La campaña ‘¡Más libros: es la guerra!’, apoyada por librerías y editoriales, propone desmilitarizar el pensamiento y defiende el derecho “a la crítica, a la disidencia y a una información rigurosa, veraz e independiente”.
Medio centenar de librerías, editoriales y agentes del mundo del libro han lanzado la campaña ¡Más libros: es la guerra! con la que se posicionan frente a la escalada bélica desatada tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia a finales de febrero de 2022.
Los proyectos adheridos a la campaña explican que su propósito es transformar su “dolor e impotencia” en acción, para de esa manera “ser parte responsable de un cambio cultural que contribuya a la eliminación de las causas que provocan las guerras y a la erradicación de la violencia, y su mercantilización, como forma de relación entre las personas y los pueblos”.
La campaña desarrollará acciones en forma de actividades, mesas redondas, charlas, conferencias, itinerarios de libros contra la cultura de la guerra y por la eliminación de todos los conflictos armados. “Nos comprometemos a compartir actividades y difundir todos aquellos libros que pueden ayudar a desmilitarizar nuestro pensamiento para animarnos a desertar de la barbarie”, se lee en el manifiesto, que también apunta a la responsabilidad cultural de estas librerías en un momento como el presente: “Abrir líneas de fuga para desaprender la guerra y defender el derecho a la crítica, a la disidencia y a una información rigurosa, veraz e independiente”.
En su manifiesto, ¡Más libros: es la guerra! plantea tres demandas concretas: apoyar la deserción y la objeción de conciencia en Ucrania, Rusia y Bielorrusia; la paralización del envío de armamento a Ucrania y que el gasto militar español asignado al conflicto ucraniano se dirija a las organizaciones independientes que trabajan sobre el terreno, atendiendo a víctimas de esta y otras guerras; y, por último, la potenciación de políticas europeas de negociación, conciliación y convivencia entre las poblaciones enfrentadas, así como que la reconstrucción de Ucrania se lleve a cabo con el presupuesto militar europeo, sin coste para la sociedad ucraniana ni negocio para las multinacionales occidentales.
“No queremos —resume el comunicado de las librerías— malvivir entre sus trincheras, ni apoyar el patriotismo nacional o el supremacismo imperialista de uno u otro bando. No seremos cómplices de su carnicería y su devastación. Nos negamos a cualquier forma de colaboración con esta injusticia y nos declaramos librerías, editoriales y bibliotecas insumisas a la guerra y la militarización social”.
Para las librerías y editoriales firmantes, el discurso de mandar armas a Ucrania y de ganar la guerra “por medio de una victoria imposible, despreciando medidas de diálogo y negociación y a quienes las defendemos, prioriza el enriquecimiento criminal de una minoría y juega con el destino y la supervivencia de la población ucraniana”.
¡Más libros: es la guerra! cuenta con la imagen gráfica desarrollada por la artista Emma Gascó y la página web libroscontralaguerra.org.