El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, promulgó hoy viernes una ley que crea el protocolo «No es No», un mecanismo para combatir el acoso y la violencia contra las mujeres en sitios como bares, clubes nocturnos, espectáculos y otros lugares cerrados donde se vendan bebidas alcohólicas.

La nueva ley con fecha 28 de diciembre y que entrará en vigor en un plazo de 180 días, no se aplicará a eventos o cultos de carácter religioso.

La legislación detalla algunos de los derechos de las mujeres en entornos laborales y sociales, así como las obligaciones de los establecimientos donde se presenten.

Entre esos derechos están protegerlas y apartarlas de inmediato del agresor, así como la posibilidad de que estén acompañadas por una persona de su elección, tanto en el interior del establecimiento como al salir y dirigirse a su transporte.

El marco normativo establece además que corresponderá a la mujer definir si ha sufrido «acoso o violencia».

A su vez, entre las obligaciones de los establecimientos se debe garantizar que dentro del personal haya alguien que esté calificado para atender el protocolo «No es No».

Ordena también mantener en lugares visibles información sobre la manera de activar el protocolo, así como los números de teléfono de la Policía Militar y del Centro de Atención a la Mujer (llame al 180).

Corresponderá al establecimiento comprobar con la víctima si vive una situación de acoso, entendida como la insistencia física o verbal de alguien, luego de que la mujer ha manifestado su desacuerdo.

Contempla en su caso adoptar medidas que preserven la dignidad, así como la integridad física y psicológica de la mujer.

Si hay indicios de violencia, el establecimiento debe proteger a la mujer, alejarla del agresor, colaborar en la identificación de posibles testigos, llamar a las autoridades de seguridad y aislar el lugar donde haya indicios de violencia.

La ley prevé también campañas educativas respecto al protocolo, así como la entrega de un sello a los establecimientos que cumplan, con el fin de identificarlos como lugares seguros para las mujeres.

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