CUENTO

 

Serie El Multiverso, V

Desde casa, en la tierra, todos los días realizaba intensas y largas caminatas. Siempre concluía en un tranquilo lugar que bauticé “plaza de los pedidos”. Pedía inspiración. Ahora para pedirla vuelo, me doy un gran gusto, es algo pendiente de la vida anterior.

Recorro el cosmos sin límites y es lo que estoy haciendo. Requiero de todas las capacidades posibles para poder transmitir con claridad a “la cosa” mi interpretación del momento postulado para la misión. Propuse el tiempo cronológico del que provengo: año 2022.

Exposición ante “la cosa”

Estimadas maestras y maestros, venerados guías, acepten por favor mi modo humano y terráqueo, y también mi poesía. Sucede que arribeé recientemente y llevo aún pegada cierta morfología.

Digo que hemos sido ingenuos al evaluar los riesgos y los posibles escenarios del momento del que provengo. El proceso se aceleró y en todos los campos estamos en situación de “cuello de botella”.

Sé que venimos siguiendo esta sexta extinción y que creímos tener tiempo para poder influenciar en un cambio de dirección de los acontecimientos, y no es así. Tal como está todo, si continuamos la línea de tiempo, sucederán colapsos múltiples a la brevedad.

Esto hay que arreglarlo desde acá, no se puede solucionar solo desde la Tierra. Nosotros desde acá y ellos desde allá pero emplazados acá.

Pandemias globalizadas, virus mutantes, cuarentenas y guerras. Luchas de poder, lucha por el petróleo y por el agua potable. Se acaba el trabajo y las poblaciones naturalizan los temores, las psicosis y las depresiones masivas. La inmediatez se hace presente en todo ámbito, el futuro se fue y la desorientación es total.

Este es el diagnóstico que tengo, por lo tanto considero que habría que concentrar todo en la Tierra en ese momento cronológico. Con la asistencia y acompañamiento permanente desde este plano y con misiones numerosas.

Mis seres de luz, quisiera que recordemos un compromiso de la antigua Orden que nos alertaba que en “situación de catástrofe” se requiere de un “restablecimiento inmediato de lazos”. Unir, encontrar, amalgamar, mantener los objetivos… El de perpetuarse en el tiempo es uno de ellos.

Hubo momentos de la historia en donde se constituyeron “pueblos espirituales”, y este puede ser uno de ellos. Grandes conjuntos que por necesidad despertaron a una profunda actitud mística de cambio. Barriendo todo con la potencia de una estampida o de un huracán.

Hacemos algo ahora o tendremos que hacerlo cuando miles de millones de almas se inflamen, encendiendo el planeta y clamando por tanto dolor y por tanto sufrimiento.

Es tiempo de encender los faros y que irradien con toda su potencia. Contamos con miles de enviados esperando el momento. Trasmitamos que ha llegado la hora para que despierten a esta urgente necesidad. Una situación de catástrofe determina como compromiso un restablecimiento inmediato de lazos y esto es parte de nuestro propósito.

Tenemos que trabajar desde aquí y desde allá por una conversión masiva. El tiempo se acabó. Creo que actuando con todo lo que tenemos desde los dos planos sucederá algo interesante y quizá hasta los Dioses despierten…

Intuyo que el pueblo espiritual se constituirá como tal, cuando ambas fuerzas actúen con conciencia y a la par sin guardarse nada. De no ser así, habrá que decirle a Noé que se prepare…