LATINOAMÉRICA SOSTENIENDO UNA DEMOCRACIA SIN ARREGLO

Desde la premisa de soñar una Latinoamérica alejada del amateurismo donde reine un liderazgo sólido, la Región Latinoamericana y del Caribe, idealiza, desde la sociedad civil, una dirección concreta que se desmarque del caos que conlleva la migración masiva en busca de mejores estándares de vida, como síntoma de mucha violencia con versatilidad de caretas, llámese pobreza, cesantía y falta de oportunidades, que lamentablemente profundiza una desigualdad generalizada y crónica.

Los gobiernos de todo el continente, con Estados fallidos en la administración nacional, nos empujan a un necesario análisis conjunto de estos factores, para entender cómo es este camino que nos mantiene dependientes de los manejos fascistas, que tarde o temprano lleva a los ejecutivos progresistas del continente a venderse a las directrices yankees, a sufrir sus estrategias de impugnación judicial o ejecutar una represión asesina a sus pueblos en la calle, acicateada por los medios que reproducen las editoriales de la CNN.

En el último tiempo conocemos los métodos utilizados por Bukele en El Salvador que intentando combatir la delincuencia, de manera drástica y concreta a corto plazo, lo hace con métodos que atraviesan los límites de los derechos humanos. Es imposible avalar tales prácticas dictatoriales ante un pueblo sin oportunidades pero, que aún así, desafían los poderes globales de manipulación mundial.

Perú con las calles de sus provincias, esas de los cholos, indios y mestizos, como los degrada la elite limeña, llenas nuevamente de sangre de las y los que luchan. Un sistema en manos de personas que delinquen a cada paso que dan, que no reparan en las necesidades de las mayorías desplazadas y empobrecidas y con sus cifras macroeconómicas recibiendo los vítores por décadas de los centros de poder financiero especulativo mundial.

Y Brasil dividido, con una desigualdad a tope, que mantiene las relaciones políticas encima de un polvorín y que, por lo mismo, lo probable es que nuevamente dejará de lado cualquier proceso de cambios significativos, contentándose con las migajas del reformismo pactado con los dueños del dinero. El gigante llamado a liderar el reencuentro latinoamericano, fortalecer su identidad y hacer nacer una nueva arquitectura financiera regional, que nos desacople del dominio de Wall Street, está en la práctica atado de manos.

CHILE EL DESAMOR DE LOS NEGOCIOS POLÍTICOS EN LA COALICIÓN DE GOBIERNO
Y en nuestras tierras, regadas con lágrimas de las gerencias políticas de la ex concertación, (grupo que hoy tiene, como toda empresa que se precie, una nueva imagen de fantasía para captar a su público), nos anuncian por la prensa sus desengaños y sufrimientos por no sentirse queridos por el Frente Amplio y el Partido Comunista, con argumentos tan precarios, que sólo develan que están preparando el desembarco, al menos para los procesos electorales ad portas.

Tienen todos los cargos relevantes en el gobierno y dirigen a su antojo el comité político de La Moneda y …..hablan de desamor. Una vez más hacen primar sus negocios, cuidar sus sueldos de élite y sus privilegios personales y de club. Esto nos recuerda cómo le entregaron a la derecha los electos en ambas cámaras en las últimas elecciones; cuando la ciudadanía requería que todos fueran contra la derecha, y no dejarla salir de su 20% plebiscitario, ellos, como hoy, desarticulan para no poner en riesgo sus cupos elíticos … y los intereses de las y los chilenos pueden seguir esperando en el sueño de los justos. En su pragmatismo cortoplacista, creen que están recuperados, pero se están colocando la soga al cuello.

Pero para esta casta el negocio es hoy, mañana nos preocupamos de mañana. Este accionar político tiene como efecto la desconfianza notoria de un pueblo votante y que se traduce numéricamente en el desmedro que los partidos han registrado en el número de sus afiliadas y afiliados, y que ya son escasos, en comparación al universo de sufragantes. Ya a comienzos del 2022, Servel informa
que, en los cuatro meses desde el inicio de la crisis social, se han desafiliado de las orgánicas políticas un total de 14.786 personas, cifras correspondientes al lapso entre el 18 de octubre y el 31 de enero del 2020. «La cifra de renuncias en este período es casi la misma que la registrada para todo 2018. Es una cifra anormal, dado que el período que se considera es muy inferior a un año. En 100 días tuvimos el mismo número de renuncias que en los 365 días de 2018», dice Mauricio Morales, académico de la U. de Talca. Y agrega: «Eso solo viene a corroborar dos cosas. Primero, que la erosión de las bases sociales de los partidos no solo se da en los adherentes blandos -los que votan por estos partidos-, sino que también en los adherentes duros, que son los militantes. Segundo, que los partidos son sindicados como los principales responsables de la crisis social….”

