El telescopio espacial James Webb de la NASA ha ofrecido una visión detallada de los restos de la supernova Casiopea A, ubicada a 11 000 años luz de la Tierra.

Las imágenes, capturadas en luz infrarroja cercana, muestran cómo la estrella en explosión se fragmentó, dejando filamentos semejantes a diminutos fragmentos de vidrio.

La investigación liderada por el astrónomo Danny Milisavljevic revela nuevos detalles sobre la explosión, transformando nuestra comprensión de este evento cósmico.

La luz de la supernova, que ocurrió hace unos 340 años, ha permitido a los científicos analizar la formación de elementos pesados en el universo.

Además, la imagen destaca una intrigante característica conocida como “Baby Cas A”, un eco de luz ubicado a unos 170 años luz detrás de la supernova principal.

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