PROSA POÉTICA

 

Una conciencia llena de sufrimientos y preocupaciones no es libre para volar y reencontrarse con aquello que hará la diferencia de lo diferente. Te mantiene atado a un árbol dando vueltas como un perro rabioso, por más que insistas en salir de allí no lo lograrás. Te inmoviliza convirtiéndote en un observador aterrado ante su propia inmovilidad.

Una conciencia llena de sufrimiento y preocupaciones pierde la fe y la esperanza, solo pide y nada entrega, busca culpables y no soluciones, experimentando tristeza y desazón. Una conciencia llena de sufrimiento y tristeza no puede observarse a sí misma y descansar.

Una conciencia descansada gana en fe y esperanza, ayuda y soluciona, experimenta alegría y bondad, ilumina y aclara. Una conciencia descansada medita suavemente y se observa a sí misma.