En México, unos 3.000 solicitantes de asilo, en su mayoría provenientes de Haití y América Central, que estaban atrapados en la ciudad sureña de Tapachula, organizaron una caravana durante el fin de semana y comenzaron a marchar hacia el norte en dirección a la Ciudad de México. Muchos de ellos esperan llegar a Estados Unidos en busca de refugio. La Guardia Nacional mexicana intentó contener la caravana, pero miembros del grupo lograron atravesar el bloqueo y pasaron al otro lado gritando “¡Libertad!”. Los solicitantes de asilo, que huyeron de la pobreza extrema, la violencia y las consecuencias de la crisis del cambio climático en sus países de origen, han estado protestando por la falta de ayuda, los grandes retrasos en sus solicitudes de asilo, las restricciones a su movilidad y las violaciones contra los derechos humanos.

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