ENSAYO

Debemos salvaguardar la red de la vida y preocuparnos por las demás especies vivientes con las que compartimos este planeta. Los tarseros pigmeos comen y albergan bichos que hemos visto en nuestra casa: insectos, arañas, lagartijas, chinches, piojos, pulgas, ascárides y tenias. La vaquita marina es la presa de grandes tiburones y orcas, por lo que aleja a esos depredadores de nosotros. Pero sólo quedan 10 vaquitas, y en su ausencia, la dieta de tiburones y ballenas puede cambiar. Un tigre en estado salvaje indica que la selva que habita está sana y llena de diversidad. En la actualidad, hay 3.900 tigres en estado salvaje alrededor del mundo, y más del doble (8.000) en cautividad. Al proteger la red de la vida, construimos un mundo más justo para todos.

«Apodamos al saola como el animal educado, porque siempre camina despacio y en silencio por el bosque»

~ Monje budista

El saola, también conocido como el unicornio asiático, existió desde hace 18 millones de años, a partir de la edad de hielo. Sin embargo los científicos no lo descubrieron sino hasta 1992. Es considerado como uno de los hallazgos más espectaculares del siglo XX.

A pesar de ello, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a este animal bovino como una especie en peligro crítico de extinción. Esto se debe a que con frecuencia, el saola es una presa incidental de los cazadores ilegales, y se desconoce el número de saolas que han sido asesinados por la caza ilegal.

Entre mayo de 1992 y principios de 1993, fueron capturados unos 20 pares de cuernos de saola. También se encontró una piel entera, que fue disecada y montada para su exposición en el Instituto de Inventario y Planificación Forestal (FIPI) de Hanoi.

Hasta ahora ningún científico había visto un saola en estado salvaje. A nivel global, el saola habita únicamente en las montañas de Annamite, en la frontera entre Vietnam y Laos.

A partir de 2021, con el reconocimiento del Gobierno de Laos, Rainforest Trust colaboró con Asian Arks para conservar unos 133 mil acres de tierra del Khoun Xe Nong Ma (KXNM), una zona clave para la biodiversidad y la protección nacional en la cordillera de Annamite.

El KXNM cuenta con uno de los mayores números de especies autóctonas o primigenias de cualquier ecorregión del planeta. Una ecorregión es un área llena de especies geográficamente distintas que comparten comunidades naturales. Estas especies se desarrollan en las condiciones ambientales de la zona. El KXNM se encuentra entre los últimos tramos de bosque inalterado de la región.

Primer descubrimiento

Los científicos descubrieron el saola por primera vez en 1992, cuando un equipo del Ministerio de Bosques de Vietnam (MOF) y el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) visitaron la Reserva Natural de Vu Quang, en el centro-norte de Vietnam, para estudiar los animales. Descubrieron muchos peces y otras criaturas desconocidas.

Pero el último día, el biólogo vietnamita Dr. Do Tuoc decidió separarse del grupo y visitó las casas de todos los cazadores de la zona, armado con una lista de sus nombres y direcciones.

En las dos primeras casas, el Dr. Tuoc descubrió dos cráneos de animales salvajes poco habituales. Muchos cazadores de esta zona utilizan cráneos de animales salvajes para adornar los techos interiores de las casas ceremoniales de los pueblos indígenas. Creen que estos cráneos son recipientes de sus almas.

En la tercera casa, el Dr. Tuoc encontró un par de cuernos inusuales sujetos a un pilar de madera. Se parecían a los cuernos del oryx árabe, salvo que eran unos 25 centímetros más pequeños

El Dr. Tuoc se reunió con el grupo y le mostró sus hallazgos a su compañero de investigación, el Dr. John Mackinnon. Mackinnon dijo que el saola «conllevaba una nueva ola de exploración y descubrimientos».

A pesar de ello, 29 años después, los científicos saben muy poco acerca del saola. A partir de 2019, solo han visto al saola (Pseudoryx nghetinhensis) fugazmente, dentro de la naturaleza, cuatro veces, a través de cámaras trampa. No es posible encontrar a los saolas en los zoológicos.

