Los iraníes se despiden del otoño con una de sus fiestas más tradicionales, con una historia milenaria que conmemora el solsticio de invierno.

El pueblo iraní celebra una de sus más antiguas fiestas. La noche de Yalda, una tradición milenaria que conmemora el solsticio del invierno y la llegada paulatina de días con mayor presencia de luz solar.

Esta noche, los iraníes permanecen en vela durante hasta el día siguiente. Es costumbre celebrarlo entre familiares y amigos. Las protagonistas en la mesa familiar en la noche de Yalda son la sandía y la granada. A ellas se les atribuye buena salud y bendición para la estación que recién llega.

Este año la noche de Yalda transcurre desde la puesta del sol del 21 de diciembre, el último día de otoño, y la salida del sol del día siguiente, el 22 de diciembre, el primer día del invierno boreal.

Yalda en idioma siríaco significa nacimiento y honraba a Mitra, la diosa de la luz. A partir de esta noche, los días empiezan a alargarse.

No hay reglas que rijan la celebración de Yalda, cada nación y etnia lo festeja a su manera. Esta tradición se celebra también en Azerbaiyán, Tayikistán, Afganistán, Pakistán, las áreas kurdas y algunas zonas de Turquía.

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