El pasado miércoles 20 de diciembre, la población congoleña fue a elecciones. Los resultados finales aún no se conocen y la oposición anuncia movilizaciones.

Los movimientos y partidos opositores denuncian múltiples irregularidades en el proceso electoral calificándolo de «farse2 y el gobierno ha declarado que prohibirá cualquier manifestación, como la anunciada para el miércoles 27 porque, de acuerdo con voceros oficiales «el único objetivo es socavar el proceso electoral».

Las semanas previas al 20 y 21 de diciembre, días de la votación, ya se habían observado y denunciado diversas situaciones, vinculadas particularmente con la situación de violencia en el Este del país que, de hecho, impidió que se llevaran adelante las votaciones en esos territorios.

Durante la propia jornada electoral, la apertura tardía de mesas de votación, la ausencia de custodia para el traslado de las urnas y papeletas a regiones alejadas, el cierre temprano de otras mesas, fueron algunas de las irregularidades denunciadas en estas elecciones generales en las que el actual presidente, Félix Tshisekedi busca ser reelegido por segunda vez en el cargo.

Los resultados parciales le dan amplia ventaja al Tshisekedi, aunque urnas no se han abierto aún todas las urnas. Las tensiones entre la oposición y el gobierno aumentan, así como la posibilidad de represión si es que las movilizaciones se realizan.