La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que Brasil propone impulsar en el G20 durante su presidencia temporal en el grupo, empezó a perfilarse esta semana con la tercera reunión del grupo social que finalizó hoy en la ciudad brasileña de Teresina, capital del estado de Piauí (noreste).

Después de concluir la reunión, el ministro brasileño de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias, y el gobernador de Piauí, Rafael Fonteles, hablaron a la prensa sobre los resultados de los trabajos. El coordinador del grupo de trabajo de la vía financiera del G20 para la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, Thiago Lima, también aclaró dudas sobre la iniciativa.

«Hemos alcanzado una convergencia total sobre el modelo de la Alianza en cuanto a las declaraciones de compromiso y los documentos que se analizarán en la reunión ministerial de julio, cuando se lanzará formalmente la alianza», explicó Dias.

«Una de las ventajas de la Alianza es que es lo suficientemente flexible como para movilizar diferentes tipos de financiación de acuerdo con las posibilidades legales y presupuestarias de cada país», afirmó Thiago Lima.

El coordinador explicó que la cesta de políticas públicas basadas en la evidencia es uno de los atractivos de la Alianza.

«Tienen un historial probado en términos de evidencia. Los países miembros pueden optar por utilizar las donaciones para apoyar estas políticas públicas probadas, lo que reduce la incertidumbre de los interesados en apoyar la lucha contra el hambre y la pobreza», comentó.

La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza volverá a reunirse el 24 de julio en Río de Janeiro. El G20 es el grupo que reúne las 19 mayores economía del mundo, además de la Unión Europea y la Unión Africana, y que Brasil preside desde el 1 de diciembre pasado hasta el próximo 30 de noviembre.

 

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