Observado en cautividad

Sólo los habitantes de la zona han visto saolas en la naturaleza. Ellos permitieron a los científicos observar dos saolas vivos en cautividad. La primera era una cría hembra de unos cuatro meses de edad cuando fue capturada en 1994. La cría fue llevada al jardín botánico de la FIPI, de 3 hectáreas, en Hanoi. Bajo los cuidados del Dr. Tuoc y del personal de la FIPI, el animal ganó peso en dos semanas, pero murió poco después, probablemente a causa de unos parásitos hepáticos.

Martha

Dos años después, en 1996, unos cazadores locales capturaron una hembra de saola preñada y la llevaron a la provincia de Bolikhamxay (Laos). William Robichaud, coordinador del Grupo de Trabajo sobre el Saola (SWG) de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, bautizó al animal como Martha.

Cuando Martha llegó, su ojo derecho estaba herido y también tenía pequeñas heridas. Su pata trasera derecha estaba lastimada, quizás debido a una trampa de captura. Un veterinario de campo la examinó y le administró medicamentos tópicos e inyecciones de antibióticos. Tenía una leve neumonía, por lo que le dieron pastillas de antibiótico.

Las vocalizaciones de Martha eran balidos suaves. Baló tres veces. Una vez, baló dos veces entre pausas de 5 segundos. Otra vez, baló dos veces entre pausas de 1 segundo. La tercera vez, baló una vez. Se la alimentaba con verduras frescas tres veces al día y se lavaba y barría su corral diariamente. Tenía un recipiente de plástico con agua para beber y se le daba un poco de sal.

Robichaud quedó prendado de la mística, la gracia, la belleza y el carácter circunspecto de Martha. Su característica más sorprendente era su mansedumbre con los humanos. Los lugareños hicieron la misma observación. Un lugareño dijo que los saola «siempre andan despacio y en silencio por el bosque», y que no tienen comportamientos deliberados ni volátiles. Sin embargo, el saola tenía temor a los perros.

En 1995, unos miembros de la tribu Hmong de otra parte de Bolikharnxay capturaron dos saola (un macho adulto y otro joven) que estaban tan domesticados que los Hmong los tuvieron como mascotas durante dos semanas. Cuando los hmong intentaron pasearlos, los animales se mostraron tranquilos, mansos y se movían con lentitud.

Martha comía fácilmente de la mano de Robichaud, y también le permitía acariciarla. Se dejaba asear y estaba interesada en todo lo que la rodeaba. Por ejemplo, estiraba el cuello para olfatear alguna mano. Sus heces y su orina parecían saludables. Sin embargo, no sobrevivió. Robichaud se dio cuenta de que Martha estaba preñada cuando murió tres semanas más tarde, quizá debido a una dieta inadecuada.

Un bovino tímido

Lo que hemos aprendido de estos encuentros con el saola, es que se trata de un animal tímido. Aunque forma parte de la familia de los búfalos de agua y del ganado vacuno, físicamente se asemeja más a un ciervo. Es grande, pesa entre 80 y 100 kg y es de color marrón oscuro. Su cara tiene unas atractivas marcas blancas que en realidad son nódulos de piel porosa. Tiene una nariz de color marrón chocolate.

El saola es uno de los grandes mamíferos más exóticos del mundo, y en más de 50 años, el primer gran mamífero que es nuevo para la ciencia. Tanto el macho como la hembra tienen cuernos graciosamente paralelos, que alcanzan los 20 centímetros de longitud en pleno crecimiento. Cuando el saola levanta la cabeza, sus cuernos descansan sobre su espalda. Los cuernos tienen muchos arañazos, lo que lleva a los científicos a concluir que probablemente se utilizaban para frotar el suelo y la vegetación para inducir la actividad social o sexual.

Sus grandes glándulas odoríferas maxilares faciales se utilizan para marcar su territorio.

