El tema de la desprotección de la vida cotidiana de la niñez en nuestro país es penoso y de larga data, ya desde la situación de trabajo infantil masificado y aceptado socialmente en los campos y en la minería desde tiempos antiguos, hasta las últimas décadas del siglo pasado, incluidas las estadísticas vergonzosas de la actualidad, se han vulnerado los derechos de muchísimos niños, niñas y adolescentes en sus necesidades básicas de respeto a su humanidad.

Pero si existe algo que resulta mucho más lamentable que esta historia de sufrimiento, es el discurso cínico de los políticos de nuestra época, que campaña tras campaña, que programa tras programa han prometido a la sociedad chilena parar esta situación primitiva de permitir que se cometan tan grandes deslealtades, violencias de todo tipo y abandono a quienes supuestamente deberíamos, sin discriminación ni arbitrariedades, por el hecho de haber nacido, proteger, cuidar y abrirle oportunidades para que desarrollen sus proyectos vitales.

Estas respuestas dependen de establecer prioridades en el uso de los recursos económicos estatales, además, que la gente que está en situación no evada impuestos y esté disponible para aportar incluso mayores recursos a nivel Estatal para dar las contestaciones definitivas a esta infamia. Pero tales premisas no se dan y siempre existe una justificación para dejar estas situaciones dolorosas, como heridas que no tienen posibilidad de cerrar, porque es falso, es una mentira gigantesca que exista tal priorización de niñas y niños primero.

De acuerdo al informe del Observatorio de Derechos de la Defensoría de la Niñez, según el Censo de 2017, la cantidad de población de 0 a 8 años de edad alcanzó a ser el 12% de la población (2 millones de individuos). Para 2028 se proyecta que disminuya a un 10%.

El 16% de los niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza por ingresos, donde el 5,9% viven en hogares sin sus necesidades básicas cubiertas.
18% del total de niñas y niños, sufren problemas alimentarios (desnutrición y obesidad); así, de 2019 a 2020 subió en 1,7 % puntos los niños y niñas de pre kínder con desnutrición y en 1,3% en
kínder. En ambos la obesidad total infantil aumentó en un 4,7%.

Los casos de maltrato infantil reportados en 2019 se relevaron 1547 y en 2020, por la pandemia, sólo se relevaron denuncias de 539 casos. El rol de las escuelas en la protección de derechos infantiles es clave, esto mermó en atención y derivación de denuncias, por la suspensión de las clases presenciales. La asistencia escolar cayó 9% el 2017 y 7% el 2020.

Las cifras muestran que niñas y niños son víctimas en mayor medida de abusos y otros delitos sexuales que los adolescentes. Además, niñas y adolescentes mujeres lo son respecto a varones.
El estado procesal de las causas de violaciones de DD.HH. de niños, niñas y adolescentes conocidas por el Ministerio Público, no observan avances (de todos ellos sólo existe un juicio condenatorio).

Por otra parte, los ámbitos del “negocio de cuidado de niñas y niños”, a los que acuden la clase económica media y alta para sus hijas e hijos, a nivel general, muestran un valor mensual promedio para el presente año de $429.996 en salas cuna y de $373.454 en jardines infantiles.

En cuanto a matrículas, las salas cuna cobran $362.082 pesos, y los jardines infantiles $305.643.

Así lo reflejó el estudio de Sodexo Beneficios e Incentivos, donde analizaron los valores de 409 salas cuna y jardines infantiles en todo Chile, detectando un aumento de un 9% en promedio entre 2022 y 2023 (recordemos que el sueldo mínimo mensual en Chile es de $401.000 pesos).

En este contexto, es muy importante que las empresas cumplan la ley de salas cunas para sus trabajadoras y trabajadores, pero esto no ocurrirá mientras la mentalidad empresarial, que todo lo mide en términos monetarios, no supere mirar de modo inhumano que les resulta más barato pagar las multas.

Para muestra un botón. La Corte de Apelaciones de Valdivia, región de Los Ríos, confirmó la condena en la que se multó a un supermercado (la empresa Super 10 S.A. -Mayorista 10-) por negar, al menos, una hora diaria a sus trabajadoras para poder alimentar a sus hijas e hijos de menos de 2 años. En veredicto unísono, el tribunal de alzada confirmó el dictamen anterior del Juzgado de Letras del Trabajo de Valdivia y no dio pie al reclamo interpuesto por la empresa condenada, de multa de 153 UTM que le impuso la Inspección Provincial del Trabajo.

El estancamiento de estas injustificables situaciones en contra de la niñez, independiente del signo político de los gobiernos del periodo, va develando el problema de fondo, en que se ven unas direcciones y sentido común en pugna, entre una posición antihumanista y una humanista.

La posición humanista en el tema de la niñez apunta a priorizar definitivamente sus necesidades y educar para adquirir valores y capacidades para desenvolverse en el mundo con coherencia y solidaridad. Es fundamentalmente habilitar a las nuevas generaciones en una mirada no ingenua de la realidad, para poder transformar y humanizar crecientemente. Las propuestas alternativas a la educación conservadora, son numerosísimas, las más interesantes surgen desde algunos sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos cuestionadores del orden capitalista, antropoceno, patriarcal, opresor.

Redacción colaborativa de Cesar Anguita Sanhueza, Guillermo Garcés Parada y M. Angélica Alvear Montecinos. Comisión de Opinión Política