Por Mink´a Comunicación

Se realizó un segundo encuentro de comunidades mapuche en la provincia de Buenos Aires el sábado 23 y domingo 24 en la localidad de Punta Indio. En esta ocasión los ejes temáticos sobre los cuales compartieron ideas y propuestas fue el derecho al buen morir, Eltuwe -cementerio mapuche- en Los Toldos, un tema que luego se provincializó y la salud del pueblo mapuche, el lawentuwün-medicina tradicional mapuche-. Este segundo encuentro se realizó en el espacio de la Radio Comunitaria de Punta Indio, la anfitriona fue la comunidad Trawün ko, cuyo nombre significa encuentro de aguas.

Estuvieron presentes las comunidades, Pillán Manque de Olavarría, Epu Lafken de Los Toldos, Ñuke Mapu de Los Toldos, Kalvú Shotel (mapuche/Tehuelche) de Villa Elisa, Vecinos mapuche lof La Azotea y la comunidad Kalfulafken de Carhué, además participaron vecinos de la zona que producen alimentos agroecológicos y miembros de organismos de derechos humanos de la zona.

El encuentro se inició con un pichi pentukun, es decir el protocolo de presentación mapuche bilingüe, dado que muchos de los presentes están en proceso de recuperación de la lengua propia del mundo mapuche. Se firmó un documento en el cual se manifestaron sobre los cementerios mapuche en toda la provincia de Buenos Aires. Este plantea que: “El territorio mapuche, de la provincia de Buenos Aires, presenta varios desafíos en términos de gobernabilidad y legalidad: uno de ellos es el abordaje de los conflictos actuales por pu eltuwe (los cementerios) histórico mapuche, no reconocidos por el Estado Provincial, y la administración irregular durante los sucesivos gobiernos municipales.

«Para caminar la resolución del conflicto actual en torno a pu eltuwe, cementerios históricos mapuche es necesario construir una nueva normatividad a nivel provincial: una ley de cementerios indígenas que dé un marco regulatorio para que las comunidades mapuche o indígenas en la provincia se den a sí mismas el gobierno de estos espacios sagrados, sin el intervencionismo de ningún gobierno local, provincial o nacional. De este modo, proyectos ajenos a los usos y costumbres propios de la cultura mapuche dejarían de existir y este volvería a ser lo que fue”, expresaron en este acuerdo. Para finalmente culminar indicando que: “Restituir pu eltuwe, cementerios históricos mapuche a las comunidades mapuche, debe ser una obligación del gobierno provincial con el correspondiente marco normativo-legal. Hoy no contamos con el descanso en el territorio que una/o ha nacido para hacerse mapuluwün -territorio-vida-. Este es un derecho cultural y fundamental de todo mapuche. Exigimos no ser despojados nuevamente hoy, en la muerte física de tal derecho”. Para las naciones indígenas el derecho al Buen Vivir es poder vivir en el territorio. A partir de allí se recupera la conexión con los elementos de ese espacio físico/espiritual que tiene su correlato con la soberanía alimentaria.

La muerte no constituye una tragedia para las culturas indígenas, simplemente es la continuidad del ser dentro de la totalidad existencial y universal. En la provincia de Buenos Aires, al igual que en el resto de las provincias argentinas estos derechos aún no están garantizados.

Cuando existe una búsqueda personal de la identidad cultural de adulto, lentamente se va armando el rompecabezas de la historia personal y colectiva del pueblo. Cobra más fuerza si se hace en comunidad. Lorena Selena Arroyo, una de las integrantes de la comunidad Trawün ko de Punta Indio contó a Mink´a Comunicación que: “En el primer Füxa xawün en Los Toldos éramos 13 comunidades y allí pudimos ver que hoy provincia de Buenos Aires es un territorio amplio y diverso. Sabemos que hay hermanos y hermanas del pueblo nación mapuche que viven en zonas rurales y otras en la urbe, esto tiene que ver con el genocidio que sufrieron nuestros ancestros y ancestras que derivó en la quita de las tierras. Para nosotros la tierra está directamente ligada a la cosmovisión, sin tierra no se puede sembrar. Debe existir el vínculo con los ciclos naturales para obtener la medicina y también despedir a nuestra
familia para que puedan tener su buen morir. Tenemos muchos derechos vulnerados hace siglos, el poder compartirlos fue el motivo de estos encuentros”.

Cecilia González de la comunidad Epu Lafken en Los Toldos también expresó que: “El encuentro me pareció un espacio de oportunidad para conocernos y reconocernos. Todos los que queremos tomar la palabra lo hacemos y podemos decir lo que pensamos. Es un espacio en formación donde intentamos acordar acciones para llevar adelante en forma colectiva y comunitaria». Respecto de las expectativas indicó que: «Espero que el espacio crezca en cantidad de comunidades y participantes, para que podamos crecer y aprender. Es importante que podamos tener algunos puntos de acuerdo, uno de ellos es hacer digna nuestra muerte”, remarcó Cecilia.

Mirta Millán de la comunidad Pillán Manque de Olavarría indicó: “Es importante poder ir sembrando huellas en lo comunitario, en lo colectivo y en una sociedad que nos ha marcado lo individual, que sobre todo hay personalismo, nosotros y nosotras intentamos por lo menos corrernos de esos lugares y poder empezar a tejernos de manera comunitaria, celebró estos dos encuentros, celebró que se haya dado de una manera armónica, que tengamos la posibilidad de la palabra, de la escucha, del respeto y sobre todo erradicar situaciones de violencia intracomunitarias, que también se han venido gestando a lo largo del tiempo”

Había jóvenes, niños y niñas que desordenaban con su murmullo los diálogos, pero también mostraron la presencia que marca la continuidad de la lucha mapuche. Edith, otra integrante de la comunidad de Olavarría explica que: “La violencia de género atraviesa toda mi historia personal, pero a pesar de todos esos dolores uno sublima y se reconstruye, por eso hasta que no se elimine el negacionismo de todo el estado nación no voy a tener descanso, esa es un poquito mi lucha».

Todos quienes participaron del xawün remarcaron el deseo de sostener el espacio autogestivo sin intervencionismo del CPAI (Consejo Provincial de Asuntos Indígenas) a fin de profundizar una agenda propia sin distorsiones propias del neoliberalismo multicultural. Esta ha sido la marca de la gestión estatal actual, según todas las voces presentes en el xawün: no ha habido en los últimos cuatro años una sola hectárea recuperada o restituida a las comunidades mapuche.