Occidente vuelve al negocio con una nueva guerra en Europa. Después de 60 años sin tensión real y sin tanques en las calles (además de Kosovo e Irlanda del Norte), la máquina de guerra está de vuelta en Ucrania. No estoy siendo sarcástico; al contrario, hablo muy en serio. El Occidente Blanco está construido y se ha desarrollado para hacer la guerra. Estamos educados para ver la historia a través de nuestras guerras: La Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam, la Guerra del Golfo, la Guerra de Afganistán, la Guerra de Irak… la lista continúa. Nuestros héroes son veteranos de guerra que lucharon por su país. La mayor parte de nuestros impuestos se destina a gastos militares, nuestra inversión científica se destina a la investigación de armas nucleares. Incluso nuestra industria del entretenimiento se acuesta con los militares, como se ve en un artículo de David Swanson publicado en Pressenza el 5 de enero de 2022 («El Pentágono y la CIA han convertido miles de películas de Hollywood en una propaganda súper efectiva»).

Hay muchos indicadores, de nuestro pasado reciente y del presente, que demuestran nuestra adición a la violencia. Tuvimos a uno de nuestros más famosos cantantes que propuso «dar» una oportunidad a la «paz», hasta que fue asesinado en la acera frente a su departamento. Tuvimos a un presidente que se percibía como pro-paz asesinado en televisión en vivo durante un desfile. Tuvimos un líder espiritual y social que se oponía a la guerra de Vietnam asesinado frente a su habitación de hotel. Nuestra cultura no soporta la paz ni la no violencia. No hay ningún partido político que tenga posibilidades de ganar unas elecciones con una plataforma de paz y desarme.

También tenemos una guerra interna de armas que está en marcha en EEUU; desde la toma de posesión de Biden en 2021 ha habido 47.734 muertes por armas, 42.641 heridos por armas, 718 tiroteos masivos, 1.652 menores muertos, 4.387 menores heridos, 2.057 tiroteos no intencionados y 650 asesinatos-suicidios.

También podríamos hablar de la guerra económica, con una concentración de la riqueza como nunca antes se había visto y la mitad de la riqueza neta del mundo perteneciente al 1% superior.

Por último, no podemos dejar de mencionar la guerra contra nuestro propio medio ambiente, que está produciendo un cambio climático imprevisible que afecta sobre todo a los países más pobres. Del mismo modo, hay una guerra continua de discriminación contra los inmigrantes, la gente de color y las comunidades indígenas.

Por supuesto, Occidente clamará por la paz ahora, después de intimidar a Rusia durante 40 años y de expandir la OTAN hasta su frontera y ponerla en una situación imposible. ¿Quién va a protestar contra la OTAN y pedirle que detenga su expansión? ¿Va a irse algún país europeo de la OTAN en breve?

Antes de salir a la calle y pedir paz en Ucrania, asegúrate de lo que estás pidiendo. ¿Qué es la paz para ti y de dónde vendrá esta paz?

El mundo está cambiando y los blancos-occidentales tienen que aprender y adaptarse a un nuevo orden mundial cambiante en el que el centro ya no serán Europa y Estados Unidos.

La paz actual significa que ya no controlaremos todo y que habrá que construir otro tipo de relación. La verdadera opción de Occidente Blanco es adaptarse y convertirse en un auténtico socio del resto del mundo, o quedarse quieto como un viejo dictador y morir.