Estados Unidos no tiene ninguna prueba de que Irán haya tomado la decisión de armar su programa nuclear, declaró el lunes el director de la CIA, William Burns, en la reunión anual del Consejo del Wall Street Journal.

La agencia de espionaje estadounidense «no ve ninguna prueba de que el líder supremo de Irán [Alí Jamenei] haya tomado la decisión de pasar al armamento», dijo Burns, añadiendo su voz a uno de los principales problemas mundiales de las últimas semanas.

Los líderes mundiales han intentado desesperadamente salvar el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y los países del P5+: Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Rusia, Francia y Alemania. La séptima ronda de conversaciones en Viena terminó el viernes con muy pocos indicios de que las principales partes vayan a acordar la reactivación del acuerdo. Sin embargo, está previsto que las conversaciones se reanuden hoy, según informan los medios de comunicación iraníes.

Burns se hizo eco del pesimismo del Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, sobre la última ronda de negociaciones, afirmando que «los iraníes no se han tomado la negociación en serio en este momento». Añadió que «pronto veremos lo serios que son».

El comentario de Burns se produce en un momento en el que Israel trata de persuadir a Estados Unidos para que adopte una opción de «prioridad militar» con Irán. Se espera que el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el jefe del Mossad, David Barnea, se reúnan con altos funcionarios de la Casa Blanca para exponer los argumentos a favor de la opción militar contra Irán, según informaron durante el fin de semana las tres principales cadenas de televisión israelíes.

Fuentes de Israel también han informado de que el Mossad se está preparando para atacar el corazón del programa nuclear iraní. La semana pasada, la agencia de espionaje israelí envió un escalofriante mensaje de que haría lo que fuera necesario para impedir que Irán desarrollara armas nucleares, en unas declaraciones que sugerían que el Estado ocupante llevaría a cabo asesinatos.

El líder supremo de Irán ha insistido en que la República Islámica no pretende desarrollar armas nucleares y que su programa nuclear está destinado exclusivamente a fines civiles, una opinión que se ve respaldada por las últimas declaraciones de la CIA.

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