La UE bloquea los esfuerzos de la ONU para llevar los granos ucranianos al mercado mundial a través de Bielorrusia. Rusia y Turquía abren el camino a las exportaciones de granos de Ucrania.

La UE está obstaculizando los esfuerzos de la ONU para evitar la amenaza de una crisis mundial de hambre causada tanto por la guerra como por las sanciones. Lo que está en juego es un plan para llevar las vastas reservas de granos de Ucrania a través de Bielorrusia a los puertos de los Estados Bálticos para embarcarlos allí. El plan, que cuenta con el apoyo del Secretario General de la ONU, António Guterres, se considera la única alternativa sensata al recientemente bloqueado transporte de granos a través del Mar Negro. Sin embargo, la UE no está dispuesta a crear las condiciones para el éxito del plan y a levantar sus sanciones contra las exportaciones de fertilizantes bielorrusos. El Secretario General de la ONU, António Guterres, aboga por el levantamiento de estas sanciones para asegurar el suministro mundial de fertilizantes. En un movimiento simbólico, Bruselas endureció el viernes sus sanciones contra los productores de fertilizantes bielorrusos. En cambio, hay movimiento en los esfuerzos de la ONU para poner en marcha la exportación de granos ucranianos a través del Mar Negro. Rusia y Turquía mantienen la perspectiva de los primeros envíos ucranianos desde Odesa.

El doble enfoque de la ONU

Las Naciones Unidas lograron la semana pasada un progreso tangible para tratar de evitar la crisis de hambre que amenaza al mundo tanto por la guerra de Ucrania como por las sanciones occidentales. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha declarado que su objetivo es «reincorporar la producción de alimentos ucranianos» y «los alimentos y fertilizantes producidos por Rusia y Bielorrusia» a los mercados mundiales[1]. De hecho, ambos son necesarios si se quiere asegurar el suministro mundial de alimentos. Recientemente, Ucrania ha suministrado cerca del 10 % de las exportaciones mundiales de trigo y cebada y un buen 16 % de las de maíz; Rusia, por su parte, es el mayor exportador de trigo, mientras que Rusia y Bielorrusia representan conjuntamente cerca del 40 % de las exportaciones mundiales de sal de potasio, necesarias para la producción de fertilizantes. Sin fertilizantes, la próxima cosecha no será suficiente para abastecer al mundo de alimentos. En esto se basa el esfuerzo que las Naciones Unidas vienen realizando desde el comienzo de la guerra en Ucrania: permitir que se reanuden las exportaciones no sólo ucranianas, sino también rusas y bielorrusas.

Solución a la vista

Actualmente se está buscando una solución para la exportación de trigo de Ucrania, que tradicionalmente se realiza en más de un 95 % por el Mar Negro. Por el momento, hay varios obstáculos en el camino. Por un lado, los puertos ucranianos están ocupados por Rusia o bloqueados por la marina rusa. Por otro lado, la marina ucraniana ha minado las aguas costeras para impedir los ataques rusos desde el mar. Primero la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, y luego el Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, dijeron la semana pasada que las conversaciones en Moscú habían sido «constructivas» y que esperaban una solución. Se sabe que el presidente ruso Vladimir Putin se ha declarado en principio dispuesto a poner fin al bloqueo del puerto. Turquía, a su vez, se encargaría de retirar las minas marinas ucranianas y de guiar a los buques de carga que transporten granos de forma segura a través del Mar Negro en este caso[2]. Tras intensas negociaciones bilaterales llevadas a cabo a finales de mayo, los observadores esperan un avance en las conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, mañana en Ankara. El éxito es inminente, según informaron ayer los medios de comunicación rusos y turcos.

El efecto de dispersión de las sanciones

Sin embargo, todavía no está claro cómo se va a asegurar la segunda parte del esfuerzo de la ONU en este tema: la garantía de las exportaciones de cereales y fertilizantes rusos y bielorrusos. Hasta ahora, tanto la UE como EE.UU. se escudan en la afirmación de que no tienen sanciones contra Rusia. Esto es cierto, pero oculta el hecho de que, por un lado, siguen vigentes las sanciones transatlánticas contra la sal de potasio procedentes de Bielorrusia y, por otro, las exportaciones rusas se ven masivamente obstaculizadas por las medidas punitivas que afectan a los sectores del transporte y las finanzas. Además, el temor a una mayor extensión de las medidas de embargo de Occidente tiene un impacto negativo en todo el comercio. Este efecto de dispersión de las sanciones es bien conocido por los regímenes de sanciones anteriores; en no pocas ocasiones ha impedido incluso la ayuda humanitaria (según informó german-foreign-policy.com [3]). Ahora se informa de que Washington está dispuesto a contrarrestar el efecto de dispersión de las sanciones sobre las exportaciones rusas de cereales y sal de potasio. Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, ha dicho que se podría emitir una especie de constancia de habilitación a las empresas interesadas. [4].

