Más de 80 activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el Sindicato de Inquilinas consiguen que Cerberus acceda a una reunirse para tratar los casos de 25 familias que viven en casas compradas por el fondo de inversión y a las que quiere echar de sus casas.

Han ocupado, bailando y cantando, durante cerca de seis horas las oficinas de Cerberus, y lo han conseguido: se han ido con una fecha, el 7 de abril, para tener una reunión en la que tratar la situación de las 25 familias a las que el fondo de inversión pretende echar de sus casas. “Llevan ocho meses ninguneándonos, pero hoy hemos conseguido salir con fecha para una reunión”, afirma a El Salto Mercedes Revuelta, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

En los últimos seis años, este fondo de inversión estadounidense compró, entre otros muchos inmuebles, un lote de 25 viviendas al Banco Santander, el Sabadell y el BBVA repartidas por toda la Comunidad de Madrid, desde Parla a Vallecas y Carabanchel. Eran casas en las que viven desde hace años familias a las que Cerberus ha comunicado que, una vez que finalicen sus contratos de arrendamiento, tienen que irse de sus hogares. “Es su técnica, echar a los inquilinos para coger a otros que paguen 400 euros más”, lamenta Revuelta. Según explica esta activista, muchas de estas familias, con niños menores de edad, tienen años de contrato a sus espaldas, siete u ocho años.

“Han comprado las viviendas con las familias dentro y a todas les han dicho que no hay renovación del alquiler, que cuando se acaben los contratos se van a la calle”, subraya Revuelta. En muchos de los casos, desde la PAH denuncian que el fondo ha acosado a las inquilinas para forzar que abandonen las viviendas.

Hoy, más de 80 activistas de la PAH y del Sindicatos de Inquilinas se han organizado para ocupar las oficinas de Cerberus y exigirles una reunión, dentro de la campaña “Guerra a Cerberus”, que lleva varios años denunciando las malas prácticas de este fondo de inversión. “Muchas de estas familias que están hoy aquí ya perdieron sus casas por la avaricia de la banca después de pagar muchos años de hipoteca”, explican desde la PAH. “Ahora están a punto de perder su vivienda por segunda vez a pesar de estar pagando sus alquileres. Aquí estamos para deciros que queremos seguir siendo inquilinas, que se regularicen nuestros contratos de alquiler, nuestra situación de vivienda y que nos dejen vivir en paz”, continúan desde la plataforma.

Aunque, con la acción de hoy han conseguido fijar una fecha para la reunión, desde el Sindicato de Inquilinas y la PAH siguen alertas y cuentan con volver para seguir presionando. “Cerberus es un fondo de inversión muy duro y no entiende que tiene una responsabilidad social y no se puede ir de rositas especulando con viviendas que tienen familias dentro, aún no se han enterado”, afirma Revuelta.

Desde que el fondo Cerberus llegó a España se ha dedicado primero a comprar deudas a precio de saldo, y después a comprar activos en forma de viviendas a bancos. En 2013 dio su primer gran golpe, con un gran contrato para vender en exclusiva los inmuebles de Bankia, una cartera valorada en 22.000 millones de euros, de la mano del hijo de José María Aznar y Ana Botella. Pocos años después, entre 2017 y 2019, se lanzó a comprar directamente las viviendas del Santander, BBVA y Banco Sabadell, más de 130.000 inmuebles. “Compran todas las viviendas que les da la gana, esto no pasa en otros países, este acaparamiento de viviendas”, denuncia Revuelta.

Cerberus fue también uno de los fondos de inversión que más tajada han sacado de la gestión de los entonces llamados “activos tóxicos” en la crisis bancaria que derivó en la creación de la Sareb, entidad avalada con dinero público. Actualmente cuenta con 14.000 millones de euros en activos inmobiliarios en España, a través de firmas como Haya Real Estate e Inmoglaciar. Es ya el segundo mayor comprador de inmuebles, solo por detrás de Blackstone.

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