y consejeros, pero la responsabilidad es exclusiva de ella y así lo dice.