El próximo 14 de enero es la fecha señalada para la posesión del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo. Organizaciones y movimientos sociales, especialmente indígenas y campesinos, sostienen desde inicios de octubre plantones, movilizaciones y paros, denunciando las constantes maniobras del Ministerio Público y su titular, Consuelo Porras, para impedir que el nuevo gobierno asuma funciones.

Si bien los resultados electorales no están en cuestión de acuerdo con reiteradas declaraciones de la presidente del Tribunal Supremo Electoral, Blanca Alfaro, quien ratificó que tales resultados están completamente validados y son inalterables, después de las elecciones y ante un resultado que las fuerzas en el poder no esperaban, los intentos por impedir el proceso de transición han sido múltiples y, desde diferentes organizaciones nacionales e internacionales, se señala también al presidente saliente, Alejandro Giammattei como responsable de este difícil proceso postelectoral.

A pesar de que las movilizaciones han ido logrando, poco a poco, frenar todos estos intentos, no bajarán la guardia hasta que la posesión del nuevo equipo de gobierno suceda y, sobre todo, hasta que su mayor demanda sea aceptada: la salida de la Fiscal General Consuelo Porras. Por ello, han convocado a la denominada Posada por la Democracia que dio inicio el lunes 18 de diciembre y se mantendrá durante las próximas cuatro semanas. La Posada por la Democracia inició su recorrido frente a la sede la Fiscalía General y continuará hacia las diferentes sedes de instituciones del Estado, en un recorrido pacífico y no violento.

Sin embargo, en las más recientes manifestaciones se evidenció con fuerza la respuesta represiva de las fuerzas del orden y es por ello que las autoridades indígenas y líderes sociales hacen un llamado insistente a evitar toda provocación que pueda servir de argumento para acciones violentas. Mientras tanto, el presidente electo ha confirmado que se están dando pasos en firme para la transferencia de responsabilidades en el aparato estatal y anunció, entre otras medidas iniciales de su próximo mandato, el fin del período de la fiscal Porras y el aumento de salario para los trabajadores, dando así señales de nuevos caminos para la democracia guatemalteca.