En busca de una definición

En los últimos cuatro o cinco años, como casi todo el mundo, he tenido la sensación de que se había producido una especie de gran cambio, una especie de cambio radical que no he sido capaz de definir. Sin duda, hubo acontecimientos que destacaron. Vino la presidencia de Trump, luego la pandemia de COVID, siguen las tremendas guerras en Ucrania, en Gaza y en otros lugares, etc.. Sin embargo, ninguno de estos fenómenos fue suficiente para sostenerse, por sí mismos o en conjunto con otros, como respuesta satisfactoria a mi inquietud.

¿Socialismo invertido?

Hace dos años escribí un artículo para Pressenza titulado «Hemos entrado en una era poscapitalista». (1) En ese escrito mencioné que me había estado refiriendo a finales de la década del 2010 y principios de la del 2020 como una era de socialismo invertido. En esta era, en la que todavía estamos, los pobres y la clase media asumen la mayor parte de la carga fiscal, mientras que los más ricos entre los ricos a menudo pagan pocos impuestos o incluso ninguno. Al mismo tiempo, durante los últimos años, la brecha de riqueza entre los súper ricos y todos los demás ha crecido a tasas que nunca antes se imaginaron como posibles.

El tecnofeudalismo

Me conformaba con llamar a este fenómeno socialismo invertido hasta que descubrí un vídeo en YouTube en el que el economista griego y escritor Yanis Varoufakis menciona el término «tecnofeudalismo». En los primeros minutos de su descripción de este término supe que estaba escuchando una articulación notablemente clara de lo que pronto se convertiría en una observación y teoría socioeconómica referencial.

Los Cloudalistas y el Capital Nube

El nuevo libro de Varoufakis «Tecnofeudalismo: Lo que mató al capitalismo», publicado a finales del 2023, es una descripción bellamente escrita de cómo toda la economía mundial ha pasado del capitalismo a un nuevo tipo de feudalismo sólo en los últimos años. Lo que tenemos ahora es un puñado de lo que Varoufakis llama «cloudalistas» que controlan el «capital en la nube». Estos señores tecno-feudales poseen las plataformas en la nube existentes (Amazon.com, Facebook, Google Cloud y algunas otras) a las que todos los demás capitalistas deben pagar el cuarenta por ciento de sus beneficios para poder hacer negocios en las nubes de estos «cloudalistas». Estos nuevos señores de la nube tecno-feudales simplemente se sientan y cobran el alquiler de sus vasallos capitalistas que ahora forman parte de la recién lograda servidumbre de los cloudalistas. Una servidumbre que consiste en los 7.500 millones de personas como nosotros.

El fin del afán de lucro

Por primera vez en la historia, sorprendentemente, el beneficio ya no es la fuerza motriz de la economía de mercado mundial. Esto quedó claro por primera vez hace unos años, el 12 de agosto del 2020. Temiendo que se produjese una repetición de lo del 2008 durante la pandemia, un enorme montón de dinero fue (de nuevo) impreso y puesto en circulación por la Fed. Este dinero terminó siguiendo el camino de menor resistencia hacia los súper-ricos, como lo había hecho en el pasado. Excepto que esta vez se produjo una diferencia gigantesca en los resultados. Al darse cuenta de la falsa valoración del capital en papel como resultado de la continua sobre-impresión masiva, «‘cloudalistas’ como Jeff Bezos y Elon Musk actuaron rápidamente, cambiando felizmente su capital de papel por lo que acabaría siendo un extractor de valor mucho mayor: el ‘Capital Nube'». (2)

Beneficios para los perdedores

Tanto Bezos como Musk se dieron cuenta de que los beneficios se habían vuelto irrelevantes y que el capital de papel sobre el que estaban sentados sus compañeros multimillonarios pronto perdería gran parte de su inflado valor. Sabían que lo más importante era aprovechar esta oportunidad para establecer un dominio total del mercado. En el 2021, un informe financiero oficial publicado por Goldman Sachs ilustraba perfectamente cómo esta nueva toma de poder emancipaba al capitalismo de los beneficios. El informe presentaba a un pequeño grupo de capitalistas «deficitarios» que habían usurpado efectivamente el control del mercado.

