POEMA

 

 

 

 

Mi lucha interna

no es contigo

no es tu presencia,

tu actitud o

tus pensamientos.

 

La lucha que he iniciado

es por mis demonios

por mis pensamientos colonizados

por la libertad que anhelo

y que solo mi mente encarcela.

 

Hoy lucho por ese sentir

“la envidia”

ese sentimiento que infravalora al otro

esa sonrisa fingida que se forma en mi rostro,

que deforma mis cuerdas,

y que construye un fuego

que se irradia por la espalda y estómago.

 

Hoy lucho con el ego

ese monstruo que se agiganta,

que se transforma en patriarca,

que siempre vuela por los cielos

y que no valora lo esencial de mi ser.

 

La revolución es contra la indecisión

esa ola que se eleva,

pero se desvanece en la arena

Esa montaña que se irradia,

pero se cubre de niebla.

Ese deseo de brotar en el desierto,

pero temer que no se es nada.

 

Esos son los demonios con los que lucho

con lo que amanezco,

con los que camino,

con los que miro a las personas,

los que me ayudan a dar significados.

 

Son los demonios que quiero ahogar 

y dejar en el lodo

que aquel diluvio dibujó.