Cada glándula tiene una tapa muscular que puede levantarse y cerrarse como un párpado. Cuando se levanta, la hembra adulta segrega una potente sustancia aromática en pasta para atraer a su pareja.

En 2010, un grupo de aldeanos hmong de la provincia de Bolikhamxay (Laos) capturó un tercer saola, pero éste murió pocos días después. En 1999 se tomaron dos fotografías de un saola, utilizando una cámara. Un tercer saola fue visto en cámara en 2013. Hay una cuarta foto, pero no se especifica el año en que se tomó.

Aprendiendo más del saola

Los conocimientos que tenemos acerca del saola se obtienen a través de las muestras muertas que fueron encontradas en las casas de los cazadores legales, las cámaras trampa y las entrevistas con las personas que viven en la zona y que los han visto accidentalmente.

Los biólogos también han visto algunos saola de captura incidental, procedentes de la caza ilegal. Estos saola de captura incidental no pueden contarse, por lo que la UICN no puede establecer un número concreto de los saolas que viven en libertad. Además, como ningún científico ha observado al saola en la naturaleza, se sabe poco acerca de su comportamiento, de cómo utiliza su hábitat, cuál es su distribución y cuál es su ecología.

Una investigación acerca de su hábitat, realizada por estudiantes laosianos

En 2017, un grupo de estudiantes de Laos, dirigidos por Chanthasone Phommachanh, y entre los que se encontraban Dusit Ngoprasert, Robert Steinmetz, Tommaso Savini y George A. Gale, decidieron aprender más sobre el saola al estudiar su hábitat.

Antecedentes de los investigadores

Ngoprasert, Savini y Gale eran estudiantes del Programa de Ecología de la Conservación de la Universidad Tecnológica Rey Mongkut de Bangkhu. Chanthasone Phommachanh también estaba afiliado al Grupo de Trabajo 22Saola, y al Grupo de Especialistas en Ganado Silvestre Asiático de la Comisión de Supervivencia de Especies en Vientiane, Laos. Robert Steinmetz procedía del 44World Wide Fund for Nature de Bangkok (Tailandia).

Los científicos se enteraron de que las saolas suelen verse en el Área de Conservación de Especies Amenazadas (PST por sus siglas en inglés) de Phou Sithon, en la provincia de Bolikhamxay, en las montañas Annamite del norte de Laos. La PST se convirtió en zona de conservación en agosto de 2010. A lo largo de sus límites se sitúan al menos diez aldeas. Los aldeanos proporcionaron mucha información acerca del saola en su hábitat natural.

El equipo de Phommachanh se presentó ante los jefes de las aldeas en 2017 para preguntarles qué habitantes habían visto al saola en su hábitat. Ellos les dieron una lista de 540 hogares pertenecientes a las 10 aldeas. Entre ellas, apenas visitaron 339.

La metodología para determinar si una persona era una fuente de información confiable, fue la siguiente:

  1. Determinaron quiénes estaban familiarizados con el bosque y la fauna en general, aunque nunca hubieran visto un saola. Las respuestas les ayudaron a entender cómo los aldeanos aprovechaban el bosque.
  2. El equipo de Phommachanh preguntó a los jefes de la aldea qué personas locales habían visto al saola en el campo.
  3. Enumeraron las normas para determinar si las personas eran fuentes creíbles, como:
  • Pedir a las personas que habían visto al saola que describieran el aspecto físico del animal y sus características de comportamiento.
  • Pedir a las personas que describieran a otros ungulados (diversos animales grandes con pezuñas) que viven en el PST. Esto les proporcionaba un contexto para estar seguros de que podían distinguir un saola de otros ungulados.
  • Hacerpreguntas abiertas para obtener respuestas más largas de las personas que observaron al saola

hu4. Buscaron información específica sobre:

  • Los cuernos: ¿largos, ramificados o paralelos?
  • El tamaño del cuerpo en comparación con otros ungulados del PST.
  • El tono del cuerpo.
  • Las marcas del cuerpo.