El golpe de efecto de Bezos y Musk en el 2020

Entre el 2017 y el comienzo de la pandemia, las empresas cloudalistas deficitarias vieron aumentar el valor de sus acciones un 200%. A mediados de la pandemia, el valor de sus acciones subió otro 300%. En el 2020, Amazon, la empresa de Jeff Bezos, tuvo el año más explosivo de su historia, registrando lo que habrían supuesto 44.000 millones en beneficios. Sin embargo, Bezos no pagó impuestos ese año, al registrar un margen de beneficios de cero. Elon Musk hizo algo muy parecido en el 2020, cuando el precio de sus acciones subió un 743% a finales de año. También registró un margen de beneficios ligeramente inferior a cero.

La nueva burguesía de la nube

Con lo que habrían sido casi 100.000 millones en beneficios combinados en el 2020, Bezos y Musk invirtieron una gran parte de su capital recién impreso en granjas de servidores, cables de fibra óptica, laboratorios de inteligencia artificial, almacenes gigantescos, desarrolladores de software, ingenieros de primera categoría, etcétera. En un entorno en el que el beneficio había sido sustituido por billones de capital recién impreso como motor de la economía, los cloudalistas aprovecharon la oportunidad para crear un nuevo imperio. El debilitamiento de uno de los principios básicos del capitalismo, el ánimo de lucro, era total. Había nacido una nueva Cloud-Gentry.

Los tres grandes

Hubo otro grupo de uber-señores que surgió simultáneamente con los mencionados cloudalistas. Tres empresas estadounidenses con poderes que superan a todos los capitalistas terrestres juntos, Blackrock, Vanguard y State Street (Los Tres Grandes) son ahora los dueños efectivos del capitalismo estadounidense. Poseen todas las principales aerolíneas de Estados Unidos, la mayor parte de Wall Street, JP Morgan Chase, Welles-Fargo, Bank of America, City Group y también los fabricantes de automóviles como Ford y General Motors. Juntas, estas tres empresas son los mayores accionistas individuales del 90% de las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Entre ellas, Apple, Exxon Mobil, General Electric y Coca-Cola.

Veintidós billones

Blackrock gestiona 10 billones de dólares en inversiones, Vanguard 8 billones y State Street 4 billones. Eso equivale a la renta nacional total de Estados Unidos y también a la suma de la renta nacional de China y Japón. Nada de esto habría sido posible sin los billones y billones de dólares que se han impreso y bombeado al sistema desde el 2008. La parte del león de este dinero se acumuló en manos de estos tres conglomerados y de los ya mencionados cloudalistas, que capitalizaron el nuevo modelo «deficitario». La adquisición sin precedentes de la mayoría del mercado por parte de estas tres empresas les ha permitido cobrar unos alquileres de la nube tan exorbitantes como los de los mencionados «cloudalists».

Algoritmos, etc…

Hay aspectos importantes de este cambio radical del capitalismo al tecnofeudalismo que nos llevaría otras tres o cuatro páginas desarrollar aquí. En primer lugar, China también tiene un centro competitivo en la nube que Varoufakis considera que es la verdadera causa de los constantes intentos de EE.UU. de provocarles un conflicto.

Además, está la cuestión de cómo cada uno de nosotros estamos entrenando y siendo entrenados por nuestros artilugios y el algoritmo. Recomiendo encarecidamente el libro de Yanis si uno quiere enterarse de todo. Además de ser innovador e informativo, se lee y/o escucha sin problemas. Ahora estoy escuchando la versión en audio del libro, narrada por el propio Varoufakis. No tengo palabras para describirlo. (3) El libro ha aclarado algunas cosas que me parecían bastante opacas antes de leerlo. Y a pesar de lo oscuro que suena el tema a primera vista, hay algo esperanzador y extrañamente edificante entre sus páginas. Si no fuera así, no lo recomendaría tan rápidamente.

Por último

Voy a apostar que, en este punto del juego, la mayoría de los que han leído hasta aquí este artículo no necesitan que se les alerte sobre el hecho de que las narrativas que están siendo impulsadas por los medios de comunicación corporativos están siendo moldeadas y cuidadas por los señores de la nube antes mencionados, quienes poseen TODOS los medios de comunicación y publicaciones dominantes existentes. También voy a apostar que la gran mayoría de ustedes saben, a este punto, que todos los políticos de los dos principales partidos políticos de EE.UU. son portavoces del complejo militar-industrial corporativo, que también está íntimamente ligado y financieramente en deuda con estos señores tecno-feudales.

CITAS:

1. https://www.pressenza.com/2022/04/we-have-entered-a-post-capitalist-era/

2. Capítulo 4, p. 137, Varoufakis, Yanis, Melville House 2023, «Technofeudalism: Lo que mató al capitalismo»

3. https://www. youtube.com/watch?v=gioEct6Kexs