Ciudad de México, 3 de mayo de 2022

Por Agathe Plez, miembro del Colectivo Internacional de Jóvenes Francófonos en el FSM 2022

Ayer por la mañana, una videoconferencia proyectada en el Palacio de Minería de Ciudad de México –sede del 20º Foro Social Mundial– reunió a panelistas de habla hispana de Ecuador y Argentina, a panelistas de habla inglesa del Reino Unido, Alemania y Sudáfrica, y a oyentes de todo el mundo. ¡Tanto conocimiento, tantos activistas, tantos discursos conmovedores! Los testimonios y los llamamientos a la acción difirieron ligeramente de una intervención a otra, pero una cosa se mantuvo estable: el llamamiento al Norte Global, al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial para que condonen la deuda del Sur Global, que está asfixiando a estos países y les impide desarrollar todo su potencial, frenado por sumas de hasta el 50% de su PIB, como es el caso de Ecuador. Según un panelista, este país «necesita crecimiento ecológico y políticas sociales y ecológicas, no crecimiento económico». Así, la deuda es una herramienta de poder que permite a los países del Norte Global hacer que los países del Sur Global dependan de ellos, y se utiliza para profundizar las desigualdades Norte-Sur, según muchos. En consecuencia esta deuda, y globalmente el sistema capitalista del que emana, perpetúa una violencia colonial, patriarcal, racista y sexista a la que debemos poner fin, porque los panelistas lo han dicho bien: no podemos seguir con este sistema violento.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Tenemos que cambiar la actitud de la gente ante la deuda. En el pasado se han condonado las deudas de algunos países, así que ¿por qué no hacerlo de nuevo? Una aclaración: es más probable que un ataque al capitalismo sea liderado por los países del Sur Global, que sufren las consecuencias nocivas de este sistema, que por los países del Norte Global, que se dan el lujo de disfrutar de las comodidades de este sistema sin sufrir sus daños. Los panelistas lo dijeron alto y claro: las naciones del Norte Global deben educar a sus ciudadanos y cambiar su mentalidad; amplificar la voz de los activistas del Sur Global; respetar los conocimientos de los Pueblos Originarios; los países del Sur Global deben apropiarse de las herramientas de poder que han sido utilizadas durante tanto tiempo para oprimir a sus pueblos, transformándolas en herramientas para luchar contra el sistema capitalista, el cambio climático y las desigualdades Norte-Sur.

Combinando la justicia económica, social y medioambiental, obtenemos la idea de la deuda ecológica. Tal y como se explica en la página web https://deudaxclima.org/, estos son algunos de los aspectos más destacados de este concepto:

  1. Los países desarrollados del Norte Global tienen una deuda ecológica con los países del Sur Global.
  2. Así, el Norte Global debe al Sur Global reparaciones y la cancelación de las deudas internacionales de las naciones empobrecidas.
  3. Pagando a los países del Sur Global una compensación para que los combustibles fósiles queden bajo tierra, el Norte Global podría empezar a pagar su deuda ecológica con el Sur Global.
  4. El objetivo final del movimiento de la deuda ecológica es «invertir la diplomacia de la trampa de la deuda, cancelando la deuda de las naciones empobrecidas como medio de pago para dejar los combustibles fósiles en el suelo, y así financiar una transición [ecológica] justa».

Entonces cuando hablamos de deuda ecológica, hablamos de justicia climática, social y económica y de reparar los agravios cometidos por el Norte Global a las naciones del Sur Global mediante reparaciones que se les deben desde hace demasiado tiempo. ¿Qué esperamos?


Conozca más sobre la deuda ecológica y únase a la causa:

https://deudaxclima.org  |  https://www.jubileeclimate.org