Las respuestas de los observadores proporcionaron a los científicos una base de conocimientos básicos. El hecho de que al menos cinco de los cazadores tuvieran cráneos y cuernos de saola en sus casas, que fueron identificados correctamente, fue algo de especial importancia. Esto demostró una certeza inequívoca de que el saola era conocido en sus comunidades.

Lo que aprendieron

El estudio de Phommachanh et. al. reveló que:

  1. Las saolas frecuentan zonas donde hay muchos arroyos y, posiblemente, les gusta la vegetación que hay a lo largo de estos arroyos.
  2. Las saolas habitan en bosques primarios (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación [FAO]), que define los bosques primarios como:
  • Tener una gran densidad de árboles
  • Poca o ninguna actividad humana
  • Procesos ecológicos no muy alterados.

hu3.  A veces, el saola merodea por bosques de crecimiento secundario que:

  • Se regeneran sobre bosques primarios que fueron talados por causas naturales o por el hombre.
  • En algunos aspectos tienen mayor potencial que los bosques primarios. Por ejemplo, los bosques secundarios retienen diez veces más dióxido de carbono atmosférico que los bosques primarios.

hu4. Las saolas prefieren transitar por senderos delgados de animales (17 de 18 sitios), en lugar de senderos humanos.

hu5. La gente pone trampas en los senderos de los animales para proteger sus cultivos o para el comercio ilegal. Las saolas se convierten en una captura incidental, ya que no existe un mercado local ni internacional para ellas.

hu6. Las saolas habitan en zonas escarpadas y remotas, por lo que son difíciles de ver para la gente.

hu7. Muchos creen que las saolas se capturan fácilmente con perros, pero sólo se ha registrado una captura con perros. En el PST apenas se utilizan perros.

Recomendaciones del equipo de Phommachanh:

  1. Las futuras capturas con cámara deberían centrarse en los bosques primarios donde el uso humano es escaso o nulo.
  2. La atención debería centrarse en lugares con una altitud de 1.200 m o superior.
  3. La investigación debería centrarse en las zonas en las que el saola se ve con más frecuencia, en Laos y Vietnam, y los dos países deberían compartir información acerca de estos lugares.
  4. La investigación relacionada con el saola debe ser considerada prioritaria, ya que su población es muy pequeña.

Otras amenazas para el saola

La mayor amenaza para el saola son los cazadores profesionales y los cazadores furtivos. En gran medida, las saolas son capturados incidentalmente por las trampas colocadas por los cazadores furtivos. Desde 2011, el SWG y sus socios se han centrado en cinco áreas protegidas y han retirado 130 mil de estas trampas. Sin embargo, los cazadores furtivos más comprometidos los vuelven a colocar y aún quedan miles de ellas. La magnitud del problema es asombrosa. Se trata de delincuentes organizados con armas automáticas, motosierras, sofisticados teléfonos satelitales y vehículos todoterreno.

El saola suele ser la captura incidental de los cazadores. No hay un precio ni una demanda significativa de saolas. Tampoco se valora en las farmacopeas tradicionales, porque no es bien conocida por otras culturas.

La construcción de carreteras en el hábitat del saola ha impulsado la caza y la tala ilegales, galvanizadas por la demanda de medicina tradicional de China y la demanda de carne de los restaurantes y mercados de Vietnam y Laos.

En Asia, el comercio ilegal de especies silvestres funciona con redes secretas para proporcionar alimentos en Camboya, Indonesia, Laos y Vietnam. El saola no está tan amenazado por la población local que practica la caza de subsistencia.

Las leyes contra la caza se aplican de una forma inadecuada y la pena habitual es una multa fuerte. La pena máxima, de siete años de prisión, rara vez se aplica. En 2009, la Asamblea Nacional de Vietnam declaró:

  • Más del 66 por ciento de la fauna ilegal y furtiva se utiliza como alimento.
  • Un 32% se exporta.
  • Un pequeño número se vende como mascotas y con fines medicinales.

Hay que aumentar las patrullas y reforzar las regulaciones en contra de las trampas. También hay que educar a los aldeanos para que valoren la gestión sostenible de la fauna.

