En Grecia, las elecciones nacionales se celebraron el domingo 21 de mayo con el sistema de representación proporcional que rige desde el 2016. El 60,92% del electorado participó en las elecciones, lo que arrojó un 39% de abstención, ligeramente inferior al de las elecciones anteriores de 2019, cuando la abstención alcanzó el 43% del electorado.

Resultados

El partido conservador Nueva Democracia, que ya gobernaba de forma autónoma desde hace cuatro años, obtuvo el 40,79%, 146 escaños, manteniendo -y aumentando en 200.000- el número de votos que había obtenido en 2019. SYRIZA cayó al 20,07% frente al 31,53% que recibió en las elecciones anteriores y cuenta ahora con 71 escaños. PASOK – el partido socialista griego aumentó su participación al 11,46% frente al 8,10% de las elecciones anteriores y obtuvo 41 escaños. Cabe señalar que estas fueron las primeras elecciones con el nuevo Presidente socialista, Nikos Androulakis. El Partido Comunista de Grecia también aumentó su porcentaje a un 7,23% y 26 escaños, frente al 5,30% de las elecciones anteriores. El partido de extrema derecha Solución Helénica también aumentó su porcentaje, recibiendo un 4,45% y 16 escaños frente al 3,70% que obtuvo en 2019. La Alianza por la Ruptura MeRA25 recibió el 2,62% -frente al 3,44% de 2019- y no logró entrar en el Parlamento.

Formación de Gobierno

Según el sistema de representación proporcional, el primer partido o una combinación de partidos necesita reunir una cuota electoral cercana al 50% y 151 escaños para poder gobernar. Ayer, el Presidente de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, dijo que probablemente no buscará formar alianzas, sino que se moverá estratégicamente rápido hacia el próximo hito electoral (probablemente el 25 de junio), que se celebrará con representación proporcional, para confirmar la mayoría ampliamente reforzada y autónoma de su partido. Hoy ya ha recibido un mandato para formar gobierno y la evolución será rápida en los próximos días.

Tendencias electorales

A tenor de los resultados y a pesar de los enormes desafíos a los que se enfrenta el pueblo griego, la pandemia, las consecuencias de la guerra, la crisis energética, las privatizaciones, el deterioro de los servicios públicos (sanidad, educación, transporte público, información, etc.), el terrorismo policial y la carrera armamentística, han aumentado en Grecia las preferencias hacia los partidos que tienden a una política conservadora y de extrema derecha. Al mismo tiempo, el Partido Comunista logró su ascenso y aglutinó el voto contra las medidas antipopulares. El partido socialista frenó la caída que había experimentado durante varias elecciones, mientras que la alianza del MeRA25 con Unidad Popular y algunas otras fuerzas de izquierda no alineadas, no logró convencer como principal discurso de oposición.