El domingo 19 de junio, nuevamente todos los ojos estarán puestos en Colombia y en los resultados que tenga la segunda vuelta presidencial. ¿Seguirá más de lo mismo en Colombia -uno de los países más peligrosos para las y los defensores de derechos humanos-, o habrá un cambio?, dependerá si gana el candidato de la izquierda o el de la derecha; todo está por verse.

Por Pablo Ruiz, SOAWatch

Como sabemos, el 29 de mayo pasado, en lo que fue la primera vuelta de las elecciones presidenciales, los candidatos del Pacto Histórico, Gustavo Petro y Francia Márquez, obtuvieron la más alta votación con 8.527.768 de votos (40,32 %). La segunda mayoría, encabezada por el empresario Rodolfo Hernández y por Marelen Castillo, alcanzaron 5.953.209 de votos (28,15 %).

Para Sol Angela Hoyos Pérez, de la Mesa Ecuménica por la Paz, esta elección “puede convertirse en la esperanza para América Latina”. “Si bien, aparentemente, la primera vuelta fue tranquila, y los medios no han denunciado irregularidades, existe la posibilidad de un fraude”.

Vale anotar que en esta primera vuelta sufragaron 21.146.287 de personas las que representan al 54,91 % de las y los colombianos con derecho a voto. Sin embargo, la votación podría haber sido mucho mayor considerando que hay regiones donde las personas no pudieron ejercer su derecho a voto por las amenazas que existen, por el control que ejercen grupos paramilitares, situación que “favorece a las alianzas de la derecha y ultraderecha”. “Es un momento bastante difícil, bastante preocupante, y más si no tenemos quien haga verdaderas veedurías, con transparencia y firmeza, ya que las amenazas pesan”, nos señala Sol Angela.

Advierte también, con preocupación, que el candidato Rodolfo Hernández ha expresado que en caso de salir presidente de Colombia va a decretar “estado de conmoción”, un estado de excepción, “porque él quiere gobernar con todos los poderes” lo que representa un peligro.

Para Alejandro García, de Pax Christi Internacional, hoy el pueblo colombiano tiene una opción de cambio en estas elecciones presidenciales.

“Van más de dos décadas de violencia muy fuerte – nos dice- con gobiernos autoritarios, de una fuerte violación de los Derechos Humanos, que recuerdan la época del gobierno de Álvaro Uribe Vélez” y que se han expresado “con una fuerte política de “seguridad democrática”, de represión, de un crecimiento de las violación a los derechos humanos, con elementos muy desastrosos, en nuestra historia, como el tema de los falsos positivos” pero también con “la inversión de empresas extranjeras (que vienen) para apropiarse de territorios campesinos, zonas agrarias, páramos, y con proyectos mineros, a gran escala, proyectos también de petróleo, monocultivos, y, todo esto, con políticas económicas que han generado mayor desigualdad económica y social”. Todo lo anterior, ha sido la antesala para la catarsis, la revuelta social del 2019, el Paro Nacional, que hubo en Colombia como expresión del descontento social.

Los resultados del 29 de mayo en Colombia, donde Gustavo Petro y Francia Márquez tuvieron la más alta votación, demuestran que “el pueblo colombiano está votando por un cambio y ese cambió se necesita” como “es necesario lograr que se cumplan los Acuerdos de Paz, en nuestro país, para que se acabe la violencia y pasemos a una era democrática donde podamos resolver las diferencias a partir de sus ejercicios democráticos”, nos dice Alejandro.

Se esperaba, en primera vuelta, que el candidato del uribismo Federico Gutiérrez disputara con Gustavo Petro el balotaje. Sorpresivamente, quedó en tercer lugar. La segunda mayoría fue alcanzada por Rodolfo Hernández bautizado como el “Trump colombiano” por ser empresario, millonario, populista, y quien ha dicho que las mujeres deben apoyar desde la casa y que es seguidor de Adolfo Hitler.

“El ingeniero Rodolfo Hernández tiene la alcaldía de Bucaramanga y se convirtió en un personaje, un personaje carismático, con un auge en redes sociales, pero que no participa en debates y cuyas propuestas a veces dejan mucho que desear.  Rechaza la corrupción pero hay investigaciones, por parte de la fiscalía, precisamente, con hechos de corrupción” donde está involucrado.

Alejandro García, manifiesta su preocupación por las denuncias que ha habido en el conteo de votos por la registraduría. Recuerda las denuncias que hubo para las elecciones del Congreso que reportaron cerca de 500 mil votos que no fueron debidamente registrados y que hubieran favorecido al Pacto Histórico. El Consejo Nacional Electoral, no ha contratado una veeduría internacional para que revise el software utilizado para el conteo de votos pese a que esta es una demanda para tener plena certeza que no hay ni habrá fraude electoral.

Para Martha Inés Romero, Coordinadora Regional para América Latina y el Caribe de Pax Christi Internacional, los resultados de la primera vuelta dejaron en evidencia que los partidos políticos tradicionales tienen su base fuerte todavía a nivel de elecciones de cuerpos colegiados más no a nivel de presidencia. “Entonces, realmente, sí hubo una derrota de los partidos tradicionales”.

“Rodolfo Hernández tuvo casi seis millones de votantes porque, como decía Alejandro, su discurso es muy superficial pero muy de tripas. Él apela a la lucha contra la corrupción aunque, paréntesis, tiene ya un caso. Es imputado ante la fiscalía y hay más de 50 evidencias de corrupción que él siendo alcalde favoreció a un grupo de poder y a su propio hijo”, dice Martha Inés,

¿Por qué tantos votos se fueron para Hérnandez? “La gente tiene un recelo muy fuerte, falta de confianza, hacia los políticos, en general. Corrupción es sinónimo de políticos por esto captó a esa gran masa que no tiene una formación ciudadana sólida”. De acuerdo al análisis de Martha Inés Romero, si bien Gustavo Petro fue el ganador de la primera vuelta, están mostrando que quién ganó fue Rodolfo Hernández por lo que supondría la adhesión de los otros partidos tradicionales a su candidatura. La suma de los votos del tercer candidato, por ejemplo, se podrían sumar a Hernández, aunque esto no es un hecho automático, “sí genera un riesgo importante en la campaña del Pacto Histórico”.

El voto en blanco no es una opción

Sí Gustavo Petro gana no será fácil pero hay esperanzas en Colombia que estas elecciones abran un camino hacia los cambios que se necesitan. “Si hace varias elecciones -nos dice Martha Inés- en qué jóvenes, hombres y mujeres, no votaban en esta oportunidad sí creyeron en la capacidad del voto para generar cambios. Ahora hay muchos jóvenes que van a estar votando a favor del candidato del Pacto Histórico. Tenemos la fuerza de la fe”. En esta segunda vuelta, “el voto en blanco no es una opción aunque se estaba promoviendo. A estas alturas, parece que lo mejor es promover el voto efectivo”.

“Colombia merece una implementación de los Acuerdos de Paz, Colombia se merece una opción diferente, que muestre posibilidades de una incorporación de los que han sido excluidos y excluidas históricamente, y tenemos esperanza en que haya un cambio real”, concluye Martha Inés Romero.

Al cierre de este artículo, INDEPAZ seguía registrando asesinatos a defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia y Witness for Peace Solidarity Collective ha señalado que “Estamos extremadamente preocupados por la seguridad e integridad de líderes/as en Buenos Aires, Norte del Cauca, que continúan recibiendo amenazas de muerte en el contexto de las elecciones presidenciales por parte de las Águilas Negras y otros grupos armados”.