POEMA

 

 

 

 

Madre, hoy quiero mostrar mi amor hacía ti, mi unión infinita desde que esas células y sangre conjuntas, comenzaron a florecer y formar mi existencia. En tu seno pude sentir tu sufrimiento y a su vez ese cariño que sólo pueden mostrar las madres hacia la vida que has creado. Que emocionante sentir en tus entrañas como un nuevo ser se va formando y ese cariño íntimo que te hace amar hasta el infinito.

Yo no quería salir, estaba muy a gusto en tu seno, pero comprendí que había llegado el momento, que se abría una salida y que tenía que aventurarme. ¡Sé valiente!, me decías con insistencia. Tenía miedo a esa luz,  pero tus palabras para mi eran canciones de cuna, música del alma, jardín de flores de mil colores y sensaciones. Tu corazón se despedía del mío, pero quería sentirlo siempre, me tranquilizaba .Al final llegué a ese mundo extraño, esas luces, esos sonidos de otros, ese otro ambiente que no era el mío y comencé a llorar desconsolado, creía que te había perdido. Pero ahí estaba el sonido de tu corazón, el canto bello de tus palabras cuando me abrazaste, la luz clara de mi camino.

En todo momento nos hemos amado. Era un cacho de ti y me has cuidado por todo lo alto sin que nada pueda reprocharte. Me has mimado y ese vínculo que tenemos para siempre se asemeja al que los seres vivos tenemos para con la Tierra, a la que también llamamos Madre Tierra. Sigues siendo el candil que guía mis pasos, el faro que alumbra mi rumbo, la sabiduría que alberga tu voz, el viento que acaricia mi piel, la luz que refleja mi destino y la llama que da sentido a mi vida. Gracias Madre.

 

Ruidos sonoros

y vientos que llegan

desde lo más hondo.

 

Miradas perdidas

de barro y lodo.

Fuego y llanto

alumbra tu rostro

y oculta la sonrisa 

del árbol sonoro.

 

Madre

¿Cuándo la libertad

con decoro

se digna a llegar

como un tesoro?

 

Madre

¿Cuándo mis versos

tímidos y sollozos

puedan sentir

dicha y gozo?

 

Palabras ahumadas

que callan al fondo

y lucen abiertas

en mi entorno

callado y quieto

en mi abandono.

 

Madre

Triste y callado

quiero ver tus ojos,

que el mundo sepa

lo que te añoro,

y que tu beso

me llegue pronto.

 

Madre

Eres la vida misma

y por eso lloro,

eres mi lucero

y mi gran tesoro.