Plan Bielorrusia-Báltico de Guterres

Los esfuerzos de las Naciones Unidas están siendo saboteados sobre todo por la UE. Esto se refiere en particular a las consideraciones para exportar los suministros de cereales ucranianos no sólo a través del Mar Negro, sino también por tierra. La República Federal de Alemania, en particular, está trabajando actualmente en la organización de la exportación de granos ucranianos por ferrocarril a través de Polonia y Alemania; el envío está previsto a través de puertos alemanes o italianos (german-foreign-policy.com informó [5]). Sin embargo, el hecho de que el transporte de mercancías tenga que ser transferido a nuevos trenes en la frontera ucraniano-polaca causa considerables problemas, ya que las vías de la antigua Unión Soviética tienen una trocha diferente a la de Europa Occidental. Esto lleva tanto tiempo que, según los expertos, en el mejor de los casos sólo se puede retirar a tiempo una pequeña parte de los suministros ucranianos. Una alternativa viable es transportar los granos a través de Bielorrusia a uno de los puertos de los Estados Bálticos, especialmente a Klaipėda en Lituania. De este modo, se podría disponer de unos dos tercios de los algo más de 20 millones de toneladas de grano que hay actualmente almacenados en Ucrania. El Secretario General de la ONU, Guterres, está a favor de ello.

«Categóricamente excluido»

Las sanciones de la UE contra Bielorrusia constituyen un obstáculo para este proyecto. Minsk está dispuesta a organizar el transporte del grano a través de su territorio, pero a cambio exige que una parte de sus exportaciones sancionadas pueda volver a pasar por puertos como el de Klaipėda. Esto coincide en gran medida con el plan de la ONU de volver a posibilitar las exportaciones de sal de potasio desde Bielorrusia para asegurar el suministro mundial de alimentos. Sin embargo, la UE se opone ahora al plan: «Tanto los Estados miembros como la Comisión» han «descartado categóricamente el levantamiento o incluso la flexibilización de las sanciones contra Bielorrusia», según se informó la semana pasada[6]. Aunque Bruselas ha intentado atraer a Minsk para que se aleje de Moscú con ofertas financieras durante los últimos tres meses, es «llamativo» que, tras sus sanciones del 9 de marzo, la UE impusiera inicialmente otras medidas punitivas sólo contra Rusia, pero no contra Bielorrusia. Sin embargo, el gobierno bielorruso no ha respondido a los avances de la UE; ha dejado claro que los intentos de abrir una brecha entre él y Rusia están condenados al fracaso.

Las prioridades de la UE

Por ello, la UE ha sacado consecuencias e impuesto nuevas sanciones a Bielorrusia el viernes. Éstas están dirijidas específicamente, entre otros, contra Belaruskali, el mayor productor de sal de potasio del país, contra el jefe de la empresa, Ivan Golovaty, y contra la empresa exportadora Belarusian Potash Co., que exporta la producción de Belaruskali a otros países [7]. La imposición de medidas punitivas contra empresas cuyos productos el Secretario General de la ONU, Guterres, pretende que vuelvan a estar disponibles para evitar una crisis mundial de hambre, es una rara afrenta directa a las Naciones Unidas. Demuestra que para la UE, el debilitamiento de los Estados rivales tiene claramente prioridad sobre la prevención de una crisis de hambre.

Más información sobre: La crisis del hambre y La crisis del hambre (II).

[1] Sharon Marris: El hambre en el mundo alcanza un «nuevo máximo», advierte la ONU, con suficiente grano para alimentar a millones de personas atrapadas en Ucrania. sky.com 19.05.2022.

[2] William Mauldin, Jared Malsin, Evan Gershkovich: Black Sea Grain Talks Gain Steam as Russia, Turkey Eye Cooperation. wsj.com 01.06.2022.

[3] Véase: El giro de Irán hacia el Este y El hambre se hace (II).

[4] William Mauldin, Jared Malsin, Evan Gershkovich: Black Sea Grain Talks Gain Steam as Russia, Turkey Eye Cooperation. wsj.com 01.06.2022.

[5] Véase también La crisis del hambre.

[6] Thomas Gutschker, Friedrich Schmidt, Reinhard Veser: Wooing Lukashenko. Frankfurter Allgemeine Zeitung 03.06.2022.

[7] Bielorrusia: La UE adopta una nueva ronda de medidas restrictivas por la represión interna. consilium.europa.eu 03.06.2022.

El artículo original se puede leer aquí