La nueva crisis entre la Franja de Gaza e Israel vuelve a marcar la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU, que ya no se corresponde con los objetivos para los que fue creado, ha declarado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Hablando durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí, la autoridad del organismo internacional recordó que cuando era canciller de Etiopía formaba parte del equipo que trabajaba en reformar el máximo órgano de seguridad. Ahora, dijo estar «consternado por la falta de avances» en este ámbito.

«Hace tiempo que opino que el Consejo de Seguridad ya no sirve al propósito para el que fue creado, con todo respeto. Representa la realpolitik de la Segunda Guerra Mundial, no la del siglo XXI», señaló Ghebreyesus.

Así, instó a los países miembros, particularmente a los permanentes, a que tomen en serio la necesidad de la reforma para que siga siendo «creíble, relevante y una fuerza de paz».

«Nadie está a salvo»

El director general se refirió a la situación en la Franja de Gaza como «indescriptible«. En particular, mencionó lo siguiente:

  • Los pasillos de los hospitales están abarrotados de heridos, enfermos y moribundos.
  • Las morgues se encuentran desbordadas.
  • Las cirugías se realizan sin anestesia.
  • Decenas de miles de desplazados se refugian en hospitales.
  • Familias se agolpan en escuelas abarrotadas, sin comida ni agua.
  • Más de 10.800 personas ya han muerto en la Franja, casi el 70% de ellas son mujeres y niños.
  • En promedio, un niño muere cada 10 minutos en el enclave.
  • 1,5 millones de personas han sido desplazadas y buscan refugio en cualquier lugar que puedan encontrar. «Pero ningún lugar ni nadie está a salvo».

«El sistema sanitario está de rodillas»

Junto con las condiciones de los civiles, Ghebreyesus indicó el estado de «agotamiento físico y mental» del personal médico que trabaja en el enclave «en condiciones inimaginables».

«Además de atender a los 27.000 heridos, muchos de ellos con lesiones potencialmente mortales, intentan gestionar las necesidades sanitarias habituales de más de 2 millones de personas», precisó.

El jefe de la OMS detalló que:

  • Más de 180 mujeres dan a luz en Gaza cada día.
  • 9.000 pacientes reciben tratamiento contra el cáncer.
  • Hay 350.000 pacientes con diabetes, cardiopatías e hipertensión.

Hizo hincapié en que el personal médico de la Franja de Gaza se encuentra «directamente en la línea de fuego«, con más de 250 ataques a instalaciones médicas de Gaza y Cisjordania desde el 7 de octubre.

Solo en las últimas 48 horas, sostuvo, cuatro hospitales se quedaron fuera de servicio, con capacidad de unas 430 camas.

«Más de 100 de nuestros colegas de la ONU han fallecido, y la cifra sigue aumentando», resaltó.

Con la mitad de los 36 hospitales de la Franja de Gaza y dos tercios de sus centros de atención primaria fuera de funcionamiento, indicó que «el sistema sanitario está de rodillas», aunque prestando algunos servicios que salvan vidas.

Para apoyar al personal médico y a la población a la que ayudan, lo esencial es proporcionarles medicamentos, equipos y combustible, acentuó Ghebreyesus, mencionando que las 63 toneladas de esta carga especial que han llegado al enclave desde el pasado 21 de octubre «ni siquiera empiezan a responder a la magnitud de la necesidad» por ser «demasiado poco«.

«La OMS sigue pidiendo acceso sin restricciones para ayuda humanitaria a los civiles de Gaza, que no son responsables de esta violencia, pero que la están sufriendo de un modo que nosotros en esta sala no podemos imaginar», aseveró.

«Sé lo que significa la guerra»

Asimismo, solicitó al movimiento palestino Hamás en nombre de su organización que libere a los rehenes israelíes que tomó en su incursión del 7 de octubre e instó a Israel a restablecer el suministro de electricidad, agua y combustible a la Franja.

Llamó a ambas partes a cumplir con el derecho internacional humanitario y acordar un alto el fuego, para evitar más muertes de civiles y más daños a los hospitales e instalaciones sanitarias de Gaza.

Además, manifestó que entiende lo que están pasando los niños de Gaza y sus padres al recordar su propia experiencia tanto de pequeño como de adulto.

«El sonido de los disparos y los proyectiles silbando en el aire, el olor del humo después de que impactan, las balas trazadoras en el cielo nocturno, el miedo, el dolor, la pérdida… son cosas que me han acompañado toda la vida. Conozco el olor, la imagen de la guerra. Sé lo que significa la guerra», puntualizó.

Dicho esto, aseguró que conoce lo que quieren y necesitan los niños y padres palestinos e israelíes: la paz y la estabilidad.