Por Alicia Muñoz Bohorquez

El pasado 20 de enero La Corte Constitucional retomó el debate sobre la despenalización del aborto en Colombia, tras dos demandas en las que se pide sea eliminado como delito del código penal. Este es un tema que se había aplazado en el 2021. Sin embargo, luego de aproximadas seis horas de discusión, los ocho magistrados (el noveno magistrado Alejando Linares se vio obligado a presentar un impedimento en la decisión de este caso, ya que habló abiertamente sobre el tema en un medio de comunicación, lo que generó acusaciones) no lograron ponerse de acuerdo, quedando un empate de cuatro a favor y cuatro en contra.

Cabe recordar que desde 2006 la Corte ratificó y fortaleció la despenalización del aborto en tres causales: cuando el embarazo es producto de abuso, violación incesto, transferencia de óvulo o inseminación no consentida, cuando peligra la vida o salud de la madre y en los casos en los que se presenta malformación del feto. Esto se emitió en la Sentencia C-355 de dicho año.

En los últimos años, varias organizaciones de mujeres han pedido la despenalización total, lo que ha hecho que esta discusión llegue al Congreso de la República, sin embargo esta petición ha encontrado a su mayores contradictores en  los partidos cristianos, pues ellos han intentado frenar las reformas o eliminar incluso las tres causales, lo cual ha ocasionado que estos debates a favor y en contra no permitan un avance considerable.

Es importante tener en cuenta que las demandas que está estudiando la Corte se enfocan principalmente en la eliminación del delito del aborto consagrado en el artículo 122 del código penal colombiano, puesto que se denuncia que una mujer que realiza esta práctica no debe ser tratada como una delincuente (según datos de La Fiscalía entre los años 1999 y 2019, 342 mujeres fueron condenadas por este delito), además, se busca que los profesionales que realicen esta práctica no sean criminalizados. Por otra parte, se pretende que no se dé un retroceso y se salvaguarden las causales que ya existen, ante las varias demandas que también se han interpuestas para penalizar totalmente el aborto.

Colombia un país de abortos ilegales

En Colombia se estima que anualmente se practican 400.000 abortos de los cuales solo el 8 o 10% son realizados por intuiciones certificadas y de calidad, y según un estudio del Ministerio de Salud, al año mueren 70 mujeres por prácticas clandestinas, esto principalmente ocurre ante la penalización del aborto y las trabas que existen en las instituciones para llevarlo a cabo de manera legal.

Uno de los métodos más conocidos al que acuden muchas mujeres para realizarse un aborto desde la casa es el Misoprostol, un medicamento de fácil acceso en el país y que provoca que el útero se contraiga y elimine lo que tenga, pero este fármaco ocasiona fuertes contracciones, dolores y sangrados, que pueden generar complicaciones de salud. No obstante, la mayoría de las mujeres prefieren este método en vez de ir a un hospital, ante el temor de ser judicializadas.

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Ante esta mirada del aborto, también es común que en Colombia las mujeres se vean obligadas a asumir el embarazo solas, ya que en varias ocasiones las parejas no se hacen cargo o piden de manera arbitraria a la mujer que se practique el aborto. Este tipo de solicitudes pueden ocasionar un alto impacto emocional sobre la gestante. Así se evidenció en el caso contra Andrés Felipe Muñoz Lara, baterista de la banda Tres de Corazón, quien fue acusado desde 2019 por provocar un aborto inducido a una mujer con quien había tenido relaciones sexuales y quien se negó a realizarse un aborto.

Según las investigaciones, Muñoz habría puesto en una bebida misoprostol, lo que ocasionó la pérdida del feto; sin embargo, el pasado 18 de enero el Juez Noveno Penal del Circuito de Medellín lo consideró inocente porque la mujer había tenido sangrado antes de consumir la bebida. Este hecho no es aislado, pues muchas mujeres sufren esta situación o incluso se enfrentan a que sus parejas sexuales se quiten el condón sin su consentimiento, lo cual también vulnera sus derechos.

Las opiniones que se desprenden frente al aborto en Colombia y en el mundo son múltiples, pero es significativo entender que el epicentro de la discusión es profundo y abarca muchos matices, no solo el de la terminación de la vida del feto,  pues la eliminación total del delito del aborto, daría pie a abrir la discusión y fortalecer los derechos de la mujer, es decir, poner en la mesa una educación sexual temprana tanto para mujeres como para hombres que conlleva a una enseñanza sobre los métodos anticonceptivos.

Además es importante destacar que no se pretende que el aborto se convierta en una actividad recreativa; al contrario se busca que sea una herramienta responsable y consiente, donde cada mujer que quiera ejercerla tenga una ayuda psicológica y médica optima y segura- Un proceso en el que cada una decida con libertad sobre su cuerpo y donde se garanticen los derechos de todas las mujeres, incluyendo las compañeras trans y a los trabajadores de la salud. Y se plantea llevar a cabo proyectos de educación a zonas rurales del país, donde las niñas y mujeres no tienen acceso a educación sexual ni mucho menos a anticonceptivos.

Finalmente,  el pasado 21 d enero de 2022 se llevó a cabo la votación en la Sala Plena de la Corte Constitucional, en la que no se llegó a ningún acuerdo, dado que la despenalización tuvo cuatro votos a favor y cuatro en contra. Por ello se le se asignó estudiar a los conjueces, Juan Carlos Henao y Julio Andrés Ossa los expedientes D-13.586 y D-13.956 respectivamente, en los que reposan la demanda a favor y en contra del aborto. Y la próxima votación sobre la despenalización del aborto se llevará a cabo la primera semana de febrero de este año.