El 16 de septiembre de 2023, Mali, Níger y Burkina Faso firmaron la Carta Liptako-Gourma,  estableciendo una nueva alianza entre estos tres estados africanos francófonos del Sahel. Una alianza que sentó las bases para cambios aún mayores.

En diciembre, el líder del gobierno revolucionario de Níger anunció en la televisión nacional nigerina el objetivo compartido por Níger, Malí y Burkina Faso de establecer una alianza no sólo militar y política, sino también monetaria: «Más allá del ámbito de la seguridad, nuestra alianza debe evolucionar en el ámbito político y el ámbito monetario».

Los tres países, y otros cinco de la región, utilizan actualmente el franco CFA de África Occidental, una moneda vinculada al euro y que los críticos consideran un legado de la dominación colonial francesa.

El líder de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, hablando en la televisión nacional burkinesa los mismos días, también insinuó la alianza económica entre los países: «La Alianza de Estados del Sahel es una alianza de defensa a priori, pero evolucionará hacia una alianza económica y mucho más».

En noviembre de 2023, los ministros de Economía de los tres Estados emitieron una declaración conjunta en la que recomendaban la creación de un comité de expertos para estudiar la cuestión de la unión económica y unión monetaria. Se trata de una iniciativa histórica para restablecer su soberanía monetaria mediante la creación de una moneda común denominada «Sahel». Esta decisión supone una ruptura de los acuerdos con Francia.

Francia sigue siendo una potencia racista y colonial que mantiene una relación colonial con 14 países africanos (Camerún, Chad, Gabón, Guinea Ecuatorial, Rep. Centroafricana, Rep. del Congo, Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea-Bissau desde el 2 de mayo de 1997, Malí hasta 1962 y a partir de 1984, Níger, Senegal, Togo) a través del Franco CFA, la moneda impuesta hace unos 80 años. La divisa fue creada a instancias de De Gaulle quien, al conceder falsas independencias a los países africanos, en realidad los mantuvo bajo la influencia francesa cuando, el 26 de diciembre de 1945, ratificó los Acuerdos de Bretton Woods, rehabilitando el mecanismo monetario que en 1939 Hitler había impuesto a Francia, permitiendo que Alemania se apoderara casi gratuitamente de todas las riquezas francesas.

El Franco CFA se creó en 1945 con el nombre de Franc des Colonies Françaises d’Afrique, abreviado FCFA, junto con el Franco CFP, Franc des Colonies Françaises du Pacifique, que más tarde se convertiría en Change Franc Pacifique.

En  1958, el Franco de las Colonias Francesas de África cambió su nombre por el de «Franco de la Comunidad Francesa de África», que más tarde pasó a denominarse Comunidad Financiera Africana (CFA). En la actualidad, el franco CFA representa dos monedas distintas que no son intercambiables: el Franco de la Comunidad Financiera Africana (XOF) en el caso de la UEMOA, emitido por el BCEAO (Banque Centrale des États de l’Afrique de l’Ouest) y el Franco de la Cooperación Financiera de África Central (XAF) para la CEMAC emitido por la BEAC (Banque des États de l’Afrique centrale).

Aunque el franco CFA lo imprimen los dos bancos centrales respectivos, a cambio del régimen de tipo de cambio fijo, Francia exige que estas naciones deriven al Tesoro francés el equivalente al 50% de sus exportaciones. Con la excusa de ser garante de la convertibilidad del franco CFA, primero en francos franceses y luego en euros, Francia exigió el 100% hasta 1963, luego el 65% y finalmente el 50% a partir de 2005 de las reservas de divisas de todos esos países. Estos deben concentrar todas sus reservas en los Bancos Centrales, que a su vez transfieren el 50% de las reservas al Tesoro francés (no al Banco Central francés) en los Count du Operation (que son tres, uno por cada zona monetaria) colocados bajo secreto de Estado.

Esto significa que el Tesoro francés actúa como una entidad de crédito, es decir, un banco, y tiene esa disponibilidad a través de las divisas mientras los países africanos viven su independencia monetaria bajo chantaje.

Los países africanos tienen que pagar a cambio el 50% de sus exportaciones al Tesoro francés a cambio de francos CFA y así nunca tienen suficiente liquidez para desarrollarse.

Por ello, los gobiernos revolucionarios de Malí y Níger han hecho saber que tienen la intención de poner fin, en los próximos meses de 2024, a los acuerdos fiscales coloniales concluidos hace décadas con Francia. En un comunicado conjunto, las autoridades de ambos países explicaron su decisión debido a la «persistente actitud hostil» de Francia hacia sus países y al «carácter desequilibrado de estos acuerdos, que han supuesto una importante pérdida financiera para Malí y Níger».

«Nuestros países se han dado cuenta de que no tienen otra opción. Recordamos la reunión entre Ouattara, Macron y el ministro de Asuntos Exteriores de Nigeria. Al final de la reunión, Macron declaró que no habrá negociaciones con Níger hasta que Bazoum sea liberado. Ya ves cómo era él el que tiraba los hilos. La moneda es un instrumento de soberanía y hasta que no gestiones tu moneda, no eres soberano»,  comentó Issoufou Boubacar Kado, politólogo y analista de finanzas públicas, a los medios de comunicación locales.

 

Fuentes: https://www.africarivista.it/stop-al-franco-cfa-eredita-coloniale-i-regimi-golpisti-del-sahel-progettano-una-nuova-moneta/225019/

5º Día del Trabajo y de la Libertad de los Pueblos. África-Francia: el colonialismo en el tercer milenio.  Encuentro con camaradas del PCI de Brescia, exponentes del Frente Popular Marfileño, Bernard Doh y Richard Monsio, en el que exponen la dinámica del colonialismo francés en África Sudoriental y Ecuatorial. https://www.youtube.com/watch?v=gMJ_-RHV9uQ&t=217s