Un estudio confirma la conexión entre el ruido de motores, sirenas y claxon durante el tráfico y un mayor riesgo de sufrir hipertensión (presión arterial).

Científicos de varios países analizaron miles de datos del Biobanco del Reino Unido y descubrieron que las personas que vivían cerca del ruido del tráfico no solo tenían más probabilidades de desarrollar presión arterial alta, sino que el riesgo de este resultado aumentaba con la dosis de ruido, incluso cuando los investigadores ajustaron las partículas finas y el dióxido de nitrógeno.

“Es muy importante llevar a cabo una planificación urbana razonable y establecer una cierta distancia desde las áreas”, explicó Jing Huang, profesor de Salud Pública de la Universidad de Pekín, en China, según publicó el miércoles la revista JACC: Advances.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 1280 millones de adultos de entre 30 y 79 años en todo el mundo tienen hipertensión, y dos tercios viven en países de ingresos bajos y medianos.

La afección aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, que son dos de las principales causas de muerte entre los estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Pero se estima que el 46 % de los adultos no saben que tienen hipertensión, según la OMS.

La edad avanzada, la genética, el sobrepeso o la obesidad, la falta de actividad física, la dieta rica en sal y el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de hipertensión arterial, dice la OMS.

Además, hay que tener en cuenta que, como la afección generalmente no presenta síntomas, la mejor manera de averiguar si la tiene es medir su presión arterial, para que pueda controlarla y reducir su riesgo.

El artículo original se puede leer aquí