Por Aimable Twahirwa

Adeline Umukunzi, una agricultora que cultiva hongos, de 28 años y de Musanze, un distrito situado a unos 100 kilómetros al norte de la capital, Kigali, está convencida de que las mujeres han sido a menudo las caras invisibles de la agroindustria en Ruanda.

«Las mujeres siempre han desempeñado un papel vital en la agricultura, pero entre bastidores. Estamos empezando a ver cada vez más rostros femeninos en la agroindustria», dijo a IPS.

Mientras desarrollaba innovaciones de alto potencial y adaptadas a la realidad local en el cultivo de hongos, la joven cultivadora no era consciente de cuánto valían sus productos en el mercado. Poco sabía que una empresa alimentaria local había comprado la mayor parte de su producción para procesar galletas y nuggets a base de setas.

Como parte de los esfuerzos de transformación de la agricultura ruandesa para mejorar la competitividad de la agroindustria, un número creciente de mujeres se dedican ahora a la agroindustria, donde muchas han sido capaces de generar beneficios empresariales a lo largo de toda la cadena de valor.

Las estimaciones oficiales muestran que en Ruanda hay más mujeres que hombres dedicadas principalmente a la agricultura, aunque en este país de África oriental las productoras se enfrentan a más retos que sus homólogos masculinos a la hora de poner en marcha agroempresas de éxito.

A pesar de estos retos, las últimas tendencias oficiales evidencian que las mujeres africanas están abandonando las formas tradicionales de dedicarse a la agroindustria y adoptando el enfoque de la propiedad intelectual (PI) para transformar los sistemas alimentarios del continente.

Según los expertos, la adopción de la PI en la agroindustria tiene por objeto proteger los bienes o servicios producidos en el sector. Se trata principalmente de los secretos comerciales, descritos como un componente esencial para que las empresas protejan la información confidencial que les proporciona una ventaja competitiva.

Según Olivier Kamana, secretario permanente del Ministerio de Agricultura y Recursos Animales de Ruanda, la adopción de derechos de PI permite a los innovadores generar buenos beneficios.

Kamana dijo a IPS que las principales agroempresarias de África podrían desarrollar productos comercialmente viables, por lo que es necesario que exista algún tipo de protección de la PI para incentivar al innovador.

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En muchos países africanos como Ruanda, donde la agricultura es la columna vertebral de su economía, los especialista insisten en la necesidad de potenciar el talento, la capacidad de resolver problemas y la innovación de las mujeres.

Las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indican que alrededor de 62 % de las mujeres africanas se dedican a la agricultura y realizan la mayor parte del trabajo de producción, transformación y comercialización de alimentos.

Los especialistas en agricultura recuerdan que la competitividad empresarial en el espacio comercial intraafricano, que ofrece el Acuerdo Continental Africano de Libre Comercio, exige que los agentes de la agroindustria operen de forma más eficiente, lo que requiere inversiones en nuevas tecnologías, nuevas formas de fertilizar y regar los cultivos y nuevas formas de conectarse con el mercado mundial.

Para Kamana, las agroempresarias africanas tienen acceso al tipo de innovaciones que necesitan para superar los desafíos únicos a los que se enfrentan.

Durante la primera Conferencia Regional Africana sobre Propiedad Intelectual para Mujeres en la Agroindustria, que tuvo lugar en Kigali en mayo, las participantes expresaron su deseo de promover las innovaciones en las agroindustrias dirigidas por mujeres en África ayudándolas a comprender y utilizar la PI para dar a conocer sus ideas al mundo.

Bemanya Twebaze, director general de la Organización Regional Africana de la Propiedad Intelectual (ARIPO), está convencido de que la propiedad intelectual puede ser una poderosa herramienta para empoderar a las mujeres y garantizar que se beneficien de sus innovaciones y creaciones en la industria agrícola.

«Los responsables políticos deberían fomentar y facilitar los derechos de propiedad intelectual para las mujeres en la agricultura, proporcionándoles al mismo tiempo ayuda jurídica y técnica para maximizar sus perspectivas de prosperidad», afirmó.

Los cientistas agrícolas han hecho grandes avances en la identificación de los actores que pueden considerarse innovadores para llevar el desarrollo agrícola y aumentar la producción de alimentos en África, examinando cómo podrían promoverse en gran medida los derechos de propiedad intelectual (DPI) en el continente.

Las estimaciones muestran que los pequeños agricultores, con mayoría de mujeres, constituyen los innovadores más importantes y capaces de África, pero esta categoría de la población activa sigue luchando por agregar sus productos para abastecer los mercados extranjeros.

Los partidarios de los  sostienen que, aunque el monopolio exclusivo de la invención podría repercutir en la agricultura de África, las comunidades agrícolas de todo el continente siguen teniendo dificultades para innovar incorporando a sus sistemas de producción nuevas tecnologías o variedades procedentes del exterior.

Tras graduarse en la universidad hace unos años, Rosine Mwiseneza, una joven agroempresaria y gerente de la empresa BeeGulf, con sede en Kigali, empezó a dedicarse a la apicultura con sólo cinco colmenas en el distrito de Rwamagana, al este de Ruanda. Poco después, el número de colmenas aumentó a 15 y más tarde a 25.

Mwiseneza dijo a IPS que había muchas oportunidades para la producción de miel en Ruanda, con la posibilidad de generar varios productos a lo largo de la cadena de valor sin intermediarios.

En la actualidad, la empresa de Mwiseneza produce jabones, velas y envases de vidrio hechos con cera de abeja cruda, con el objetivo de hacer un uso adecuado de los derechos de propiedad intelectual en la etapa de este proceso de innovación.

«Estamos intentando solicitar una patente de invención válida, y confiamos en obtener beneficios sustanciales de estas innovaciones en un futuro próximo», dijo a IPS.

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