Brasil amplió su objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 37 al 48 por ciento para 2025 y del 50 al 53 por ciento para 2030, informó hoy el Gobierno.

El anuncio lo hizo la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, durante la apertura de la Cumbre de Ambición Climática.

Silva aseguró que la deforestación cero no basta para resolver el problema del cambio climático y que el mundo necesita una transición energética más amplia.

«Me complace anunciar hoy que vamos a actualizar nuestra contribución determinada a nivel nacional en el marco del Acuerdo de París. Volveremos al nivel de ambición que presentamos originalmente en la COP21 y que había sido modificado bajo el Gobierno anterior», afirmó el funcionaria brasileña.

«Y ello a pesar de que nuestras responsabilidades históricas son incomparablemente menores que las de los países ricos. Ya estamos tomando medidas para devolver nuestras ambiciones a la realidad», aseveró la ministra brasileña.

Según ella, «más de 3.000 millones de personas ya se ven directamente afectadas por el cambio climático, especialmente en los países de renta media-baja. Los más afectados son los más pobres, las mujeres, los indígenas, los ancianos, los niños, los jóvenes y los migrantes. Ningún país debería tener que elegir entre luchar contra el calentamiento global o contra el hambre o la pobreza. Es un falso dilema. Todos tenemos el compromiso ético de hacer ambas cosas», agregó.

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