Pérdida del hábitat

La segunda gran amenaza es la pérdida de hábitat. A medida que la gente construye casas e infraestructuras, los árboles del bosque desaparecen. El uso de la tierra también cambia en beneficio de las necesidades humanas. Se utilizan trampas para proteger sus cultivos. Esto disemina aún más el hábitat del saola, reduciendo las áreas en las que habita el animal.

La UICN señala que en 1940 los bosques ocupaban el 71% de la tierra. En 2013, esta proporción se ha reducido al 35%. Laos tiene leyes en contra del comercio de madera, pero su aplicación es escasa. Exporta madera a China, Tailandia y, sobre todo, a Vietnam.

Hoy en día, la Ruta Ho Chi Minh es una carretera de asfalto que atraviesa hábitats forestales en peligro y zonas protegidas en las montañas de Annamite. Los conservacionistas sostienen que las carreteras de hormigón cortan zonas extremadamente protegidas. En el pasado, la cordillera de Annamite sólo era accesible a pie o en elefante, pero en la actualidad, es atravesada por una carretera y una autopista, interrumpiendo el hábitat del saola.

Estas carreteras separan a los saola porque este animal nunca cruza las grandes carreteras o los grandes caminos. Con la separación, se crean subpoblaciones y el comportamiento del saola se adapta a espacios más pequeños por endogamia genética. Es posible que se produzca una pérdida de heterocigosidad (herencia de los genes de cada progenitor), al igual que una proporción de sexos desequilibrada y una dificultad para aparear a los machos que están aislados y separados de las hembras.

Rob Timmins, SWG y biólogo, dijo en 2012: «Todas las zonas donde habita el saola están siendo perseguidas en ambos lados de la frontera. Alrededor del 90% de los saola solían estar en Vietnam, y alrededor del 10% en Laos. Hoy en día, el 10% en Laos puede ser todo lo que queda. Todavía no hemos llegado al «punto de inflexión». Pero la mejor apuesta para la supervivencia del saola puede estar ahora en Laos».

Robichaud afirma: «Debemos actuar con el mayor sentido de la urgencia. No podemos seguir dejando que uno de los grandes animales más raros y característicos del mundo se dirija hacia la extinción por motivos de complacencia».

Esperemos que la reciente actuación de Asian Arks y Rainforest Trust tenga éxito donde otros han fracasado. Han desarrollado un novedoso modelo a largo plazo para proteger al saola. El plan incluye la colaboración con unos 2.659 lugareños, para que participen en el patrullaje de la zona, retiren las trampas y proporcionen personal a una estación de investigación biológica de última generación.

El doctor James Deutsch, director general de Rainforest Trust, ha declarado: «Nuestra esperanza es que, en los próximos años, los residentes y visitantes de la zona, así como los científicos, puedan contemplar al unicornio asiático y otras especies sorprendentes en este bosque, prosperando en un hábitat seguro».

Además, se ha añadido una nueva pantalla multisensorial para el saola en la casa de la cumbre del Parque Nacional de Bach Ma. El parque pretende hacer conciencia acerca de la conservación de las especies raras y en peligro de extinción que viven en el parque. La UICN y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural han establecido conjuntamente un programa para estudiar, rescatar y preservar el saola, añadiendo un centro de cría de saola en el parque.

WWF Vietnam ha creado estatuas de saola y paneles informativos para el proyecto con el fin de sensibilizar a la comunidad, a las organizaciones extranjeras, al gobierno y a los turistas de la existencia del saola y, con un poco de suerte, involucrarlos en formas prácticas de apoyo y protección de su especie.

Esperemos que Rainforest Trust pueda realmente ponerle un fin a la caza. Según TRAFFIC, la caza no sólo pone en peligro a los animales, sino que también amenaza a la comunidad ecológica, no sólo en Vietnam y Laos, sino en toda la comunidad mundial. El nivel de caza actual es insuperable. Representa un peligro para la humanidad y para la biodiversidad de la que dependemos.


Traducido del inglés por Alanissis Flores