El viernes 5 de agosto, Israel lanzó otro ataque contra la Franja de Gaza que duró 3 días hasta el acuerdo de alto el fuego del 7 de agosto, como parte de la estrategia de Israel de «cortar el pasto» en la Franja de Gaza.

Israel inició el ataque en la Franja de Gaza y denominó a la operación «Amanecer». Era un intento de matar a los militantes de la Yihad Islámica en Gaza. Estos últimos tomaron represalias tras el ataque, pero más del 97% de los cohetes palestinos fueron interceptados por el sistema de defensa antimisiles israelí «La Cúpula de Hierro». Por lo tanto, Israel no ha informado de ninguna baja, frente a las 31 personas muertas en la Franja de Gaza, incluidos 6 niños, y los cientos de heridos.

La expresión «cortar el pasto» ha sido empleada por los israelíes y los militantes israelíes desde hace más de una década. Es una metáfora que describe las operaciones militares que Israel lanza sobre la Franja de Gaza cada temporada. Este despliegue de fuerza bruta se ha enfrentado a las críticas de los grupos internacionales de derechos humanos, especialmente en relación con la diferencia de número de muertos entre ambas partes.

Lo problemático de esta frase es que el pasto requiere ser cortado constantemente; lo que sugiere que Israel sigue planeando llevar a cabo una operación similar con el mismo pretexto de limitar el poder de Hamás. Otro factor importante que hay que tener en cuenta es que, al cortar el pasto, se cortaría todo lo que hay en su camino. Esto significaría que en el proceso de intentar eliminar a sus enemigos, matar a niños y mujeres se consideraría simplemente como «accidentes».

Otro factor importante que hay que tener en cuenta al analizar esta frase es la discrepancia de poder entre Israel y Palestina. Israel es el único país de Medio Oriente que tiene armas nucleares. Dispone de avanzadas armas de destrucción masiva, es una de las potencias militares más fuertes de la región y cuenta con el apoyo de EEUU y la UE. También tiene la mayor parte de la tierra y planea ocupar más, desplazando a los civiles palestinos de sus casas o barrios para construir sus propios asentamientos. Palestina, por su parte, está dividida en la Franja de Gaza y Cisjordania. La Franja de Gaza está gobernada por Hamás, el partido islámico, y Cisjordania por el partido laico.

Hamás es un partido no estatal que no dispone de armas potentes, pero que es capaz de crear unas eficaces de fabricación casera. A pesar de ello, las armas empleadas por Hamás no son equiparables a las israelíes, sobre todo porque este último tiene la «Cúpula de Hierro» que intercepta los misiles palestinos.

Es importante saber que Israel ha terminado recientemente de construir un muro que rodea todas las fronteras de Gaza. Está equipado con cámaras de vigilancia así como con otras tecnologías avanzadas para controlar las fronteras.

Si percibiéramos este acto de violencia como que «Israel tiene derecho a protegerse», nos daríamos cuenta de lo engañoso que es. En el proceso de protegerse, Israel lanza misiles sobre la Franja de Gaza de vez en cuando. Este ataque, que ha durado tres días consecutivos, es el más fuerte desde el ataque del año pasado, que comenzó en mayo de 2021 y duró 11 días, con el resultado de muerte de más de 253 personas, entre ellas 35 mujeres y 66 niños.

Por desgracia, no se vislumbra ninguna solución y se espera que este ciclo de «cortar el pasto» dure mientras existan Israel y Hamás. El primero utilizó al segundo como motivo para atacar la Franja de Gaza. Así lo demostraron Inbar y Shamir cuando afirmaron que «quienes se preguntan con desazón «¿Cuándo va a terminar esto?» y utilizan el término cliché «ciclo de violencia» tienen dificultades psicológicas para digerir los hechos de que no hay solución a la vista y que la lucha violenta contra Hamás no va a terminar pronto».

No se trata de una cuestión política que deba abordarse. Se trata de una cuestión humanitaria en la que la parte más poderosa utiliza la fuerza para demostrar su poder «cortando el pasto» de vez en cuando, sin importarle las «bajas» mientras consiga su objetivo y «debilite al enemigo».