Hoy regrese a mi territorio ancestral; La Alta Guajira, de vuelta a casa nuevamente junto a mi madre y mis seres queridos, acá donde está conectado mi cordón umbilical a mi origen antiguo, a mi esencia profunda de mujer wayuu, donde esta mi Ei’ruuku (la carne de mi madre, nuestra institución familiar matrilineal).

Por: Ana Delia Fernández Sijonoyu – Mujer originaria del pueblo Wayuu / apcbolivia.org

Acá, de donde a muchos nos a tocado salir hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades, en busca de alimentos para la sobrevivencia de los familiares que dejamos luchando acá en nuestro territorio, en la búsqueda de aprender otro idioma a parte de nuestro wayuunaiki ( idioma wayuu) para poder tener acceso a los estudios y otros conocimientos. En la búsqueda de trabajos que nos ayuden a mejorar la condición de vida de nuestra familia.

Desde acá hoy les doy mi voto por la esperanza de todo el pueblo colombiano, por la esperanza de todas las mujeres que luchan incansablemente por salvaguardar su territorio, su cultura, su espiritualidad, por la esperanza de mi pueblo wayuu, sobre todo, por los sueños de toda la juventud y niñez wayuu. Toda esa esperanza la tenemos hoy puesta en ti PETRO, y en ti FRANCIA.

De todas las formas nos han dicho al pueblo afro, indígena, campesino, a todos los que venimos desde abajo, sobre todo nos han dicho a las mujeres; que no somos capaz de direccionar ni siquiera nuestra propia vida, mucho menos para direccionar a un país. Sabemos de lo que somos capaz, eso es suficiente para seguir tejiendo la vida y la paz en nuestro territorio. Lo hemos hecho por más de 500 años a través de nuestras luchas como pueblos milenarios.

Hemos sabido garantizar la diversidad y riqueza cultural que sostiene hoy el universo. Hoy ustedes le demuestran a toda Colombia y al mundo que los que vienen desde abajo, los que realmente conocen, sienten, han vivido el dolor y las luchas en territorio, también pueden llegar a ser presidente y vicepresidenta de un país.

Francia, hoy le has demostrado una vez más a toda Colombia y a la humanidad, que la mujer es muy capaz, posee sabiduría y valentía para alcanzar todos los retos que se plantea para hacer su mejor aporte al bienestar de los pueblos. y muchas veces con trabajos arduos de manera silenciosa, invisibilizadas, sin ruido, sorprendiendo con sus luchas territoriales como lo has hecho.

Ustedes dos nos representan, representan al pueblo luchador, a los que somos mayoría, representan a esas mujeres y hombres que arduamente, día a día se esfuerzan en sus territorios y tejen un mundo más justo donde la vida de todos los seres vivos es sagrada, donde se convive a partir del diálogo armónico, en donde cultivamos el respeto por la vida de todos los seres humanos y no humanos (montañas, plantas, ríos, territorio…).

Petro, vienes de donde soy, los que luchan por una vida digna, los que anhelan sueñan con poder culminar un nivel académico universitario, los que desean volver al territorio para hacer su mejor aporte al desarrollo de los pueblos. Sé que alcanzaste un nivel de formación académico superior a través de becas que lograste adquirir con mucho esfuerzo y lucha.

Tienes la claridad en que para alcanzar un nivel alto de desarrollo en un país, se debe garantizar primeramente una educación de calidad hasta el nivel superior universitario de forma gratuita a toda la juventud colombiana, donde tengan acceso y puedan realizar estudios en el área que desean, donde el país pueda contar con profesionales en diversas áreas para ser los principales actores, protagonistas en la construcción de un país potencia para la vida, donde todos puedan vivir sabroso como nos propone Francia.

Lo que más necesita el pueblo colombiano es educación, lo que más le han negado. Por ello aplaudo su máxima y más importante propuesta de gobierno; la democratización de la educación universitaria gratuita para toda la juventud y pueblo colombiano.

La juventud wayuu necesita tener mayor acceso a la educación universitaria, al igual que muchos docentes en ejercicio hoy necesitan estudios de nivel superior para que puedan brindar una educación de calidad a partir del fortalecimiento de la identidad cultural del pueblo wayuu. Una educación propia que detenga la educación colonizadora que hoy el sistema educativo occidental le impone a niñas, niños y jóvenes en las instituciones educativas que se encuentran en territorio indígena.

La cifra más baja a nivel nacional sin acceso a educación superior se encuentra en el pueblo wayuu, según el último censo de población y vivienda realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) del 2018.

Han sido más de 500 años de luchas, aquí seguimos. Hoy es un intento una vez más en la búsqueda colectiva para la cristalización de todo el anhelo y los sueño del pueblo colombiano, del pueblo afro, campesino, del pueblo originario, sobre todo de nosotras las mujeres quienes padecemos con mayor profundidad las dificultad de nuestras familias en el territorio; somos las dueñas de dolor de nuestros hijos, hermanos, padres, de las comunidades, del pueblo.

Hoy acompañada de los espíritus protectores de estas hermosas montañas que reposan frente a nuestra casa, de acá donde se devuelven danzando los fuertes vientos que se pasean por las imponentes playas mar caribe; voto por toda la ESPERANZA DEL PUEBLO COLOMBIANO, por la ESPERANZA DE TODA ABYA YALA (América) Y EL MUNDO, SOBRE TODO POR LA ESPERANZA DE MI PUEBLO WAYUU.

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