El investigador e ingeniero humanista José Luis Montero de Burgos llegó y se fue de este plano vital en la misma fecha de calendario, un 7 de septiembre. Además de innovar en el campo de su especialidad, la forestación, ejerció como profesor de humanidades y estudió en profundidad el problema social en lo que respecta a la relación capital/trabajo, enfocándolo desde una perspectiva científica.

Conmocionado por las revueltas juveniles de mayo de 68 estudió el problema de dicha relación, centrándose particularmente en la concepción de la empresa actual, a la que atribuye múltiples deficiencias de partida y poniendo en duda los temas del riesgo, la propiedad, el reparto de beneficios, la democracia interna en la empresa, etc.

Su búsqueda e investigación en este campo le llevó a crear un nuevo modelo empresarial, al que llamó «empresa integrada» o «empresa humanista».

Para fundamentar su construcción, Montero de Burgos analiza el concepto vigente de “propiedad”, propio de la civilización actual, rechazando el poder de las cosas, lo que lleva a que personas tengan poder sobre otras personas.

Si se acepta que las cosas no pueden ser fuentes de poder sobre personas, pierde su fundamento el poder empresarial tal y como hoy se concibe. Por tanto se necesita encontrar otra base que permita la libre creación de empresas.

Lo que resulta en las investigaciones que ha desarrollado Montero de Burgos sobre este tema, es la hipótesis que fundamenta el poder en el riesgo. En este caso, en el riesgo empresarial de los miembros de la empresa.

Riesgo que no solo contrae el que aporta capital, en el caso que su inversión no resulte, sino también el trabajador pierde, y mucho, si fracasa la empresa. Pierde no solo estabilidad laboral, sino también estabilidad social y moral. De este modo, razona el investigador, “el trabajador corre también riesgo empresarial y tiene, por tanto, derecho de gestión por sí mismo, por su propia circunstancia humana, y sin necesidad de comprar partes sociales, como hoy ocurre, para justificar su poder.”

Por lo que democratizar la empresa es un imperativo, lo que lleva a replantear las relaciones entre capital y trabajo, en el sentido de que los trabajadores han de tener poder en la empresa. “Y esto no es demagogia, ni defensa a ultranza de los trabajadores: es simple exigencia de la estabilidad social y del desarrollo económico. Del bien común, en suma.”

Al contrario de la proposición estática actual, según la cual la propiedad se eterniza en poder de su dueño, Montero de Burgos señala la necesidad de dinamizarla, transfiriendo y repartiendo  progresivamente el poder de decisión del aportante de capital inicial a los trabajadores, cuyo riesgo, según pasan los años se vuelve mayor.

Así señala: “Proponer una evolución de la propiedad, que la tierra, que la empresa…, tienda a ser de quien trabaja en ella, y esto se haga en plazo razonable, no es sólo una concesión a los trabajadores, no es una utopía, sino una exigencia respecto a la redistribución de la riqueza y a la propia estabilidad social.”

En cuanto a las diferencias con los modelos vigentes, el estudioso indica: “la empresa autogestionada es una utopía económica: espera recibir recursos de capital, sin dar poder alguno a los inversores. De ahí sus dificultades de financiación.

Por otro lado, la empresa privada es una utopía social: espera que los trabajadores prosigan con sus iniciales deseos de cooperación, presentes cuando se acaba de lograr un puesto de trabajo. Pero esos deseos a los pocos meses se han perdido.”

“Entre ambas utopías”, subraya, “hay una evolución óptima, la que logre mayor integración entre capital y trabajo y sea, por tanto, la más productiva.”

“Todas la empresas evolutivas son empresas-sociedad o empresas humanistas. Pero a esa empresa óptima de que se habla le cabría bien el calificativo de «integrada».

En base a esta concepción, Montero de Burgos desarrolló en artículos y monografías el detalle de su teoría y comenzó a partir de los años 90′ a dar conferencias y seminarios que inspiraron diversos experimentos sociales.

Entre sus ensayos cabe destacar: «Nueva Frontera Empresarial», que expuso en el Moscow International Symposium (8, 9 y 10 de octubre de 1993), «Bases de una Economía Humanista» en la Universidad del Claustro de Sor Juana de Méjico, D.F. (7 y 8 de enero de 1994) y «El Humanismo en la Economía», en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Madrid (8, 9 y 10 de julio de 1997).

Los creadores del canal «Buenas Ideas que quizás no conozcas» han producido un video sobre Montero de Burgos y sus principales ideas.

 

En el video se pueden ver fragmentos de su presentación en Méjico en 1994: Bases de una Economía Humanista

Una explicación amplia y sistemática en J. L. Montero de Burgos. El humanismo en economía

Para contactar con el grupo que difunde las ideas sobre economía de Montero de Burgos: tierraunidatierradetodos@gmail.com 

Descarga libre del libro «Empresa y sociedad«