En su octava sesión legislativa de 2025, el Congreso Nacional de Honduras aprobó un nuevo endeudamiento superior a los 359.9 millones de dólares, destinados a programas de reparación de la red vial nacional, fortalecimiento del sistema agroalimentario y recuperación del ecosistema, particularmente en la zona del Lago de Yojoa.

La aprobación incluye seis contratos, destacando uno por 187 millones de dólares con la Asociación Internacional de Fomento, destinado principalmente a la mejora de la infraestructura vial en los corredores CA4 y CA13. Asimismo, se ratificó otro acuerdo financiero con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), orientado a la revitalización ecológica del Lago de Yojoa y al impulso del sector agroalimentario.

La decisión ha generado un intenso debate político. Marco Midence, diputado del Partido Nacional y exfuncionario en el gobierno de Juan Orlando Hernández, criticó duramente el nuevo endeudamiento. Según Midence, este tipo de decisiones incrementan el peso del servicio de la deuda pública, que ya compromete gravemente las finanzas nacionales.

“El endeudamiento está asfixiando al país y no se ven resultados concretos. Las promesas de nuevos hospitales y represas no se han materializado. En la zona norte, los ejes carreteros siguen destruidos”, denunció el legislador.

En contraste, el diputado German Altamirado, del partido Libertad y Refundación (Libre), defendió la medida afirmando que estas inversiones buscan mejorar la calidad de vida de las familias hondureñas. “Estamos invirtiendo en obras públicas, energía sostenible y recuperación ambiental. Es un paso hacia adelante”, aseguró.

El Congreso dejó pendiente para segundo debate otro préstamo por 80 millones de dólares con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), que se sumaría al paquete de financiamiento aprobado recientemente.

A este contexto se añade la posible adquisición de un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), estimado en 400 millones de dólares, en el marco de la tercera revisión del programa monetario acordado con dicho organismo.

En un análisis presentado por Radio Progreso, el economista Ismael Zepeda Galo expresó su preocupación por el nivel creciente del endeudamiento externo del país, el cual ya supera los 10 mil millones de dólares. Zepeda advirtió que la deuda total ha alcanzado los 22 mil millones, y en un año electoral, el riesgo de un uso político de los recursos se acentúa.

“El endeudamiento no debe demonizarse, pero debe analizarse con responsabilidad. Hoy el servicio de la deuda ya supera los 67 mil millones de lempiras anuales, lo que representa más que los presupuestos para salud, educación e infraestructura combinados”, explicó el economista.

También cuestionó la coherencia del gobierno en materia energética. “Se habla de descarbonización de la ENEE con un préstamo de 700 millones de dólares por bonos soberanos, pero siguen aprobando contratos de generación con diésel”, añadió.

Zepeda concluyó señalando que el Congreso Nacional ha asumido un rol pasivo frente a las decisiones del Ejecutivo. “No puede convertirse en una simple ventanilla de aprobación. Se requiere debate técnico, análisis financiero y evaluación del impacto real de cada préstamo”, finalizó.

Mientras el país enfrenta crecientes necesidades de inversión pública, el dilema entre desarrollo y sostenibilidad fiscal se hace cada vez más urgente. Expertos y ciudadanos demandan mayor transparencia, control legislativo y rendición de cuentas sobre el uso de los recursos adquiridos mediante endeudamiento externo, para evitar comprometer el futuro financiero de Honduras.