Durante cuatro meses, la Casa Republicana de la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) de Bogotá presentó la muestra de fotografía Lente africana.

Aunque la exposición cerró el pasado mes de abril, no está de más introducirnos en ella para acercarnos a la realidad del continente africano y observar sus proximidades con las raíces de la afrocolombianidad.

Instantáneas para reflexionar sobre la diversidad cultural presente en la herencia afroamericana de Colombia, dos territorios con historias compartidas y no por ello conocidas que enfrentan dos realidades muchas veces y mucho tiempo ignoradas.

Las cincuenta y seis fotografías de la exposición Lente africana pertenecen a la colección del Museo de Bellas Artes de Houston (MFAH, EE. UU. ) donde la muestra estuvo expuesta de febrero a noviembre de 2020 y que se trasladó a Colombia para ser presentada en la Casa Republicana de la BLAA de Bogotá de diciembre de 2023 a abril de 2024.

Son imágenes que dan cuenta de la práctica fotográfica de un grupo de artistas subsaharianos de la segunda mitad del siglo XX que miran la realidad del continente africano a través del objetivo de sus cámaras y a las que les une un objetivo común: el uso de la cámara fotográfica como herramienta para la lucha en un continente cuyas naciones fueron “construidas” en despachos europeos y cuyos límites se repartieron en función de los intereses de los países colonizadores.

Con estas fotografías, que no saben de geografía ni de fronteras, los artistas africanos nos enseñan sus esfuerzos por “ser” ellos y “estar” como protagonistas, como sujetos activos en esos duros momentos del paso de la violencia colonial (y poscolonial) al reconocimiento de la propia identidad.

Son lo que se podría denominar fotografías aspiracionales, intentan mostrar las aspiraciones de unos artistas que asieron la cámara para darse a conocer a partir de sus anhelos como seres humanos libres e independientes. Imágenes para pensar otro mundo a través de sus deseos de representación, para soñarse siendo otros, siendo visibles. Las preguntas que nos dejan estas fotografías africanas son: ¿cómo nos ven?, ¿cómo nos vemos?

La cultura, la sociedad, la política y, sobre todo, la identidad están reflejadas en estas instantáneas procedentes de fotógrafos de Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo, Malí, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Zimbabue. Son artistas que, como recoge la guía de estudio que acompañó la exposición, “adoptaron la fotografía como una forma de expresión para contar sus propias historias y representar su propia realidad. Este deseo de reapropiación, de control sobre su propia imagen, explica la relevancia del retrato, especialmente de los estudios fotográficos [que] se transformaron en un espacio de libertad”.

Foto de Iñaki Chaves

Leonce Raphael Agbogelou, Jean Depara, Andrew Esiebo, Samuel Fosso, Pieter Hugo, Seydou Keïta, Oumar Ly, Hamidou Maiga, Ima Mfon, Baudouin Mouanda, Sam Nhlengethwa, Zanele Muholi, Okhai Ojeikere, Sanlé Sory, Malick Sidibé, Guy Tillim o Iké Udé retratan la realidad de un continente diverso cada uno desde su personal mirada sobre su sociedad y el mundo y su propia perspectiva, pero se podría decir que en todos ellos se constata el uso de la fotografía como una forma de “activismo visual” para representar la complejidad de las muchas identidades, de género, clase social o etnicidad, que habitan un continente tan amplio y diverso.

A pesar del desconocimiento general sobre la fotografía africana, es de destacar que una imagen de Malick Sidibé, “Nuit De Noel” (Mali, 1963) expuesta en esta muestra, formó parte del listado de las cien fotografías más influyentes de la historia elaborado en 2016 por la revista Time.