En su último informe Servel señala que los partidos Republicanos, Partido de la Gente y Convergencia Social han perdido aproximadamente más de dos mil militantes cada uno a la fecha, y no menos importante, dos de ellos, tienen algo en común; encabezaron el balotaje de la última elección presidencial.

La poca decencia de las y los honorables no tiene límites, su trato degradante y violento, su bajeza argumentativa, sus insufribles egos, su desconexión con la realidad del país y la búsqueda  descarada de beneficios de grupo y personales, es pan de cada día en su “reality show” en las cámaras de representantes.

El ejecutivo no les pierde pisadas, con cambios de gabinete incluido y con salidas de madre a cada rato, que son la comidilla de la prensa (toda de derecha). De esta manera se van tapando los temas sacrificados del programa, en un intento por salvar dos o tres “importantes». De estas políticas de los acuerdos, lideradas por la concertación en décadas pasadas, y cuyos actores protagónicos hoy son mayoría en el consejo político de La Moneda, los pueblos de Chile ya sufrieron sus consecuencias. Nada nuevo y bueno bajo el sol.

EN SU PLENA CAÍDA LOS PARTIDOS SE ADUEÑAN DEL PROCESO CONSTITUCIONAL, EXCLUYENDO A TODOS, INCLUSO AL SERVEL.
La guinda de la torta, es el eufemístico “Acuerdo por Chile” cocinado en el parlamento, en donde el país y sus gentes, sus intereses y el clamor por una vida digna están ausentes una vez más. Ni instituciones como el Servel escaparon de ser excluidos. Ellos, la élite política y sus intereses pequeños, sus sueldos, sus privilegios y prebendas si están presentes.

La ciudadanía pide participación y la mala política ofrece acuerdos entre cuatro paredes. Las y los trabajadores piden un futuro con justicia salarial y la mala política refuerza a la banca y su neoliberalismo expoliador de las y los asalariados.

La niñez y juventudes piden un afecto sincero que se traduzca en protección, acompañamiento y oportunidades, y la mala política permite la deserción escolar, la prostitución y delincuencia de las y los menores, con un futuro cerrado e inmovil.

La ancianidad clama por retribución digna a sus aportes de toda una vida y la mala política resguarda el botín de los fondos previsionales para el sistema financiero especulativo. En síntesis, es falso que les interese Chile, así es comprensible la desconfianza en la institucionalidad fallida que sufrimos, desde los intereses y necesidad de las capas asalariadas, contratadas, independientes, cesantes y jubiladas.

La reforma constitucional encubierta en Chile, llena de prohibiciones para sus pueblos, con “expertos designados” en un cuoteo político vil, con mínimos cupos electos para excluir la diversidad ciudadana, y rematando con la creación de un ámbito de resguardo, para que, si toda su mala intención falla, se detengan los cambios en esa última instancia. Es probable que superen todas las dificultades y logren redactar su “nueva Constitución”, que llevará en sus entrañas la traición de este pragmático acuerdo aprobado por las élites y ratificado por sus «funcionarios y funcionarias» instalados en el aparato de poder.

SOBERANÍA POPULAR, LA PORFÍA POR UNA DIGNIDAD QUE SE HAGA COSTUMBRE.
En tal escenario, las buenas gentes organizadas siguen luchando. Estas gentes laboriosas y comprometidas a toda prueba, impulsan día a día sacar adelante los cambios justos, necesarios y posibles, a saber. Acuerdos reales de dignidad salarial entre trabajadoras y patronales (eliminando los agentes financieros especulativos); priorizar la inversión en soportes reales para niñas, niños y adolescentes, con escuelas que proveen educación integral, no sexista, salud preventiva, cultura, comunicaciones, investigación científica, deporte, afectividad, solidaridad, espiritualidad, y formación ciudadana con atención en promover conciencia crítica; y un sistema de jubilación, compensación en servicios básicos recreacionales, de salud, e integración de sus saberes para viejas y viejos que les permita una etapa final con alegría de vivirla.

Para ello la acumulación enfermiza de la elite debe terminar. Los gastos militares se deben reducir progresivamente hacia su eliminación; las empresas (estatales, privadas y mixtas) vinculadas a la energía limpia (cobre, litio, etc.) deben complotar con las universidades y centros técnicos, por un plan país. Y los servicios públicos deben contar con una dirección hacia la eficiencia, el buen trato
y una planta profesionalizada (en el mejor sentido del término), sin cuoteo y recambios políticos.

La buena gente está desafiada a conducir las acciones humanas a este cambio de paradigma, para superar las consecuencias del sistema inhumano que hoy está en el poder.

 

Redacción colaborativa de M. Angélica Alvear Montecinos; Guillermo Garcés Parada; Sandra Arriola Oporto; Sylvia Hidalgo Rojas y César Anguita Sanhueza. Comisión de Opinión Política