POEMA

 

 

Me ves como un roble,

tan fuerte, tan segura

y tan consciente de mi existencia. 

 

Pareciera que me reconozco en mi yugo,

que trabajo para hacerlo cada vez más ligero.

Pareciera que muevo todo a mi alrededor,

empero,  ni yo misma sé que quiero mover.

 

Me miro en todas,

y no veo algo que acalambre mis sentidos.

Miro sus debilidades

y sé que son las mías. 

Miro su sumisión 

y sé que estoy en el camino correcto.

Es más,  ya ni mirar quiero,

porque solo veo lo que siempre ha existido. 

 

Me siento encarcelada, 

pero tampoco miro la celda.

Me siento sujeta a algo,

sin tener cuerdas o cadenas. 

Me siento incompleta, 

pese a tener todo,  según yo.

 

Quisiera ser libre, 

pero tampoco sé, sí existe.

Quisiera gritar lo que siento, 

pero no sé,  sí hacerlo está bien.

Quisiera cambiar mi situación, 

aunque no sé, ni qué, ni para qué quiero cambiar.

Quisiera ser otra,

pero sin dejar de ser yo.

 

Voces de mi conciencia,

me hacen decir cosas, que ya no sé porqué las digo. 

Es mi conciencia, la que sueña con liberarse.

Y yo sin saber que no era libre.

 

Es mi conciencia la que me invita

Y yo gustosa,

con miedo

e incertidumbres, le digo que sí. 

Pese a no saber el destino.

 

Ella me dice que allá seré libre,

ser libre de algo que ni yo misma conocía, 

pero sí la libertad me hace no sentir esto, que ahora mismo siento,

el riesgo vale la pena,

Independientemente que mi libertad sea convertirme en mi propia dueña.